La encuesta de la Universidad Católica difundida ayer es un respaldo tácito al paro convocado por la CGTP. No digo que La Católica le quiera hacer un favor al paro. Lo que digo es que el paisaje social que nos pinta el sondeo que mensualmente hace La Católica coincide con lo que podrían ser las motivaciones más profundas de los que van a parar.
En efecto, sólo el 25 por ciento de los consultados –se trata de más de 1,200 entrevistas hechas durante la última semana de junio en 70 distritos urbanos de 13 regiones en todo el país– considera que “estamos mejor” en relación al tema de la creación de empleos. Esa cifra desciende al 7 por ciento en el centro del Perú. ¡Y 34 por ciento cree que estamos peor que antes del segundo debut del doctor García! En la sensación de que todo está igual y nada se ha movido respecto del crecimiento de las plazas de trabajo está el 39%. Por lo tanto, si sumamos a los que piensan que estamos peor (34) los que piensan que estamos igual que antes (39), tendremos el fornido 73 por ciento que puede mirar el paro como una protesta legítima y no como el comienzo del apocalipsis.
El asunto se agrava en el rubro de sueldos y salarios. Los que piensan que estamos mejor apenas llegan al 10 por ciento mientras que 47% considera que estamos igualitos y 40% afirma que estamos peor. Con lo que tenemos un 87% de ese estamento que en Cuba llamarían “desafectos”. Punto para el paro.
Sobre el control de la inflación –es decir la sensación popular frente al alza del costo de vida– la cosa es peliaguda. El 54% piensa que estamos peor frente a un 11%, basado fundamentalmente en Lima, que dice que estamos mejor. Punto de Nadal para el paro.
Prescindiendo de quienes responden “igual” –lo que implica, dadas las circunstancias, un punto de vista desalentado y negativo– la relación “Mejor-Peor” es abrumadoramente triste para el gobierno que apela a Montesinos con tal de desacreditar al paro (sí, el Montesinos que le ponía 30,000 dólares en el bolsillo a Agustín Mantilla, el secretario bilingüe del doctor García).
En el tema acceso a los servicios de salud, “Mejor” es 18 y “Peor” 31 (patatús con soroche para Hernancito). En el de violencia e inseguridad, “Mejor” llega a 11 y “Peor” a 55%. En el de la reforma del poder judicial, un anhelo de multitudes, “Mejor” es 7 y “Peor” es 36 por ciento.
Pero si no prescindimos de quienes dicen “Igual” queriendo decir que nada ha cambiado, el gobierno pierde hasta donde gana. Ese es el caso del tema acceso al agua y desagüe, donde “Mejor” es 29 pero la suma de “Peor” (21) e “Igual” (47) asciende al más o menos constante 76% de alejados del régimen.
Caso semejante se da en el asunto de la educación, en el que “Mejor” es 26% y “Peor” es 25%, frente a un rotundo 46% que afirma que no ha habido ningún cambio.
Y ya no hablemos del tema “lucha contra la corrupción”. Allí el “Mejor” es 16, el “Peor” 37 y el “Igual” 45, con lo que tenemos que un 82 por ciento del país tiene la sensación de que esta vez (también) la corrupción saldrá ilesa y ganadora y más “madame” que nunca.
Y claro, cuando a la gente se le pregunta cuáles son los principales problemas del Perú las primeras respuestas son: Desempleo (18%), Corrupción de funcionarios del gobierno (17%) y “Crisis de valores morales” (15%). ¿Y el terrorismo, a pesar de la campaña oficial-fujimorista para hacernos creer que el rebrote ya viene, que el segundo del subjefe de “Artemio” también viene y que hasta el sepulto MRTA pena en el Vrae y duerme junto a los gringos en Ayacucho? Pues el terrorismo es juzgado como un problema sólo por el 0,3 por ciento de los encuestados. Y esto a pesar de que Alva Castro, con su cara de asesino en serie, es uno de los favoritos de los noticieros de la medianoche.
El paro tiene que ser una lección de ira pacífica y protesta en orden. Y el paro tiene que ser político a secas, aparte de laboral y reivindicativo. Tan político como lo fue el del 2004, la tarde aquella en la que el Apra desfiló juntó a la CGTP para decirle a Toledo “basta de incumplir promesas y basta de engañar al pueblo, pidamos la vacancia presidencial de una vez por todas”.
¿O es que en esa oportunidad el Apra ocultó a sus líderes para que nadie dijera que el paro era político? No, hombre. Tan no ocultaron a sus líderes que cuando el doctor García resultó fugazmente eclipsado por un zampón de clínico talante, un correctivo tipo escuela militar enmendó la situación. Y el paro fue político y nadie se quejó por ello y no hubo más lamentos que el del culo del señor Lora, pobrecito.
Así que el paro viene, así no les guste a los hermanos Agois y a la cocinera del Canal 2, que será amarilla pero hace los mejores rocotos rellenos de la CAN, para qué vamos a ser mezquinos.
martes, 8 de julio de 2008
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4 comentarios:
LOS PROFESORES DEL CALLAO ESPERAMOS QUE REGRESE MUY PRONTO A LA RADIO Y NO QUEDARNOS HUERFANOS DE LA REALIDAD INFORMATIVA.GRACIAS POR NO DESFALLECER EN EL INTENTO
JULIO ATENCIO
PROFESOR
El Presidente García habla todos los días, y todo el día. Repite en mil formas la misma palabrería hueca y sin sentido que tiene ya harta a la mayoría de la población peruana. Y los medios de comunicación se empeñan en repetir hasta la saciedad las expresiones del mandatario. El pueblo, en cambio, hablará el 9 de julio.
En momentos, el Jefe del Estado ataca a los trabajadores sindicalizados calificándolos de “privilegiados” y “ociosos”; en otros, alude a la “inminente amenaza internacional del comunismo”. También manda callar al Presidente de un país amigo, y suelta ditirambos respecto a otro. Pero en todos lanza una risa monocorde, ofensiva, triunfalista y soberbia.
Y los medios de comunicación, al unísono, reproducen sus palabras y sus gestos histriónicos como quien presenta un espectáculo. Quizá no reparen aún que es mucho mayor el daño que le infieren al Mandatario con su servilismo, que el que podría provenir de sus adversarios.
Alan García desdibuja su imagen con teatral entusiasmo deportivo, en tanto que millones de personas se aprestan a hacerle conocer su rechazo en la Jornada de Protesta programada en el Perú para el próximo miércoles 9. .
La Plataforma del Paro, es extensa, pero sus organizadores –la CGTP y otras Centrales Sindicales- la han resumido en cinco puntos:
1) Rechazo al alza del costo de vida y de los combustibles;
2) En defensa de la soberanía nacional, los recursos naturales, el medio ambiente, la integridad territorial y el patrimonio cultural;
3) El repudio a la política represiva del régimen, la corrupción e impunidad;
4) La exigencia de solución a las demandas laborales y sociales;
5) Atención a las demandas regionales, locales, campesinas, indígenas y agrarias. Asimismo rechazamos la intención de cerrar el Congreso por parte del gobierno y la voluntad de Alan García de perpetuarse en el poder, en clara violación de las normas constitucionales.
¿Qué ocurrirá en el Perú en el marco de esta aguda confrontación social que se avecina?
Podemos diseñar hasta cinco perfiles en torno a la materia. Veamos
El Paro comprometerá a una parte de la población, pero en términos orgánicos mostrará debilidades y flaquezas. Eso, por la precaria estructura sindical del movimiento, producto sobre todo el influjo del “modelo” vigente, que ha cerrado muchas fábricas, precarizado el empleo y destruido a la organización sindical en millares de empresas.
El paro comprometerá decisivamente en cambio, a segmentos diversos de la sociedad peruana. Pararán profesionales de la salud, trabajadores de la educación, obreros de la construcción, transportistas, comerciantes, campesinos, trabajadores sindicalizados, comerciantes, universidades, estudiantes, mujeres; profesionales y técnicos; es decir, la acción de lucha comprometerá a lo más calificado y reconocido de nuestro pueblo y a la mayoría de la población.
El Paro involucrará a regiones íntegras del Perú. Virtualmente a todo el sur donde García tiene apenas el 7% de aceptación ciudadana, a toda la sierra peruana afectada por la ley anticomunera, y a la integridad de la amazonía golpeada por la reciente promulgación de la “ley de la selva”. En la capital se expresará de manera tangible, y en la costa norte se concretará también de modo claro. Será, entonces, una multitudinaria expresión del sentimiento de los peruanos, que rechazan una política no solamente errada sino además insolente y agresiva contra el pueblo.
La Jornada se expresará en activas movilizaciones de masas. Aproximadamente un millón de peruanos se verán involucrados en ellas, en Lima y en el interior del país. Será entonces la demostración más masiva de cuantas han ocurrido en lo que va del régimen aprista, y servirá como un termómetro que permitirá medir el estado de ánimo de una población resuelta y aguerrida.
La voluntad expresada públicamente por la CGTP y de organizaciones convocantes, es que el Paro se desarrolle de manera amplia, contundente y pacífica. Pero el gobierno buscará provocar al pueblo, por lo que no hay que descartar que ocurran actos aislados de violencia. Una movilización de masas numerosa, encrespada y turbulenta, puede albergar por cierto también elementos propensos a caer en las provocaciones del régimen, razón por la que los trabajadores deberán extremar su vigilante disciplina. Es claro que a nade le conviene más la violencia, que al gobierno, herido y en derrota.
Como lo señala el manifiesto publicado recientemente por la CGTP y las entidades que la acompañan, hoy crece el descontento porque éste constituye la respuesta a la represión, la violencia, el programa económico neo liberal y la soberbia del oficialismo.
Aunque los altos funcionarios del régimen se afanen en descalificar a los trabajadores, la lucha de hoy concitará el interés de todos los peruanos y afirmará el ideal unitario que resulta indispensable para enfrentar la crisis que agobia a la sociedad peruana.
El 9 de julio, entonces, no hablará García. Hablará el pueblo
1) Rechazo al alza del costo de vida y de los combustibles;
el aumento de precios a los combustibles es internacional , nada puede hacer el actual gobierno tan sólo subsidiar el precio
2) En defensa de la soberanía nacional, los recursos naturales, el medio ambiente, la integridad territorial y el patrimonio cultural;
ok
3) El repudio a la política represiva del régimen, la corrupción e impunidad;
Otra vez Ok
4) La exigencia de solución a las demandas laborales y sociales;
las cosas no son tan fáciles , un aumento de sueldo podría ser bueno para el bolsillo de los trabajadores pero momentaneamente pues muchas empresa podrían verse afectadas y en consecuencia se verían obligadas a disminuir su número de empleados o hasta incluso cerrar , el mercado peruano no es aún tan fuerte y ya sabemos los resultados del primer gobierno de Alan García cuando planteo que con el aumento de sueldo las ventas aumentaban y así todos se verían beneficiados , lo cual puede sonar bonito pero en realidad es falso
5) Atención a las demandas regionales, locales, campesinas, indígenas y agrarias. Asimismo rechazamos la intención de cerrar el Congreso por parte del gobierno y la voluntad de Alan García de perpetuarse en el poder, en clara violación de las normas constitucionales.
Ok con atender las demandas regionales pero ello tmb pasa por la decisión de los presidentes de región que pueden administrar el dinero proveniente del canón .
¿querer cerrar el Congreso y perpetuarse en el poder ? jajaja que disparatada , García puede estar todo lo loco que quieran pero ello es imposible ,creo que son traumas del fujimorismo .
"El Chato" es lo máximo, nunca se casa con nadie y reconoce sus errores cuando los comete como cualquier ser humano. Sigue así, César, luchando contra el gobierno de turno siempre que incumpla con sus promesas que lo llevó al poder. Yo estoy dispuesto a colaborar si llegas a aceptar organizar una colecta para que vuelvas a tu trinchera desde la radio o la TV y les digas sus verdades a quien se lo merece.
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