miércoles, 22 de octubre de 2008

Cuaderno de bitácora

George Bush en Washington, Fritz Du Bois en Lima y Alan García en la luna estaban convencidos de que el mundo navegaba con la esbeltez del Queen Mary rumbo a las islas Paraíso, el último archipiélago de Oceanía convertido en Estado adjunto por la bandera de las barras y las estrellas.
Pero, de pronto, la tersura del oleaje se terminó y una bruma casi del color de Obama invadió la cubierta de Primera y hasta la cabina del gran capitán, es decir Dick Cheney en traje de almirante Nelson (aunque con un loro al hombro, como homenaje a sus ancestros). La taza de agua, entonces, se convirtió en tasa de desempleo y la mar serenísima de Francis Fukuyama cedió el paso a una tormenta perfecta.
Con lo que los gritos de los pasajeros pidiendo margaritas con zumo de sandía se silenciaron y, en vez de ellos, se oyó el pitido de los telégrafos solicitando auxilio a la vieja y despreciada nave remolcadora y rompehielos del Estado.
No sólo eso: en pleno zafarrancho de emergencia, dos espectros pudieron divisarse mientras se dirigían, decididamente, a la torre de mando. Uno usaba muletas y tenía el ceño fruncido y el otro era aún más alto que el primero y llevaba dos libros sujetados con la mano izquierda. Uno era el fantasma beatífico de Franklin Delano Roosevelt y el otro tenía el rostro de John Maynard Keynes. Los pasajeros en la cubierta de Primera no cesaron de aplaudirlos.
Hubo algunos borrachos, claro, que dijeron que la culpa de esta travesía pirateada por la calamidad la tenían las capitanías de puerto y los ministerios de marina y de turismo –es decir, el Estado- por haber “exigido” a los constructores de la embarcación plazos perentorios que impidieron dotarla de radar, sonar y lanchas salvavidas suficientes. La mayoría, sin embargo, no se creyó esos cuentos de sirena. Y menos se los creyó cuando se enteró de que el capitán de la nave, el tal Cheney, había sobornado a los vigías para que no hicieran su trabajo ni ralentizaran el andar de la nave con algunas advertencias innecesarias, del mismo modo que el banco de hipotecas Freddie Mac le pagó a una consultoría republicana, más podrida que Arthur Andersen, para que no dijera nada sobre sus cifras reales.
En este mare mágnum de una crisis que amenaza con ser el mare nóstrum por mucho tiempo, hay un sector de la tripulación –el que sustraía fondos de la Intendencia- que insiste en que el falso almirante Nelson debe quedarse como capitán y que el rumbo hacia el archipiélago llamado Paraíso no debe cambiar, aunque la niebla se ennegrezca más y el sargazo deje de ser sólo una sopa inmovilizadora y empiece a cubrir los ojos de buey. Ese sector que se le ha amotinado a la razón parece estar encabezado por un oficial de mar de apellido italiano, de posible origen peruano y que alguna vez –dicen- tuvo unas aventuras dignas de Sandokán en una pequeña isla, carente de soberanía, llamada Frontón.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

La actual crisis financiera internacional, ha puesto al descubierto las imperfecciones del sistema financiero encargado de administrar el desarrollo y los recursos de nuestro planeta.

El gobierno de Cuba, que protagoniza una crisis permanente generada por su incapacidad de incentivar la producción, ni medidas concretas que fomenten el desarrollo, lanza vítores al ver los problemas financieros por los que atraviesan los países más desarrollados. Ésta actitud, demuestra la ignorancia financiera, y el poco conocimiento de política económica, que viene a confirmar, que la pésima situación económica de Cuba durará el mismo tiempo, que dure en el poder la actual Dinastía.

A lo largo de la historia del capitalismo, a quedado demostrado con hechos su capacidad de fomentar el desarrollo y la producción, no así, el antiguo régimen socialista desaparecido con la antigua Europa del Este, llamado según sus defensores a salvaguardar a los más desfavorecidos, cuando en realidad, todos aquellos que se regían por sus principios económicos, quedaban condenados a ser desfavorecidos eternamente.

La actual crisis financiera tiene solución si observamos las causas que la han creado, solo cabe preguntarse: ¿dónde está el dinero de los bancos?
La acción conjunta de muchos prestidigitadores, han hecho que desaparezcan esas gigantescas sumas de las grandes arcas.

Eso es lo que le hacen creer al mundo el FMI, y todos los gobiernos que protagonizan ésta crisis, que todo ha sido de repente, que no se ha visto venir, y que por arte de magia, los bancos han caído en la banca rota.

Sí, hay una crisis que amenaza a la humanidad, y no es precisamente la crisis financiera, sino la crisis de la inoperatividad de los gobernantes, la crisis de la negligencia y la irresponsabilidad, la crisis de la falta de humildad y solidaridad, la crisis de la ineficacia de las organizaciones internacionales, encargadas de administrar la justicia financiera, y política.

Si analizamos los índices de crecimiento económico anuales por países, observaremos que los países desarrollados crecen menos, que los países en desarrollo, esto demuestra, el carácter democrático del actual sistema financiero, otorgándole la oportunidad a los más desfavorecidos de alcanzar, o por lo menos acercarse, a los niveles de los favorecidos, por lo que el mecanismo funciona, solo que hay algunas piezas que necesitan ajustes, pues aquellos avaros, egoístas, y acaparadores, han hecho algunas modificaciones que hacen que el mecanismo no funcione en armonía, trayendo como consecuencia su colapso, que para confirmar la eficacia del sistema financiero capitalista, ese colapso afecta en mayor medida a los más desarrollados, como tratando de hacer justicia. Esas piezas modificadas, han hecho que los bancos propicien el enriquecimiento aún mayor, de los ricos, por encima de la posibilidad del momento financiero, aún a riesgo, de auto-aniquilarse(los bancos).

En pocas palabras para un buen entender, las hipotecas no pueden ser superiores, a la media del poder adquisitivo de la población (momento financiero).

Por otra parte, hay que analizar el momento financiero internacional, con el protagonismo cada vez mayor del Euro.

Esta moneda que en un principio despertaba todo tipo de escepticismo, sobre todo inclusive, en la propia Europa, ha venido a ser el rival más importante del dólar, a lo largo de la historia financiera universal.

La depreciación del dólar frente al euro, llevaba un curso fijo, y sin posibilidades de cambio. Todo esfuerzo por incrementar el valor del Dólar frente al Euro, era infructuoso.

Visto esto, cabe la posibilidad de plantearse la siguiente hipótesis, (y digo hipótesis, pues difícilmente pueda conocerse la verdad, pues como todos sabemos, estas decisiones siempre permanecen en el más estricto secreto) de que ésta crisis haya sido intencionada con tal de hacer frente al incremento incontrolable del valor del Euro.

Muchos se preguntarán, ¿cómo una crisis puede salvar una moneda?

Pues si analizamos que los esfuerzos por revalorizar al Dólar frente al Euro fueron innumerables, cabe la posibilidad, que los grandes financistas, en sus desatinos, intentasen salvar al Dólar a cualquier precio, inclusive, por encima del sufrimiento y el pesar de los pueblos, los que siempre llevan la peor parte, y en una estrategia al más puro estilo de un jugador de póker, hayan hundido definitivamente al Dólar, para arrastrar en su hundimiento al Euro y al resto de las monedas, para luego poder darles alcance, y recuperar esa hegemonía, que durante siglos ejerce sobre el sistema financiero internacional.

Es la única explicación lógica, a que se hayan otorgado hipotecas a mansalva, y que hoy tratan de engañar al mundo de que la crisis no se vio venir, que ha sido de repente.

Por lo que se hace necesario crear los mecanismos, para que los prestidigitadores no puedan hacer desaparecer el dinero de las arcas.
Esa sería la verdadera solución, para que no se pueda repetir nunca más, una crisis financiera como la actual.

Entonces era cuando deberían haber actuado los gobiernos, para impedir que los precios de las viviendas estuviesen por encima del momento financiero, y evitar con ésta regulación la actual crisis.

Si todo esto es doloroso y bochornoso, más bochornoso es que los gobiernos intenten solventar ésta crisis, inyectando liquidez a los bancos, pues las consecuencias de éstas medidas las pagarán como siempre el pueblo, ya que estas medidas traerán como consecuencia las subidas de tipo de interés, subidas de impuestos, etc., etc., y el dinero desaparecido, seguirá en poder de los prestidigitadores.

Nadie se atreve si quiera a nombrar la idea de regulación sobre el enriquecimiento, y mucho menos, con carácter retroactivo.

Eso sí sería justo y digno de alabar, que se les haga devolver a los prestidigitadores, la parte proporcional que obtuvieron por encima del momento financiero, devolviendo la liquidez a los bancos.

Pero no, es más fácil quitarles el dinero a las familias, a los obreros, al pueblo en general, que quitárselo a aquellos que siempre han sido ricos, y hoy gracias a la ineficacia, a la inoperatividad, se han multiplicado sus riquezas, por encima, y vuelvo a repetir, de las posibilidades del momento financiero. Las familias se encuentran pagando una vivienda, que llegará a desvalorizarse, en gran medida con relación al valor de la hipoteca.

Con todo esto se puede afirmar, que el modelo financiero capitalista es democrático, los que no son democráticos, son quienes lo administran, o mejor dicho, lo mal administran.

Bruno dijo...

Todos obtienen lo que merecen, sino veamos que presidente nos hemos merecido. Ahora y desde siempre. Otra cosa, el que puede puede y el que no....que escriba. Llegara un momento que tambien se escribira sobre caidas. Salud.

Anónimo dijo...

Resucitemos a Velazco, refundemos el Sinamos con Hildebrandt a la cabeza

Anónimo dijo...

Cesitar, te pusiste tu traje marinero, y asido de la mano tu nana alemana; que infla desesperadamente tu pato de goma, para ponertelo por el cuello y te salves de la debacle que no se vio desde los tiempos biblicos de Noé. No desesperes, la naturaleza es sabia y hara el milagro de convertir el blanco en negro. digit?

Anónimo dijo...

Me da pena este periodista en que se ha convertido. Era tan respetado en la epoca de Fujimori, y en lo que se ha convertido ahora. Un trapo de hipocresia y estupidez. Como si las cosas que dice fuesen novedad y unicas, muy triste.

Juan A. Cavero G. dijo...

"Con todo esto se puede afirmar, que el modelo financiero capitalista es democrático..."
Aldo eMe (a quien el apellido le queda demasiado grande) nos quiere hacer creer que estamos viviendo casi en el paraíso financiero, y que debemos insistir en más de lo mismo. Una muestra: un país pobre como el Perú se da el lujo de hacer inversiones especulativas con los fondos previsionales, cuando las AFP debieron haberlas dedicado a invertir en empresas productivas dentro del país, dando trabajo a nuestros compatriotas. Claro, el modelo financiero "capitalista y democrático", que propugna el tal eMe, ordena que no se regulen los manejos de los bancos ni las AFP, por lo cual éstas últimas, invirtiendo en las bolsas extranjeras, han mandado al diablo buena parte de las aportaciones de sus afiliados. No les importa, a los eMes, Tafur, Althaus, y otros especímenes similares, que después el Estado, con la plata de los contribuyentes, tenga que cubrir el pago de pensiones de los afiliados perjudicados, como está sucediendo en Argentina.