martes, 2 de diciembre de 2008

Vergüenza en el Congreso

El señor Daniel Abugattás Majluf tiene, a veces, la coherencia de Moe, el de Los Tres Chiflados.
O sea que Carlos Raffo ha hecho –según las propias y desganadas palabras de Abugattás- “algo desafortunado, lamentable y censurable” (al visitar durante una hora a Rómulo León), pero, sin embargo, Raffo sigue siendo parte de la comisión que juzga ética y políticamente a quienes resulten involucrados en el caso de los petroaudios (donde León es figura estelar).
Fue triste escuchar ayer a la comisión que preside Abugattás respondiendo taradamente a las pertinentes preguntas de algunas periodistas. Y más triste todavía ver a Abugattás haciendo de escudero de Raffo, de matón de Raffo, de amigote de Raffo y, al final, de fugitivo de la prensa. Y todo porque, un par de horas antes, el muy persuasivo Víctor Andrés García Belaunde (mucho más García que Belaunde en este caso) fue a arengar a la comisión a que “no se dejara amedrentar por el Apra” y a que mantuviera a Raffo en su seno (que ahora parece el de Monique Pardo).
Como si de aprismo o de antiaprismo se tratara esto. Como si no se tratara de librarse de la plaga de ratas que ya llegó a la comisión Abugattás.
Pero lo peor de esta comedia en extremo vulgar ha sido la explicación que diera Raffo a Abugattás y a sus desteñidos secuaces de tongo y comisión.
¿Que cuál fue esa explicación?
Fue muy sencilla. Raffo dijo que fue hasta donde Rómulo León, con permiso del Inpe y de espaldas a la comisión, para decirle al picabolsos ése que no se preocupara, que él (León) no era el blanco de la comisión, que contra él (León) no era la cosa y que la meta de la comisión era, en realidad, “conocer las implicaciones políticas de todo este asunto”.
¡Como si León fuera a guiar a la comisión Abugattás al puerto de las conclusiones cuando lo que quiere es disfrazarse de sirena y distraer a los “comisionados”! ¡Como si a León le interesara que se descubriera a los padrinos de su mugre! ¿Raffo es o se hace? ¿Y Abugattás, ya es? Y Víctor Andrés, ¿a quién le quiere hacer la avioneta?
Lo que en cristiano quiere decir todo esto es que Raffo fue a decirle a León que no considerara hostil a la comisión Abugattás y que el tácito canje propuesto podía ser benevolencia congresal a cambio de un ventilador de mierda puesto a funcionar por el que fuera aprovechado sirviente de Canaán.
A más ventilador, más generosidad. A más mierda, más indulgencia parlamentaria. Como surtidor de tal producto, no dudamos de que León pueda cumplir con cualquier encargo. Lo que no sabemos es qué otras propuestas le habrá formulado su muy semejante interlocutor.
Y el pobre Abugattás se ha tenido que complicar en esta inmundicia. Deben haber sido órdenes, supongo. O Tánatos apoderándose de su voluntad (como en los tiempos en que tomaba litros de Red Bull y terminaba trompeándose con los fotógrafos). O arreglo con un sector del fujimorismo prontuariado.
O asesoría de Rospigliosi, el moralista invertebrado que tiene dos muertos en su clóset de ex ministro y fue consejero y apologista de un presidente alcohólico con parentela de ladrones y cuentas de Soros desaparecidas.
Carlos Raffo tendría que estar en la cárcel si la justicia peruana no estuviese contaminada hasta el tuétano del mal francés que mató moralmente a Alejandro Rodríguez Medrano.
Porque la verdad es que el informe de la Cuarta Fiscalía Penal en contra suya es devastador. Este individuo, que hoy perora sermones benedictinos, recibió decenas de miles de dólares de plata inmunda, la que le fue dada en el inmundo SIN para defender a la inmundicia de gobierno que tuvo el tino de alquilarlo.
Y Raffo sabía de dónde venían esos billetes marcados y de qué covachas procedían las consignas que él tenía que convertir en mítines, eslóganes, banderolas, tecnocumbias, camisetas y picapica carnavalera.
Y su proceso judicial está estancado porque tiene más de un padrino poderoso y supremo en ese poder judicial que algún día el Perú digno deberá de incendiar y escarmentar.
Y como su proceso está estancado, a pesar de la contundencia del informe de la Cuarta Fiscalía Penal, Raffo aprovecha y ahora es Savonarola predicando, charco que pretende ser alcohol medicinal, tacho de sobras que quiere pasar por púlpito y por podio.
Y este señor que debería de estar preso va donde el hombre que ya está preso y le dice que la comisión Abugattás no tiene nada en contra suya. Y, presa de un súbito desmayo mental, Abugattás defiende la permanencia de Raffo en una comisión que debería de haber sido impecable y que ahora está sucia y apesta.
Si la malicia nos guiara, pensaríamos que Raffo ha ido donde León para quitarle, precisamente, legitimidad e imagen a la comisión Abugattás. Tratándose del fujimorismo y de Raffo, todo es posible y el tiempo irá quitándole vendas a los ciegos.
Lo que resulta absolutamente irónico es ver al señor Abugattás, embajador del humalismo en el Congreso, defendiendo a Carlos Raffo y diciendo que hay errores que son faltas y faltas que se pueden disculpar “por fines superiores”.
Aquí lo único superior es que se descubra todo en relación a los petroaudios y que, junto a León, caigan los ex ministros (incluyendo a ex premieres) que tengan que caer y los secretarios de Palacio que deban pagar culpas y hasta el mismísimo doctor García si autorizó toda la porquería que León y Químper revelaron coloquialmente.
Eso es lo superior. Lo inferior es proceder como ha procedido Abugattás. Porque nada costaba reafirmar los propósitos de la comisión, expulsar a Raffo como se lo merecía, sustituirlo por alguien de la misma bancada y proseguir, tras la deposición, cumpliendo con decencia –y más ligeros de equipaje- la tarea.
¿Y Humala habrá aprobado que Abugattás se haya convertido en el Nakazaki de Carlitos Raffo? ¿Eso es también nacionalismo en acción?

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Encima de esos dos tobillos paquidérmicos, se erige una portentosa maquina de hacer publicidad. Su voluminosidad se equipara a la peligrosidad de su mensaje. Es capaz de transformar heces en un plato gourmet, de vender crímenes contra los derechos humanos como parte del éxito de la lucha contrasubversiva. Tal como el ejército francés acuñó la palabra pacificación, que significaba arrasar poblados enteros hasta atrapar a los líderes de la guerrilla argelina, Carlos Raffo ha dedicado su carrera a darle un sentido alegórico a las palabras fúnebres. Ningún publicista es tan perverso como Raffo, porque, en defensa de la sana mecánica de conectar productos con consumidores, Raffo tergiversa la verdad a través de su retorcido concepto de éxito. Para Carlos Raffo, las carreteras son más importantes que las vidas humanas.



Su cara posee una forma peligrosamente caricaturesca. Está hinchada por donde se le mire, como si la pus almacenada no encontrara el camino correcto para drenar al resto de su incongruente morfología. Lleva unas ojeras tan profundas y tan oscuras, que podría almacenar un cajón lleno de franela y brillo para nunca dejar de lustrar aquel régimen que trajo la debacle política de los partidos, el golpe de Estado, los escuadrones de la muerte, las interceptaciones telefónicas, y todos aquellos sucesos que tomaron forma de un expediente judicial en contra del último samurai del imperio del Sol Naciente. Raffo no es un publicista. Raffo es un reciclador: hace de la basura un producto comestible.

Se sabe que era un publicista fanfarrón. Como todo marketero, tenía un verbo desmedido, como su contextura. En un momento de su carrera, pudo conocer a la hija mayor del presidente e hizo de ese fugaz encuentro un eje del mal al lado de Fujimori y Montesinos, documentando la parte externa de la dictadura a través de spots y documentales que resaltaban al líder ubicuo que Fujimori nunca fue, porque el mismo Raffo se esmera en decir que Fujimori vivía en una burbuja. Habría que recordarle que esa burbuja tenía paredes blancas, que eran las del Servicio de Inteligencia Nacional, desde donde se aprobaban las ordenes de ejecución, según múltiples integrantes del grupo Colina. La otra cara del régimen, la más apestosa, se la dejaron documentar al coronel Roberto Huamán Azcurra en cada uno de los vladivideos que filmó. Quizá Raffo no llegó a ser como Daniel Borobio y quizá, como la justicia ha concluido, tampoco recibió dinero marcado con el rastro dactilar de Montesinos. Pero es en parte responsable de que la gente haya comprado la sonrisa del chino, aparentemente un nipón carismático y trabajador, cuando en verdad se estaba llevando a casa a un sujeto que nunca pudo ser franco ni con el lugar donde nació.

Los simpatizantes fujimoristas poseen una particular valentía. Envidiable. A pesar de que los tratan como parias, son capaces de arrojarse al vacío antes de dejar que el mensaje dinástico de Fujimori perezca. Resaltan los logros de su líder y vituperan contra todos los que los critican, incluyendo a sus propios tránsfugas. Pero resulta trágico que esa misma masa de personas celebre y repita los coros, las arengas y los desvaríos de Raffo. Eso solo confirma que en todo acto de valentía existe un grado no menos importante de estupidez.

Anónimo dijo...

FELIZ DIA PRESIDENTE GONZALO!!!, SU PARTIDO LO AMA.

El Braca dijo...

No hay casi nada que agregar al articulo de Hildebrandt, muy claro y coherente. Son las personas como Raffo las que posibilitan que los verdaderos culpables salgan ilesos.
Recuerdan la frase? "Quien moraliza a los moralizadores?". Si hay gente de peso, incluido el Presidente, que esta involucrada en este asunto deben estar sonriendo satisfechos. Por ahora esa comision ya perdio credibilidad por decir lo menos.
Saludos.

Anónimo dijo...

Hay que ser bien cojudo para creer en los políticos de hoy en día. Pero, justamente para la gran mayoría de cojudos existen animales publicitarios como Raffo que fabrican, en serie y con gran éxito, cientos de miles de imbecilidades que son muy atractivas y consumibles. El show que hizo Rómulo León en el Congreso -lo que es lo mismo que una comisión del Congreso en San Jorge- fue monitoreado por el mismo obeso panda, puto y lame glandes de Raffo, un conspicuo fujimontesinista cagador -lo cagó a Fujimori como Nakasaki a Magaly- aunque la mayoría de cojudos crean que la desfachatez tanto de León como de Raffo está bendecida por el hiperconocido pacto de García con Fujimori. Todo está tan bien armado que hasta el mismo Lombardi, el cineasta, se quedaría huevón y liquidado, de cómo un miserable hacedor de videoclips puede hacer de 'una comisión desnuda' un éxito superior a 'un cuerpo desnudo' solo con una visita de una hora.

Anónimo dijo...

Villa El Salvador 11 de diciembre del 2008
señor Cesar Hildebrant permitame por favor poder comunicarme con usted para poder realizar una denuncia por intermedio de usted porque hace poco hubo un concurso para una jefatura de enfermeria para un hospital de essalud, quien suscribe es que postulo y en pleno concurso hubo fraude de parte de la comisión de la base del hospital rebagliati....para mas detalles permitame poder hacer llegar documentos para su estudio y poder ayudarme a apelar ya que es tan dificil hacerlo pero no imposible.....mi telefono es 2874463 y mi celular es 992014993 y mi domicilio es grpo 25 sector 2 manz. "c" lote 9 Villa el Salvador, mi nombre es Carlos Javier Rodriguez Garcia Y SOY ENFERMERO Y TRABAJO EN EL HOSPITAL I "CARLOS ALCANTARA B" DE LA mOLINA. ENVIEME SU CORREO O DIGAME COMO PODER LLEGAR A UD.
GRACIAS.