domingo, 15 de junio de 2008

El gato con botas (chilenas)

Ántero Flores Aráoz era una buena imitación del Tucán.
Ahora es una réplica de Don Ninguno.
Y la verdad es que está haciendo muy bien este papel de esfumarse un poco cada día, este papel de ministro de Defensa indefendible.
Un grupo de diputados chilenos, pletórico de patriotismo de zarpa y corvo, parte del puerto de Arica a navegar por el triángulo marítimo que Perú reclama como suyo. Y lo hace a bordo de la patrullera chilena “Ortiz” y quien preside el grupete de esta marinería improvisada es nadie menos que el presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores de la cámara de diputados de Chile.
Cuando regresan al puerto-botín, salados por el viento y más chilenos que nunca, los espera un ómnibus militar que los lleva, por tierra, hasta el hito número 1 de la frontera –el hito desde el cual Chile aspira a soltar una línea recta que mire el horizonte para así engullirse los casi 36,000 kilómetros de mar que le hacen falta después de haberse tragado, históricamente, Antofagasta, Arica, Iquique y Tarapacá–.
Y desde allí parten los diputados navegantes hacia el mojón 19, que tanto honor les hace y que un camión peruano “contaminó” hace unas semanas en un incidente que ya se había aclarado satisfactoriamente para Chile.
Cuando le preguntaron al presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores de Chile cómo podía definir la jornada, transmitida en directo por la televisión regional, dijo textualmente:
“Hemos visitado puntos que son soberanamente territorio chileno. Allá los peruanos si consideran esto una provocación. Siempre los peruanos van a reclamar por todo tratándose de acciones chilenas”.
Este patriota chileno se llama Renán Fuentealba y es toda una figura política dentro de la gobernante Concertación. Procede de la Democracia Cristiana, tiene respaldo popular y lideró el operativo de reafirmación soberana en la zona que el Perú supone que está en disputa en el tribunal de La Haya con la encantada anuencia del militarismo prusiano-fascista del “hermano” país.
¿Y qué hacía la señora presidenta de Chile mientras estos malos remedos civiles de Prats se mecían en la mar chilenísima del último zarpazo? ¿Se distanciaba la señora Bachelet de tales provocadores? No, al contrario.
Quien habló por ella fue la voz autorizada del ministro del Interior de Chile, don Edmundo Pérez Yoma, quien respaldó a los siete diputados de esta historia. “Eso fue un acto soberano del Congreso, un acto que no debería llamar la atención de nadie”. Punto y aparte.
Hasta allí, todo más o menos previsible.
Pero lo que no ha sido corriente ha sido la posición clueca, el gorgojeo con teñida de pelo incorporada del señor ministro de Defensa del Perú.
Firme como un chicle acabado de escupir, enhiesto como un ovillo de baby alpaca, viril hasta el carmín, don Ántero Flores Aráoz ha dicho:
“Felizmente los diputados chilenos han tenido prudencia y mesura. Han cumplido con no acercarse antes de los cien metros del hito 1, han estado solamente en el territorio que corresponde a Chile”.
No es una calumnia. La cita es literal y procede de un cable de la muy seria agencia noticiosa France Presse.
¿O sea que este señor aplaude el hecho de que los diputados chilenos no hayan cruzado la frontera? ¿Les agradece no haber estado en territorio peruano? ¿Y no dice una palabra en relación al periplo navegante por los 36,000 kilómetros de mar que Chile considera irrenunciablemente suyos, a despecho de lo que pueda fallarse en La Haya?
Disfrazado de venia, valido de Portales, Flores Aráoz ha dicho lo que Chile esperaba que dijera y lo que resulta coherente para el ministro de Defensa de un presidente que había dejado caer, días atrás, eso de “no vaya a ser que Chile se enoje”.
Pero allí no termina este cuento de gallinitas ciegas o turulecas. Apenas Flores Aráoz dictó el epitafio de su carrera como ministro de Defensa, Chile envió a Bolivia, en misión oficial, a su ministro de Defensa, José Goñi, quien debe reunirse hoy domingo con el presidente Evo Morales. ¿El motivo de la visita? “Estrechar lazos entre ambos ejércitos”, según comentario oficial del Ministerio de Defensa de Bolivia. Y es que mientras Alan García y Evo Morales se hacen desplantes públicos, la maquinaria castrense chilena sigue funcionando. Por la grieta de los últimos desencuentros entre Lima y La Paz se filtra el germen antiperuano de la política exterior de Chile.
Mantener a Flores Aráoz en el Ministerio de Defensa ya no es un error tragicómico. Es una felonía. Este gato con botas araucanas no debería tener, políticamente hablando, siete vidas. Con la que acaba de vivir ya nos ha avergonzado lo suficiente.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Sonrió todas las veces que veo muestras de nacionalismo o amor por la patria en alguna prensa. En especial, cuando ese chauvinismo bombardea a países como Venezuela y a sus donaciones. Es allí donde me pregunto que por qué no dan el mismo grito al cielo, cuando ingresan tropas norteamericanas a nuestro país. Pues, sinceramente, frente a esas cosas, el patriotismo parece salir huyendo y los intereses personales comienzan ha gobernar.
Porque –y, seguramente, muchos recién se enterarán ahora– siguen entrando tropas norteamericanas a nuestro país.
¿Y por qué, como antes ocurría, este blog no ha publicado los proyectos de resolución legislativa que autoriza el ingreso de dichas tropas?
Porque García y otros más, han encontrado la forma de que ingresen soldados extranjeros sin dejar huella. Ahora ya no envían proyectos al parlamento solicitando permisos. Ahora basta con un par de firmas y las tropas estadounidenses están esparcidas por todo nuestro territorio. (Las resoluciones ministeriales 526–2008–DE/SG y número 527– 2008–DE/SG son claros ejemplos de ello)
Por supuesto. Algo así no ocurriría si éste fuera un país en lugar de una colonia extranjera. Y, mucho menos, ocurriría algo así, si Antero Flores Aráoz fuese ministro de defensa. Porque don Antero –tan carismático y discriminador– no es ministro de nada. Él sólo es un gran cojudo que dice que sí a todo lo que hay que decir que sí. Y dice que no a todo lo que hay que decir que no. En otras palabras, hace lo que la gran mayoría de ministros hacen; no ven por su sector, sólo aceptan o rechazan si el presidente lo dice, o si les favorece a sus intereses personales. Es por eso que los ministros son calificados –muchas veces– de secretarios. Y terminan siendo, de una u otra manera, los salvadores del presidente. Pues asumen culpas que casi siempre no son propias, pero hay que decir que lo son ya que eso a todos les conviene.
Pero no nos salgamos del tema. Y el tema, aquí, es don Antero, el cargo de ministro de defensa que hasta hoy no ocupa y su inmortal cojudez –en la que parece graduado con altos honores– a la que le rinde homenaje diciendo que muy pronto vamos a alcanzar la capacidad bélica de Chile, como hace poco lo dijese a “La Republica”.
¿Es posible alcanzar la capacidad bélica de Chile?
Lo dudo. Esas declaraciones, seguramente, estuvieron inspiradas en el optimismo del señor García. Porque, seamos francos, alcanzar a Chile –en muchas cosas– es una utopía.
En el particular caso de defensa nacional, la utopía salta a la vista, cuando revisamos los presupuestos de ambos países. Mientras Perú, hasta el 2011, va gastar poco más de 654 millones de dólares. Chile, sólo en un año, gastará más de 1200 millones de dólares. Es decir; Chile gastará el doble, en un año, de lo que gastará el Perú en cinco años. Qué les parece.
Entonces, cómo es posible que don Antero Flores Aráoz hable de alcanzar la capacidad bélica de Chile. Pues, parece que este Garfield –con eso lo de igualar a Chile– se refiere sólo a la compra de un satélite que servirá, entre otras cosas, para vigilar nuestras fronteras, y para que en caso de guerra, seamos derrotados, ya no en 24 horas, sino en 36 ó, de repente, rezando, llegamos a las 48 horas.
Por eso –como decía al principio– el Perú no tiene ministro de defensa

Anónimo dijo...

Muy decadente comentario...Muy poco digno de un periodista.

Anónimo dijo...

si la gente fuess buena
los gobernantes tambien lo serian

las banderas solo sirven para limpiarse el c

Anónimo dijo...

por eso con justa razón nos dicen gallinas...

Estos "señores" deben tener pasaporte o DNI de Chile, no encuentro otro motivo, traidores y gallinas por no usar otro término.

Anónimo dijo...

Respetado César H, pienso que a mucha gente le inspiras eso del que carecen muchos periodistas acomodados y que pueden vender su conciencia al mejor postor minero-como lo hizo CPN radio-, es decir, credibilidad. La credibilidad es una variante inherente del hombre correcto y sensato, es una afirmación del hombre mesurado y comprometido con su país y con su gente. Cesar, no te conozco, pero estoy seguro que la catedra cotidiana que ejerces en el vértigo diario de política nacional ensuciada por quienes pretenden deshumanizarnos, ejerce un gran ejercicio mental que se diferencia de manera absoluta de tus colegas de la gran prensa que realizan-como bien lo dices-el periodismo agachado o el periodismo servil acompañado de sus preguntas gallináceas que no hacen sino confirmar el estado deplorable al que ha llegado este oficio, este oficio que tan bien supo ser llevado por Alfonso Tealdo, Ricardo Muller y disculpa si omito a algún otro destacado periodista. Y que ahora Usted, con César Levano y otros más, saben distinguir lo que significa hacer periodismo de lo que significa el periodismo en detrimento.
Don Alfonso Tealdo y Ricardo Muller no son de mi época-como joven que soy-pero he leído sobre ellos y no me queda mas que decir, que la maestría de sus ensayos, el aplomo con que encararon al político corrupto para desenmascararlo y poner al descubierto la coartada que bien camuflada la tenían, confirma la tesis de que cuando uno obra bajo un pensamiento libre y justo, no existe grupos de poder que penetre y vulnere ese nexo inequívovo, que no es otra cosa que el nexo que debe vincular al periodista con la verdad.
Siga adelante Don César H, no se detenga por favor, que su inspiración continua guiándonos a nuestra liberación.

Atentamente.

PEriodista BaCHiller de la Escuela de Periodismo Jaime Bausate y Meza.-

Lima, 23 de junio del 2007

Marcelo dijo...

Cesar, por lo visto te imprimieron el titulo de periodista en una feria de Tacna. No eres periodista, solo eres un peruano mas que estudio en una escuela pobre, donde para olvidar el hambre diaria se enseñaba a odiar a los chilenos. Eres un resentido y un mal seudo profesional.
Podras vender periodicos con tus titulares o columnas a la gente ignorante y pobre, pero aqui al nivel de internet no eres mas que un payaso con camisa.