martes, 19 de mayo de 2009

La gran prueba de Obama

Ahora se sabe, gracias a la publicación GQ Magazine, que ese bruto fascista llamado Donald Rumsfeld usaba textos bíblicos para apuntalar algunos informes secretos elaborados por el ministerio de Defensa bajo su mando.
En uno de esos informes se puso la foto de una formación de blindados estadounidenses entrando a Bagdad, en los comienzos de la segunda invasión de Irak, con un entrecomillado de origen “divino” salido del Antiguo Testamento:
“Abran las puertas para que pueda entrar la nación justa, la que permanece fiel”.
O sea que Rumsfeld no sólo era un asesino insaciable sino un psicópata poseído por ese Dios expansivo y ruidosamente aéreo que ordena matar en Islamabad, Kabul, Bagdad.
Añadamos a esos rasgos de místico del fósforo blanco, de devoto de las bombas de racimo, el de la huachafería. Porque sólo a un huachafo en busca de inmortalidad se le puede ocurrir poner al lado de un tanque “patriota” esta cita caída del cielo:
“Por tanto, tomen toda la armadura de Dios para que puedan resistir en el día malo, y habiéndolo hecho todo, permanecer firmes... ”Este Rumsfeld no era una caricatura sino la fiel expresión del imperialismo hirsuto y panameño que George Bush hijo impuso como política mundial.
El problema es que esos puchos bushianos siguen humeando en los ceniceros de la Casa Blanca.
Ayer, por ejemplo, el señor Obama no ha logrado que el señor Netanyahu, primer ministro israelí, diga la frase “dos Estados” para referirse al destino de israelíes y palestinos.
Y es que Netanyahu, que tiene como ministro de relaciones exteriores a un enfermo mental que propuso desaparecer con bombas nucleares la Franja de Gaza, no acepta por ahora la posibilidad de un Estado palestino. Eso implicaría cuotas de soberanía que Israel, secuestrador crónico de territorios y poblaciones palestinas, no está dispuesto a conceder.
Y esa será la prueba del sapito para el señor Obama.
La reunión de ayer, en Washington, empezó con los peores augurios para los intereses del pueblo palestino.
A la hora en que Obama recibió a Netanyahu, Washington ya estaba enterado de que Israel, burlándose de todos los acuerdos firmados y por firmar, ha comenzado a construir un nuevo asentamiento al norte de Cisjordania: veinte lotes de viviendas que ya se licitaron y que expresan la brutal política de hechos consumados del sionismo en armas.
¿Hablaron de eso Obama y Netanyahu?
Parece que no.
¿Hablaron del muro que hasta el Papa ha tenido que condenar, el muro carcelario con el que Israel pretende capturar sin remedio tierras que debió devolver hace 40 años?
¿Hablaron de Liberman –el segundo de Netanyahu- y sus planes de fusilar a los israelíes de origen árabe que no juren fidelidad incondicional a los planes del ejército judío?
¿Hablaron de la campaña de continuar destruyendo viviendas árabes en la Jerusalén que Israel tomó y mantiene como botín desde l967?
No se sabe.
Lo que se sabe es que Netanyahu se negó a hablar de “dos Estados” y apenas aludió “al derecho palestino de gobernarse”. Es decir, a la farsa siniestra de la llamada Autoridad Palestina, carente de toda autoridad, de toda autonomía y de toda dignidad.
Israel quiere mantener “el gobierno palestino” de Ramala. Aquel que encabezó Arafat y cuya sede fue demolida, con obuses y maquinaria pesada, por orden de Ariel Sharon y con Arafat y sus funcionarios adentro. Esa imagen de Arafat emergido de los escombros, patético en su furia, inolvidable en su impotencia, es la que Israel quiere mantener como emblema del destino del pueblo que sojuzga.
La derecha israelí sigue pensando que los palestinos carecen de condición humana y aspira a que el gobierno de Obama le dé la misma luz verde que tuvo con Bush y Rumsfeld para sus atrocidades.
Esta es la gran prueba para Obama. Aquí veremos si su administración pretende distinguirse o no de la banda criminal que infectó la Casa Blanca hasta hace algunos meses.
Israel pretende hacernos creer que el gran problema del mundo es Irán. Los excesos verbales de la dirigencia iraní, sus matonadas fundamentalistas, son, por supuesto, algo estúpido y condenable.
Pero los crímenes de guerra y el terrorismo de Estado que practica esa potencia atómica clandestina llamada Israel, ¿seguirán teniendo patente de corso? Sólo Obama lo sabe. Pronto lo sabremos todos.

3 comentarios:

jimmy dijo...

chileno roba celular a Marc Anthony
VER VIDEO

Anónimo dijo...

Muy buen artìculo. Otra vez, felicitaciones a Hildebrandt. Todos tenemos esperanza que Obama sea el punto de quiebre con las estupidas politicas Bush y Cheney.Lo esta demostrando. Aplausos para Obama, pues, en ese situaciòn, ningùn polìtico de su tierra ni delmundo quisiera estar en su pellejo. Volver las cosas a la normalidad, no va ha ser facil despues de tanta mediocridad y abuso.

eldav dijo...

Si pues, hay muchos problemas en el mundo, me dá pena de lo que pasa.

Pero con eso no se gana nada.
Saludos.