jueves, 3 de abril de 2008

El grado de inversión de Canal 11

Felizmente dije que no. Me refiero a lo de Canal 11. Esos chicos, por llamarlos de alguna manera, terminaron, como se sabe, proponiéndome ser asesor de sus programas noticiosos y periodísticos. Me negué porque, como lo dije en público, no me pareció correcto aceptar que me pagaran para estar fuera de la pantalla. Además, como que a mí las asesorías no me van. Soy de los que piensan que las decisiones importantes se toman siempre a solas.
Y, además, ¿a quién iba a ­asesorar? ¿A Patricia Lozada, conductora del programa estrella de RBC Televisión, ese titulado “¡Qué tal raza!”, santa damita que es esposa de Miguel del Castillo, conspicuo hijo de don Jorge del Castillo, gerente financiero de Canal 11? ¡Qué ocurrencia! ¿Cómo se puede asesorar a quien cada noche –me dicen– demuestra ser inmejorable en la pantalla? ¿Podía acaso atreverme a pensar que iba a asesorar a Wílder Orbegoso, ese prodigio de la fabla? ¿O es que alguien puede creer que ese noticiero de RBC necesita ayudantías cuando la perfección lo reclama como suyo?
¿O es que me proponían, ­acaso, asesorar a Luis Alfonso Morey, gerente general de RBC Televisión, joven de sólidos principios que fue Director de Cable Canal de Noticias, jefe de César Campos en esos manglares del niponismo azucarado, defensor público del sumamente pútrido ­Eduardo Calmell del Solar, prologuista de Fujimori en el libro “Fujimori vuelve”, autor neto de “El regreso del Chino: el nuevo fenómeno Fujimori” (publicado en el 2004), partisano de la libertad de expresión desde su puesto de columnista en “La Razón”, héroe casi troyano de la independencia de criterio cuando trabajaba en Astros Televisión (Canal 23 de la UHF) y animaba “Esta noche” (circa 2002) junto a Jorge Morelli y con el patrocinio del tercamente reo Vicente Silva Checa, muchacho ajeno al manoseo del poder cuando fue voceado, injustamente, como el novio de Keiko Fujimori? ¿Qué se le puede enseñar a alguien con esa experiencia? Supongo, ­además, que el único consejo que Morey aceptaría es el de Jorge Nakasaki.
Pero lo que parecía ­una patinada sin daños colaterales, una marqueteada táctica comunicando a la prensa que había negociaciones con este columnista exiliado de la tele, una jugarreta más o menos notoria para que “Caretas” se ocupara de ­ellos, adquiere una dimensión de prólogo sombrío a la luz de lo que acaba de publicar el blog “Desde el tercer piso”.
En efecto, la publicación virtual que dirige José Alejandro Godoy ha señalado, con papeles de Consucode en la mano, que, respecto de la torta publicitaria estatal, RBC Televisión ha pasado, de cero soles en el 2007, a 283,967 soles en lo poco que va del 2008. ­¡Eso también se llama grado de inversión!
O sea que si RBC recibió 5,652 soles del Estado en el 2005; 6,394 en el 2006; y O (cero) soles en el 2007; ahora, con Miguelito del Castillo al frente de las finanzas, ha encontrado el paraíso con tetas, el maná de Rosita Ríos y el tesoro de la juventud en la arena de La Herradura.
Pero si uno da un pasito más en la ventana indiscreta de Consucode, se topará con una segunda sorpresa: la mayor parte de esa suma (249,000 soles) proviene del Ministerio del Interior. El rubro es como sigue: “Dirección de Economía de la Policía Nacional –PNP–/ Servicios de Publicidad Necesarios para la ­Ejecución del Plan de Estrategia Publicitaria Enero-Diciembre 2008. Fecha: 28 de Febrero del 2008. Suma asignada a RBC Televisión: 249,900 soles”. Y para que nadie pueda objetar el monto y el destino de esta marmaja que le quita a la miserable PNP el equivalente a dos camionetas de 44,000 dólares cada una, todo se ha tramitado –como sigue haciendo la agusanada Sunat con los medios de comunicación que quiere favorecer– por el atajo de los “servicios personalísimos”.
La otra fuente de ingreso fiscal de este Canal 11 tocado ahora por la suerte ha sido Petróleos del Perú, que ha contratado, apenas el 5 de marzo pasado, avisaje por 34,067 soles. No es gran cosa, pero es la primera vez en años que la empresa estatal del petróleo invierte en ­una estación de sintonía invernal. La vía también ha sido la de los “personalísimos” servicios.
¿No ven, neocones? ¿No ven cómo el Estado y la empresa privada pueden marchar juntos en aventuras comunes?

4 comentarios:

richardqt dijo...

Realmente es una decepcion que el Sr. Hildebrandt ya no regresa a la televisión vía Canal 11, “El canal positivo” (sera de balance contable positivo con ayuda de Jorgito Jr.). Pero por otro lado se salvo de reodearse de los personajes mas variopintos de la TV peruanan (Gian Carlo Vacchelli, Alfredo Gonzales) algunos hasta le dicen ahora el “Canal de los Freaks”. Imagínense como hubira sido el menú, arrancando con “Lucecita” meneando su poderosa curvilines humanidad, despues “El angelito” bailando a pedido del público, luego Alfredo comiendo su chanfainita en la Av. Canevaro, a continuacion Belmont dando el sermon de las doce pastillas reanimadoras mientras es venerado por su sempiterno acolito Wilder “care’cuy” Orbegozo. Y en el horario estelar el maestro Hildebrandt entrevistando a Antauro Humala y a Nora Bruce, en vivo dede el penal de Piedras Gordas, ah claro y con el auspicio del ministerio del interior. Uyuyuy

Anónimo dijo...

Realmente es una pena, mas para aquellos que necesitamos informacion precisa e imparcial, lo bueno es que podemos oirlo en radio y leer sus columnas, sino imaginense que seria.
Pero eso del canal 11 no es de extrañarse total ya nos hemos acostumbrado a que en el gobierno todo quede en familia.

Anónimo dijo...

A que pensamiento indivisible apelara el Chato para enunciar sus comentarios acerca de los amigos de Lucecita, me hubiese gustado ver al Chato en ese canal, aunque sea de recoge bolas, con la gente tan entusiasta de ese canal tan diferente al destilador de extremento del desague de la comunicacion que tenemos, ya se ven tan dificil estos supuestos animos de mejora, el Chato critico desea un television mormona de presentadoras virgenes y que anuncie San Pedro habitaciones en el Eden, Chato dictador de su moral de reglas enreglado sin diversion sin creatividad para desreglarse de su supuesta moral personal estigmatizada

Atte
Mikoy

Hatunruna dijo...

Aunque César Hildebrandt no es santo de mi devoción no puedo quedarme callado cuando lo critican con ridiculeces tan mal escritas.