¡Sorpresa! Abro las portadas virtuales de la agencia oficial Andina y del diario “La República” y allí está, como noticia abridora, la declaración del ministro de Defensa peruano, Ántero Flores Aráoz, en relación a que el Perú está pensando, seriamente, dotarse de un satélite de observación o alquilar los servicios de uno.
Y, claro, Flores Aráoz señala a renglón seguido que esto no es una respuesta al satélite chileno sino que se estaba pensando desde hace algún tiempo. Pero lo cierto es que recién lo dijo ayer, luego de lo publicado solitariamente en esta modesta columna que tantos escozores (cercanos y lejanos) produce.
Me imagino que en las próximas horas una turba de pánfilos saldrá a decir que no deberíamos responderle a Chile en ese terreno porque eso es revivir agravios y atizar fuegos del XIX.
Pero es que nadie habla del pasado. Lo que Chile hace lo hace hoy y lo hace con miras al futuro. De modo que aquí no hay festivales del resentimiento eterno sino previsiones de Estado frente a una larga historia de hábitos rapaces.
Y si Latinoamérica gastó 40,000 millones de dólares en armas en el 2007 –lo que es un crimen, una imbecilidad-, Chile fue, según el Instituto Internacional de Investigaciones para la Paz, uno de los que más invirtió en su ya superlativo arsenal.
Sólo entre 1989 y el 2004 la llamada ley del cobre le permitió al militarismo chileno gastar 4,189 millones de dólares en reequipamiento. Los peruanos deberían de saber que ese 10% de las ganancias del cobre que Codelco –la Corporación del Cobre- destina al presupuesto militar de Chile sólo puede invertirse, por mandato explícito de la ley, en armas. Y que esas compras no están sujetas a control ni fiscalización por expresa disposición legal.
Chile ha incrementado su presupuesto de Defensa en 49% en los últimos cinco años (los datos son de SIPRI, con sede en Estocolmo). Es, después de Colombia, el país que más porcentaje de su Producto Bruto Interno dedica a armarse (3,62% del PBI, frente a 3,98% de Colombia). Pero la martirizada Colombia libra una guerra interna que le cuesta miles de millones de dólares desde hace cuatro décadas. ¿Qué guerra espera Chile? Si la brutal “pacificación de la Araucanía” no hubiese terminado en 1883 podríamos hablar de algún temor doméstico que justificase la dimensión de sus adquisiciones militares.
La ofensiva chilena no es sólo militar, por supuesto. Y cuenta con el silencio del canciller peruano, de la plácida anuencia del embajador del Perú en Santiago y del mismísimo presidente peruano, doctor Alan García, autor de esa frase que lo perseguirá con más saña que la que amarga a los deudos de El Frontón: “No se vaya Chile a molestar”.
Mañana empiezan, por ejemplo, nuevas maniobras militares conjuntas de los ejércitos de Chile y Argentina. El año pasado desarrollaron el ejercicio Aurora Austral 1 y mañana empiezan el segundo capítulo. Este gesto binacional de camaradería y sincronización de respuestas terminará el 22 de agosto, en la austral ciudad argentina de Comodoro Rivadavia, con una solemne ceremonia en la que estarán presentes los ministros de Defensa de los dos países.
Mientras tanto, en Asunción, donde el doctor García envió al internacionalmente nulo señor Giampietri, la presidenta Bachelet ha insistido en reflotar a Unasur –Unión de Naciones del Sur- y ha recordado –por si acaso- que la primera propuesta de Chile fue que Bolivia asumiese la presidencia de esa instancia creada en el Cuzco en el 2004.
La señora Bachelet ha enfatizado, además, que Chile ya ha admitido en la agenda bilateral de 13 puntos –por primera vez desde la guerra del salitre- el asunto de la mediterraneidad del país altiplánico.
Y Evo Morales, que no mandó a su vicepresidente sino que fue en persona a saludar al presidente Lugo, ha dicho también en Asunción algo que hace mucho tiempo no se le oía a un mandatario boliviano:
“Bolivia y Chile hemos creado una confianza única en el marco de la diplomacia de los pueblos, en las Fuerzas Armadas y de presidente a presidente. Nuestros pueblos nos quieren ver juntos trabajando”.
Y el ministro de Exteriores de Morales, David Choquehuanca –que nada tiene de idiota como dice por allí un racista urgido ya de una camisa de fuerza- ha añadido algo que tampoco tiene precedentes: “Pienso que podríamos reanudar las relaciones diplomáticas con Chile sin que el acceso al mar sea una condición sine qua non”.
Y, por supuesto, tanto Morales como Choquehuanca se acercan más que nunca a Chile después del trato infame que el Perú les ha dado en el asunto de la Comunidad Andina y su cláusula sobre patentes.
Chile mueve sus fichas y avanza en todos los terrenos. Es un país serio y acostumbrado a liderar.
La política exterior peruana consiste en minimizar la inteligencia y menemizar Torre Tagle, que es una manera sudamericana de decir que si arrodillarse ante los Estados Unidos fuese tener política exterior entonces el Perú tendría una digna de Metternich y Bismarck.
García, secuestrado por la derecha funcionalmente analfabeta, parece haber perdido toda lucidez. Está convencido de que es un estadista que no debe detenerse ante la política menuda. Y lo que no sabe es que lo importante está ocurriendo a sus espaldas.
domingo, 17 de agosto de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
5 comentarios:
"Y, por supuesto, tanto Morales como Choquehuanca se acercan más que nunca a Chile después del trato infame que el Perú les ha dado en el asunto de la Comunidad Andina y su cláusula sobre patentes".........¿CUAL ES EL "TRATO INFAME" QUE EL PERU LE HA DADO A BOLIVIA?...YO CREO QUE LA POLITICA DEL "DE QUE SE TRATA PARA OPONERME" SIGUE SIENDO LA QUE ORIENTA LOS COMENTARIOS DE HILDEBRANDT
Digamos que hay dos mentes políticas: una apta para crear fábulas y otra dispuesta a creerlas." - Galileo Galilei
I.-
En Venezuela, cuando se estafa a alguien con un paquete de billetes u otra oferta, se dice le "hicieron un paquete chileno"; en Chile, sin ofender a nadie, se le llama, a la misma situación, "el cuento del tío". Este tipo de cuentos generalmente dan resultados cuando la víctima es muy "naïve"; es decir, más que inocente. Y, al parecer, eso ha sucedido con la mandataria chilena Michelle Bachelet, quien de todas maneras ha subido en las encuestas de popularidad de su país a pesar del mal trato pecuniario a empleados, trabajadores y en especial pensionados, así como al desconocimiento de su gobierno de los derechos de indemnización, que de acuerdo a la ONU, deben tener las víctimas de la dictadura pinochetista.
II.-
La presidenta Bachelet, asistió qa la creación del UNASUR, entidad de naciones integrada por Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Paraguay, Perú, Uruguay, Venezuela, Surinam y Guyana, cuya población conjunta alcanza los 380 millones de habitantes, con una deuda externa superior a los 600 millones de dólares, sobresaliendo las deudas de Argentina, Brasil y Venezuela, que en conjunto superan el 60% de lo adeudado por el ahora UNASUR.
La idea, de la entidad fue una de las tantas ideas de Chávez (léase Fidel Castro) que como la del Banco del Sur, nació nonata y por eso creo que se estafó a la mandataria chilena al entregársele la presidencia del organismo del cual no se sabe si sobrevivirá a los embates de las olas de problemas de la región.
La sede del UNASUR estará en Ecuador, uno de los países más inestables del continente y cuyo gobierno, por ahora, es manejado por otro loco. Pereciera que los ecuatorianos están signados por la mano de Dios a ser gobernados por orates como Arosemena, Bucaram y ahora Correa.
Las asimetrías culturales y económicas son otro de los problemas que encontrará Michelle Bachelet durante su presidencia. Uno de los países más lejanos culturalmente de Latinoamérica, en el continente, es precisamente Chile, cuya fuente principal de relaciones políticas, culturales y económicas es con estados Unidos, Asia, Europa, Oceanía y finalmente con sus congéneres de Sudamérica. Es más, los chilenos se creen los británicos de América del Sur y el resto de las naciones consideran a Chile como la Suiza de América, pues siendo un país pequeño cuenta con uno de los estándares de vida más altos del continente, con las mejores leyes sociales y paz y seguridad ciudadana, amén de tener un pueblo fuerte y trabajador producto de los embates de la naturaleza en contra del país. Cínicamente, los chilenos dicen que cada embate de la naturaleza: terremotos, erupciones volcánicas, maremotos, riadas, inundaciones, le sirven al país para aumentar el PIB.
III.-
Los países del nuevo bloque de Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) viven en un caldero político muy difícil de superar pues desde la asunción de Hugo Chávez Frías al poder en Venezuela, hace 10 años, se ha declarado una virtual batalla ideológica entre tres modelos político-económico-cultural diferentes. Por un lado, entre los miembros del UNASUR tenemos un bloque creado por Argentina, Bolivia, Ecuador y Venezuela que propician un socialismo que se quedó en el Jurásico de la política: estaliniano, antidemocrático, contrario a la libre competencia y retardatario. Por otro lado, tenemos un grupo que aboga por el socialismo social demócrata que cree en la libre empresa y la libre competencia pero que enfatiza sobre la necesidad de la justicia social. En este grupo estarían Brasil, Chile, Paraguay, Surinam y Uruguay; Colombia se caracteriza por el liberalismo económico y democrático y finalmente, a Guyana la podríamos considerar como una república más cercana a la social democracia.
Dentro de estas naciones existen graves conflictos de tipo político-militar más que económico. Además, la inestabilidad política es un grave problema para la toma de decisiones a futuro. Por ejemplo, en este momento, hay inestabilidad en Venezuela, Bolivia y Ecuador. El Presidente Chávez, quien ha reiterado que gobernará hasta el año 2022 (se cree Dios, pensando que vivirá hasta esa fecha) amenaza constantemente a Colombia y otras naciones del continente, con declararles la guerra. Firmó recientemente con Bolivia un pacto militar que deja en sus manos el manejo de las FF.AA. del país del altiplano y llega a la ridiculez de crearle una academia naval cuando todo el mundo sabe que Bolivia no tiene Mar aunque, éste país ha dicho reiteradamente que Chile debe devolverle la provincia de Antofagasta. Chávez dice que se bañará en un mar boliviano lo cual aleja casi toda posibilidad de entendimiento con Chile, país que cuenta con la maquinaria militar más moderna y perfecta de Sudamérica.
Por otro lado, tenemos a Perú que se querelló contra Chile ante el Tribunal de La Haya por límites marítimos que ya habían sido negociados y ratificados. Colombia tiene problemas con Ecuador pues su gobierno ha dado asilo a las guerrillas de las FARC y del ELN, así como lo viene haciendo Venezuela desde hace mucho tiempo. Venezuela, por su parte, le ha reclamado territorios a Colombia y a Guayana Esequiba. En otras palabras, será muy difícil para la presidenta Bachelet lograr la unidad de estas naciones las cuales en cualquier momento pueden encender la mecha de un conflicto bélico.
También, hay que hacer notar, que el bloque nace nonato debido a que Colombia, con justa razón, no quiso adherirse al recién creado Consejo de Defensa, lo cual no deja de ser obvio teniendo problemas con sus vecinos. En todo caso, el grupo se dio 90 días para decidir el formato y funciones de dicho Consejo.
IV.-
Uno de los graves problemas del subcontinente es el de creer que todo se soluciona con comisiones, organismos, acuerdos multilaterales, etcétera, en circunstancias de que el problema es más radical: se necesita una toma de conciencia cultural sobre los valores de la democracia y hacer que los gobiernos sean menos presidencialistas, más abiertos y participativos.
En la actualidad, estas mismas naciones cuentas con organismos multilaterales de cooperación económica y política como la ALADI (Asociación Latinoamericana de Integración), la CAN (Comunidad Andina de Naciones), MERCOSUR, Grupo de los Tres, ALBA, Grupo de Río, OEA, etcétera y la verdad sea dicha que ninguna ha logrado crear o emular una sociedad de naciones de América Latina, Sudamericana, o Pan Americana que se asemeje a la Unión Europea, que costó dos guerras mundiales, vencer al fascismo, al comunismo y cincuenta años de negociaciones. Y, lamentablemente, Sudamérica no tiene la capacidad cultural ni política de Europa, salvo, talvez dos excepciones, Chile y Uruguay.
Todo lo anterior significa que la tarea que se echó sobre los hombros la Presidenta de Chile es inmensa. Uno de los hándicaps más importantes para la puesta en marcha de la nueva institución es el Presupuesto. Los creadores de UNASUR se olvidaron de aprobar uno y, realmente, nadie sabe como se financiará la Secretaría en Ecuador, la cual, seguramente, contará con cientos de burócratas ilustrados.
Bachelet tendrá que hacer que el niño supere su primer año de vida y lo deje caminando, como caminan los niños de un año. O, también, cabe la posibilidad de que se le muera antes del año. El peligro está en Chávez, quien de padre putativo del niño puede transformarse, fácilmente un parricida, si no le gusta el rumbo que le de Bachelet.
Las apuestas están echadas. No solo la presidenta Bachelet ha puesto en juego su honor y eficiencia política al asumir esta responsabilidad, sino que también Chile como nación, que ahora tendrá la oportunidad de aprender sobre lo que es Sudamérica…
Haberse dejado secuestrar por la derecha funcionalmente analfabeta el presidente García, lo hace aliado del expansionismo chileno.
Tranquilos mis peruanitos! por que temer a Chile y a su ejercito? Acaso no tenemos ejercito? Si, si tenemos y glorioso, ejemplar, valiente, ganador de guerras pasadas. Cúal? A no se! pero en el colegio nos decian que era glorioso y ahora también lo dicen. Y he escuchado una frase que le biene como anillo al dedo al Glorioso Ejercito Peruano y dise asi: VALIENTES PARA MATAR; COBARDES PARA MORIR. Mejor calificado este ejercito no podria ser. Viva el Perú justo, viva su ejercito y viva facundo tambien.
Pero al final mis queridos paisanos si nos invade Chile, el pueblo peruano luchara, como siempre lo a hecho. El ejercito peruano nunca defendio al pueblo, por el contrario siempre lo asesino, lo mascro y sirvió y sirve para proteger a un grupo de miserables usufructe lo que es patrimonio nacional y riqueza nacional.
Que importa que se lleve Chile las riquezas (con Guerra) o que se las lleven los imperialistas (en tiempos de paz)
Perú tiene todas las condiciones como nación para potenciar su arsenal bélico.
La decisión de Toledo de no comprar armamento era por que en ese momento se necesitaba estabilizar la econmía.
Ahora es deber del estado revertir esa decisión, por que ahora la economía es diferente.
Hay que hablar con Bolivia con seriedad y proponer negocios que nos beneficien a ambos como naciones, porque ese es la táctica con el que a trabajado Chile hasta ahora: "Negocios", y lo han demostrado con todo lo que han hecho en inversiones en nuestro país.
Habría que considerar en compartir una zona para que hagan su puerto y con ese motivo crear un plan de crecimiento mutuo.
Si Perú no se apura Chile lo hará, esto es como un ajedrez, el Perú puede llegar a un punto en que ya no pueda realizar un cambio al destino que se está armando en el tablero.
Publicar un comentario