martes, 14 de abril de 2009

La democracia no es idiota

Suena irónico que la ministra del Interior diga que el gobierno “no variará su estrategia en el Vrae”.
Si el desfile de ataúdes y el goteo de cadáveres y la retahila de emboscadas impunes son una estrategia, habría que preguntarse si no será una parecida a la que concibió Nicolás de Piérola para defender Lima de las tropas chilenas.
Los que saben del tema no dudan en decir que en el Vrae no hay un planteamiento militar vigoroso para derrotar a la chusma armada que habla de comunismo y trasiega con coca para el tráfico.
Lo que está ocurriendo es que el ministro de Defensa, que del tema sabe lo que mi abuelita sabía de teoría de la relatividad, cree que poner énfasis en “el asunto social” es ser moderno y sofisticado. Y que cargar las tintas en “el asunto militar” puede llevar a excesos, es políticamente incorrecto y puede darle a las Fuerzas Armadas más protagonismo del que les corresponde.
Grave error de cálculo. El problema es que “el asunto social” no funcionará ni siquiera como propuesta si el narcobandolerismo no es derrotado y segado de raíz.
¿Qué hacemos con llevar Estado a ese escenario si ese mismo Estado es incapaz de controlar a los asesinos?
¿Le vamos a dar al senderismo coquero que nos queda postas médicas y escuelas para que las vuelen? ¿Gobernadores para que los maten? ¿Garitas aisladas e incomunicadas para que se ensañen con ellas? ¿Cultivos alternativos para que venga una horda y los queme y dinamite los almácigos?
¿Qué clase de estupidez es esta?
¿Hay gente que trabaja para Sendero o que desea que Sendero avance?
Porque, según las informaciones más contrastadas, en el Vrae ni la policía ni las fuerzas militares tienen la logística adecuada o la Inteligencia que sería de esperarse en una zona de guerra.
El foquismo coquero en que degeneraron las FARC empezó más o menos como es el Vrae hoy. Un Estado con sentimientos de culpa, unos gobernantes atrapados en su indefinición, un discurso castrosindicalista que las FARC emplearon para sumar gente y crear “zonas liberadas”.
Las FARC tuvieron la ventaja de venir del heroísmo: eran la contestación armada y moralmente legítima a décadas de asesinatos perpetrados por la derecha colombiana y se inauguraron poco antes de que el Che ensayara sublevar a los bolivianos. Que esos varios Vietnam, de los que hablaba el Che, se convirtieran en varios centros de maquila fue una de las más despiadadas cachitas del destino.
En el Vrae lo que se ensaya es una Tijuana en plena jungla, un Medellín que dé al río Apurímac. El concho prontuariado de Sendero no tiene allí ideas sino intereses. Y no se enfrenta a los asesinos de Gaitán, como en Colombia, sino a una democracia que no puede esperar a otro Fujimori que pretenda sacarle las castañas del fuego a costa de una infecta satrapía.
Los policías y militares en el Vrae no tienen ni las armas necesarias ni el aparato de comunicaciones adecuado. Y el sistema de recolección de datos está paralizado por el miedo que Sendero ha impuesto y los bajos presupuestos destinados a esa tarea vital. Ya no hablemos de la escasez de helicópteros, de la incompetencia para diseñar desplazamientos o de la infiltración senderista que padecen las fuerzas del Estado.
El hecho de que Javier Velásquez Quesquén haya propuesto que una delegación parlamentaria vaya al Vrae, es un gesto positivo pero ingenuo y peligroso. Una zona como esa no se visita con esquelas ni anuncios en la prensa. Más práctico sería que el Vrae visitara al Congreso. Y eso se podría lograr llamando a especialistas como Jaime Antezana para un ciclo urgente de conferencias y a unas sesiones más cerradas de información clasificada.
Sendero fue el cáncer polpotiano del que nos libramos. En el Vrae hay una enterocolitis que amenaza tenernos secuestrados en el baño.
La democracia tiene el deber de demostrarle al país que no es idiota ni distraída ni atarantable.
Que no requiere, en suma, de las cirugías mayores que nos ofrecen los caudillos de ocasión.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

El fracaso en el VRAE no es de nuestro ejercito, sino del gobierno, que no tiene decisión política ni estrategia. Como consecuencia de esto nuestros soldados combaten con un solo helicóptero, con novatos, con patrullas abandonadas en la selva dominada por los narcosterroristas y bajo la amenaza de ser perseguidos por las ONGs.
El presidente García deberia ponerse al frente de esta lucha en defensa de la democracia y trazar un rumbo claro hacia la victoria definitiva. No repita usted el error de su primer gobierno.

Anónimo dijo...

NO ENTIENDO CUAL ES EL BLOG OFICIAL DE HILDEBRANDT !!

ACA HAY OTRO IGUAL A ESTE BLOG!! Y ADEMAS TIENE LICENCIA...CUAL ES EL VERDADERO?

http://hildebrandtysusopiniones.blogspot.com/2009/04/la-democracia-no-es-idiota.html

Anónimo dijo...

Ninguno es verdadero, pero al menos este es más decente.