lunes, 13 de julio de 2009

Recuperar la relación peruano-boliviana

Por Manuel Rodríguez Cuadros

Las relaciones peruano - bolivianas están en el peor momento del siglo. Se ha rozado incluso la posibilidad de una ruptura diplomática. El ultimo antecedente de una situación tan crítica se dio en 1909, cuando La Paz objetó el laudo arbitral del presidente argentino José Figueroa Alcorta, pero la crisis se resolvió por el acuerdo Polo - Sánchez Bustamante. Entre el Perú y Bolivia existen intereses permanentes que se derivan de la geografía, la historia, la cultura, la demografía y la complementación económica. No en vano durante cientos de años fueron una sola unidad administrativa y geo-económica.
Las relaciones han tenido hasta 2006 un alto grado de integración y entendimiento. En ese estado las recibió Alan García, luego que los presidentes Meza y Toledo suscribieran, el 2004, el Tratado general de integración y cooperación económica - social para la conformación de un mercado común entre Bolivia y el Perú y el Acuerdo para que el gas boliviano se exporte por los puertos del sur peruano.
Esto fue posible gracias a la visión estratégica con que la diplomacia peruana enfocó las relaciones con Chile y Bolivia. Aplicamos, en función de intereses nacionales permanentes, una diplomacia de integración profunda con Bolivia que, además, la juzgamos indispensable para plantear ante Chile la solución judicial de la delimitación marítima con la comprensión de La Paz.
En tres años se ha destrozado esa visión estratégica de la relación bilateral. Las crisis que se dieron en el pasado estuvieron vinculadas a la cuestión de límites. Tuvieron de alguna manera una razón de ser. La crisis actual no tiene bases objetivas. Es una crisis “ideológica”, en un mundo sin ideologías. Una suerte de anacronismo de la diplomacia sudamericana.
La diplomacia debe estar alejada de la pasión y la vanidad personal. Los presidentes y los cancilleres no se representan a sí mismos, sino a sus naciones, a sus Estados, a sus sociedades. Moral y constitucionalmente están impedidos de anteponer sus sentimientos individuales a los intereses de sus colectividades nacionales. En contra de estas reglas básicas, los dos mandatarios han llegado a extremos que ofenden a sus naciones y que afectan intereses esenciales de uno y otro país.
La animadversión entre Evo Morales y Alan García no debe traducirse en una situación de tensión crítica entre las Repúblicas del Perú y Bolivia y menos afectar a sus poblaciones (caso de los peruanos que residen en el Alto). Eso sería sustituir la diplomacia por la irresponsabilidad y la anti diplomacia, que ya se ejerce. Los cancilleres, por una falsa emulación de sus jefes, no deben imitarlos o superarlos en conductas que contradicen la razón del ejercicio de sus cargos.
Los presidentes García y Morales tienen la obligación de representar a sus pueblos y no a sus humores y antipatías personales. Ello implica dos cosas prácticas: 1. Dejar de hacer anti diplomacia por los periódicos, lo que incluye a los cancilleres. 2. En esa cura de silencio, indispensable para recuperar la buena salud de las relaciones, deberían nombrar dos representantes, con sensatez diplomática, para trabajar una agenda de “sanación” que empiece por recuperar el clima de respeto y confianza que nunca se debió perder.

5 comentarios:

Gerardo Cailloma dijo...

La diplomacia nuestra ha perdido gran rol protagónico desde los 80. La decadencia se ha dado en muchos planos y la falta de un canciller de polendas en los últimos años ha generado que seamos una suerte de paria en Sudamérica; salvo con Colombia, nuestras relaciones no ha sido del todo buenas, pese a que muchas de ellas han sido centradas en lo geopragmático como con Brasil. La decadencia trazada por Fujimori en nuestras relaciones con Ecuador y Argentina, y las recientes con Chile y Bolivia nos han colocado en una situación bastante suigéneris. Ya no tenemos personas de la talla de Mercado Jarrín o García Bedoya. Éramos una verdadera escuela diplomática. En fin.

Jus. dijo...

Nota: Entrevista a Pedro Salinas: Política actual. No se lo pierda.

http://libertadperiodistica.wordpress.com/2009/07/14/entrevista-a-pedro-salinas-politica-actual/

Anónimo dijo...

Mucha de esta crisis peruana-boliviana se la debemos a Evo Morales con sus comentarios sarcásticos y matizados con sus malos chistes dirigidos a su enemigo gratuito alan Garcia. No sé hasta que punto un presidente de otro país puede criticar a otro sólo por pensar diferente, a menos que para comprender mejor utilicemos la lógica trasnochada de Humala con toda su retórica de lucha de clases y dictadura del proletariado y odio visceral a todo aquél que no sea de raza cobriza

Rolando dijo...

La vanidad con que se manejan a si mismos esto dos presidentes de Peru y Bolivia hacen que se olviden que solo son representantes de dos pueblos hermanos con raices similares y que ellos pasaran y les dejaran "sus" problemas a sus respectivos pueblos. Dejaran sentada una enemistad que no debió ser y que beneficiará eventualmente a nuestro vecino o vecinos del sur. Me apena agregar que a nuestro presidente Garcia le ha faltado grandeza para "enfrentar" al "pequeño" presidente boliviano y no ha sabido dejar a los que saben manejar (a los de Torre Tagle) los enconos del señor Evo Morales.

Andrés de Santa Cruz dijo...

Asi como los curdos son al curdistan, como moldavia son a Rumanía, como la alemania oriental era para la alemania unida, asi es bolivia para el perú.
ese departamento peruano nunca podrá formar una nación igual como nunca sera el Perú, si es que antes ambas no se reunen.