lunes, 1 de junio de 2009

La Comunidad Andina

Por Manuel Rodríguez Cuadros

Desde 1980, en el Perú, curiosamente el país con mayores intereses no sólo económicos sino históricos y estratégicos en el proyecto subregional, se viene produciendo un ataque sistemático e ideológico contra la integración andina.
La premisa falsa que denota el extravío nacional de estos análisis es la siguiente: con la globalización los intereses nacionales se diluyen, ya no es “moderno” pensar en proyectos nacionales, subregionales ni regionales, pues todos ellos suponen un voluntarismo que da protagonismo a los estados frente a los mercados. Y como éstos funcionan a escala global, la verdadera integración es con el mercado mundial y eso se obtiene unilateralmente, eliminando los aranceles y los esquemas de integración que para ese objetivo se conciben como un obstáculo.
Este es el pensamiento implícito de quienes desean asistir a los funerales de la comunidad andina. Más allá de ser a nivel teórico un pensamiento del pasado, es una opción contraria a los intereses nacionales del Perú.
Hay en el raciocinio mucho de ideología y poco de objetividad. Se opone falsamente Estado nacional versus liberalización del comercio. Estados Unidos y la Unión Europea son la prueba en contrario, ellos no se desarman arancelariamente de manera unilateral. Negocian la liberalización, en función de intereses nacionales. Como debe hacerse.
Hay también una suerte de mentira sagrada en el análisis de los mercados. Se mitifican los mercados extrarregionales, presentándolos como panaceas universales, desde mercados ciertamente importantes para el Perú, como los de EEUU, la China o Europa, hasta los insignificantes como Corea del Sur, Tailandia o Singapur. El mensaje es: los mercados alejados de la región, de nuestra región, son los valiosos; los nuestros irrisorios.
Pero esa no es la verdad. La realidad dice lo contrario. Según los últimos datos de la Cepal, al 2007 el principal mercado de las dinámicas exportaciones del Perú fue América Latina con 20.6% del total (5,725 millones de dólares), seguido por los EEUU, 19.4 %, y por la Unión Europea 17.1%, muy atrás viene la China con cerca del 8%. El mercado latinoamericano, incluida la Comunidad Andina, a pesar de la política exterior y el discurso ideológico en contra, es el principal socio comercial del Perú.
No es cierto el fracaso económico de la CAN. Se ha consolidado una zona de libre comercio que es muy significativa para los intereses de la economía nacional. El comercio andino es un enorme patrimonio histórico y vale más aún por su alto componente de manufacturas. Otra cosa es que, por culpa de los gobiernos de Fujimori y Alan García, el proyecto de la unión aduanera y el mercado común haya encontrado inviabilidad. Pero aun en ese caso, no veo que los defensores de la extra zona exijan una unión aduanera con Estados Unidos o Europa. La CAN es sin embargo mucho más que el comercio, es para el Perú un factor estratégico de su inserción sudamericana.

5 comentarios:

Patricio Lynch Solo de Saldivar dijo...

Un peruano responsable del CAN!!!! jajajajaja que divertido....Jajajaja

Miren como tienen a su pobre y penoso paisito...y van a liderar una OI....Juajauajuajauajaujaua

Pucha que son buenos humoristas estos cholos!!!

Saludos.

JAjajajajajajajaa conr azon Chile no aprticipa y prefiera tener mas de 47 TLC con los principales paises del mundo....JUjaujauajauaa

Gerardo Cailloma dijo...

La desmantelación de la CAN empezó un poco con el segundo gobierno de Belaunde y luego se dio con la liberalización de la economía con un evidente sesgo de economía de mercado. En 1976, Chile se separó del todo gracias a las ideas neoliberales de Büchi, que lograron un fuerte respaldo en la economía de ese país gracias a la polarización de la sociedad mundial (guerra fría). A la caída del Muro de Berlín dichos intereses cambian y ya no es un fenómeno geopolítico, sino de estrategia seudoacadémica, colocando gobernantes neoliberales en diversos estados que tuvieron marcados conflictos sociales y fueron acompañados de un bagaje universitario "de polendas": Harvard, Princenton, etc.. En la estrategia de los 80 y 90, la idea era colocar el mayor número de estos estadistas en nuestros países; algunos subieron "legalmente" en países que tienen poca tradición de democracia formal. Estos se encargaron de desmantelar cualquier forma de bloque económico, puesto que es una posible competencia de mercado; mucha gente puede actuar con desprecio, pero los que están en la verdadera dinámica nunca lo piensan así, saben que el mundo da vueltas y que hay que cuidarse. Ahora un fuerte replanteamiento que ha arrastrado a todos los neoliberales a maquillarse con nuevas e interesantes propuestas, eso que llaman reingeniería o reinventarse. Estamos en una verdadera crisis a todo nivel, esto conlleva a que tengamos diversos mensajes de zozobra que harán dubitar a todos. Espero que las cancillerías puedan orientar, espero, a la dirigencias para poder actuar por el bien común.

AYAR dijo...

Pero si la integracion andina no le conviene ni a los limenos, menos a los espanoles, argentinos, chilenos,brasilenos,¿quien entonces van a cuidar los ninos de las mujeres de esos paises?, ¿y quien hara el trabajo bruto que los hombres de esos paises no quieren hacer?.
A quien van a sonsear tanto como a los andinos, en casi todo sector pasando tambien por muchos de sus intelectuales que los usan para mantener las cosas como estan.
Por otro lado el tejido productivo del Peru tiene que ir viento en popa , por que ya se imaginaran que en otros paises estan mas preparados y estan esperando tranquilamente el boom del consumismo por esos lares para llevar a sus empresarios a cubrir las ofertas.
Y claro esas estrategias que usan para lograr mantener esto repercute a todo nivel, porque se supone que los emigrantes de cualquier sector deberian traer las buenas nuevas , para ayudar al Peru pero ya se las saben todas y son los mas controlados y desviados y manipulados para llevarlos a velar por sus propios intereses y se quedan de emprendedore que no emprenden lo que podrian, por lo tanto ya podran ser muy emprendedores que donde lleguen les haran la vida imposible hasta remitirse a las consecuencias de ser inmigrante y peor si eres listo.
A no ser que fuesemos como los italianos y sus mafias que al final les han compensado.
O nos avivamos o siempre nos diran para que se dejan, tontos y se van tan panchos, jurando que somos los culpables nosotros mismos.
saludos.

cocumen dijo...

Sucede que los paises desarrollados solo esperan del Perú como de otros países del tercer mundo sus recursos naturales, materias primas, comoditties. Para esos están diseñados los TLC, para que unas naciones abastescan de minerales, petróleo, productos agropecuarios, productos pesqueros a otros paises industrializados que convierten esta materia prima en productos con alto valor agregado y protegido siempre con patentes, royalties, copy right, para luego venderlos al mundo con altos márgenes de ganancia. Está comprobado que los paises que dependen de los bienes que la naturaleza provee generosamente están condenados a ser pobres, por siempre, por cuanto el valor de esos productos siempre es el subsistencia, el precio más bajo dentro de la cadena productiva.

En cuanto a la CAN debió de servir como un primer paso anter de integrarnos al mundo vía globalización, pero lamentablemente su exito ha sido relativo en todos los años que viene funcionando esta institución, producto tal vez a nuestra inmadurez política de la región o falta de liderazgo, pero el punto concreto es que no ha funcionado como vehículo de desarrollo regional.

El Viejo dijo...

Solo los diezmados intelectualmente estarán en contra de todo tipo de integración latinoamericana, porque creen que esta bien ser la chacra de los paises del norte, porque las mayorias mestizas no merecen elevar un bajisimo nivel de vida y porque consumir basura ideológica subsidiada por la CIA esta bien. Los "canes" de esta agencia harán lo posible e imposible para que en nuestra tierra no se desarrolle tecnología ni industrializarnos nuestra bananera economia. Kissinger debe estar muy feliz.