La editorial “Planeta” habría descubierto a nuestra Sagan, a nuestra Sarraute, a nuestra Poniatowska. En todo caso, a la literatura peruana como que le hacía falta una celebridad que, frente a Vargas Llosa, encarnara la simetría y el cuoteo que tanto reclaman las manuelas.
Por las noticias de ayer podemos decir que esa Restrepo nuestra se llama Angie Jibaba y tiene –dicen– la virtud de ejercer el realismo sucio sin saberlo y de imitar vitalmente a Bukowski sin haberlo leído y de caminar por el mundo a lo Kerouac sin tener ni idea de Kerouac. O sea, instinto puro dictado desde los forros.
Pero también es que “Planeta” quiere hacer en estos reinos amables lo que hizo en España: convertir en vendible todo lo que se edite bajo su nombre.
Allá en España hicieron escritores por resmas y manadas, al peso y en barcazas. ¿Habías pasado por las manos de media farándula? Pues te editaban contando tus memorias de tualé y ponían en la tapa “Polvo de estrellas” o algo parecido, con lo que “Planeta” poblaba sus arcas y la niña en cuestión recibía su 10 por ciento, que era menos de lo que solía cobrar pero que estaba compensado por el hecho de que la habían hecho escritora y hasta había tenido una cola de pedigüeños esperando su firma el día de la presentación del libro.
Escritores mediocres, periodistas grises, mitómanos profesionales, bataclanas y despatarradas, borrachos al viento, sobones en racimo y todos los que tuvieron sus quince minutos de gloria aparecieron un día con su libro de letras grandes y grandes letras pagadas puntualmente.
Hasta que llegó el momento con el que había soñado el viejo Lara, el fundador de esa casa editora: “Planeta”, que para ese entonces ya había comprado todas las editoriales antagónicas, decidía quién era y quién no era en un mundo cultural donde las reseñas se alquilaban y la mayor parte de las críticos había optado por el oficio que había hecho famosa a Xaviera Hollander.
¿Cocinabas bien? Pues lanzaban tu libro inventándote una vida aventurera y tres amoríos de verano aunque sonoros. ¿Habías robado un banco ladrillo tras ladrillo pero tenías un apellidote con teflón? Pues allí estabas impreso con cara de víctima y una historia de persecución que escribía otro estirando la imaginación hasta quebrarle los huesos. Y así por el estilo.
“Planeta” convirtió en dinero masivo lo que aquí ha sido siempre labor de artesanos. Y en vez de escritores, a los que servía de vez en cuando con un premio previamente arreglado, creó una legión de grafómanos y una lectoría chismográfica.
Y todo lo que tocaba “Planeta” era oro. Gracias a “Planeta” el insufrible Antonio Gala vendió como nunca en “El corte inglés” y hasta Sánchez Dragó, asesino serial de la novela, recibió su primer premio de “Planeta” y hubo que comprarlo para apostar en qué página nos quedaríamos dormidos.
Aquí ya sabemos a quiénes publica “Planeta” y qué mafia acrisolada trabaja al alimón con este monstruo que aspira a borrar todo asomo de editorial nativa.
Lo de ayer, sin embargo, como que supera a la exageración. He visto y oído el video de Angie Jibaja a la salida de Canal 4 porque no me bastaron los despachos escritos.
“Quiero agradecer a la editorial “Planeta” por hacerse cargo de estos pensamientos”, ha dicho la señorita Angie Jibaja muy emocionada.
Se refería al hecho de que “Planeta” ha recibido los manuscritos carcelarios de la Jibaja de manos de quien aparece como su Carmen Balcells, o sea su agente literario (y más tarde quizá su albacea), es decir el estilista Marco Antonio.
Y uno de los directivos de “Planeta” dijo a RPP que “el testimonio de Angie Jibaja podía ser de valor para los lectores”.
“Escribir te descarga de todos los momentos que estás pasando”, dijo la señorita Jibaja. Y luego de decir que escribió cada día de los que estuvo en prisión por cortarle la cara a una parroquiana, añadió de lo más misteriosa: “También estoy escribiendo la parte de adelante de esto, para que vean que siempre hay un cambio...”
Los ansiosos lectores esperan, claro, que la parte de adelante (de la obra) sea tan buena como la parte de atrás. Pero eso ya depende de qué negro literario le adjunte “Planeta” a tan prometedor retoño de las letras peruanas.
viernes, 18 de julio de 2008
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5 comentarios:
Cuando se habla de la producción de un libro son cuatro los actores: el escritor, el editor, las librerías y el lector. Con respecto, por todos es sabido que con excepción de las editoras comerciales Peisa, y las españolas Alfaguara y Planeta, los propios autores pagan la publicación de sus libros o una parte de ellos. Cobrar este impuesto por el estado atenta contra el escritor sin recursos, sobre todo el joven escritor. Con respecto a los editores, los editores manejados como empresas publican sólo lo que consideran libros comercialez, sin interesarle el valor literario de las mismos. Las librerías no pierden nada, porque venden libros a consignación, y venden sobre todo libros de autores extranjeros. La cámara del libro se dedica en Ferias y otros eventos a beneficiar a libreros y editores. Son eventos comerciales. Los autores peruanos sólo sirven en estos eventos para el circo de las presentaciones. Sus libros casi no se ofrecen en los stand. Y finalmente los lectores no pueden acceder a los libros por el alto precio de los mismos, y recurre a la compra de libros piratas. Así, lo que es un delito que atenta contra editores y escritores termina cumpliendo una función social. La Cámara del Libro no se preocupa de defender a los escritores. Y los editores comerciales menos. Empezando por Peisa que sólo publica a escritores de las clases sociales altas, habiendo cambiado su política de publicaciones desde que murió Fernando Vidal y tomo el control de la empresa Germán Coronado.
Tras cuernos, palos.
(Para darle un tono castizo al comentario)
Hubiera comenzado con decir Es increíble. Pero la verdad es que es creíble y mucho. Esos mismos medios de prensa fueron los que meses antes daban cuenta de los escándalos que protagonizaba Angie Jibaja dando una clara muestra de los problemas que parece tener con el alcohol y probablemente otros más (sin que esto sea una afirmación).
Pero muy astutas algunas personas para sacarle provecho a este tipo de situaciones, aprovechándose dicho sea de paso, de que nuestra sociedad da importancia a este tipo de noticias.
Estas son las cosas que deben saberse, los entretelones del porque se dan algunas cosas, como la publicación de algunos libros. Son pocos los que conocen estos detalles. Espero que la publicación de tu nota contibuya a que nuestra popblación se de cuenta del oportunismo y el afán de lucro que persiguen algunas personas.
Disculpe, no tiene que ver con el tema , pero recien terminé de leer un libro de un señor Alonso Cueto "el abrazo de la mujer ballena" Esto empezó habiendo yo viajado la semana pasada a Lima. Tengo la manía de ir a Lima, una razón es que vivo en Calama, una ciudad pequeña, ubicada cerca de la frontera Chile-Perú, la segunda razón es que me gusta exageradamente la ciudad. Desde que hace 30 años, leí la tia Julia y el escribidor, me fascinó la ciudad de Lima, despues he seguido leyendo mas de vargas llosa, y jaime bayle y cada vez me gusta mas la ciudad, al punto que he hecho corresponder a la fuerza la ciudad que veo en mis innumerables visitas reales con la descrita en los libros, entonces cuando estoy ahí mas estoy dentro delas historias que en la ciudad misma. La última vez el 18 de julio de 2007 fui a ver una obra de teatro llamada "La Prueba" y como faltaban algunos minutos para la funciòn entre a la librería que esta en el mismo teatro y le pedi al vendedor que me recomendara un libro que en su relato incluyera a Lima, me vendió este de la ballena del sr. Cueto. La verdad es que el libro me encantó y mi encantamiento por esa Lima increíble, creció aún mas. Terminar este maravilloso libro me dieron ganas de expresar mi contentamiento y no halle nada mejor que meterme a Internet y no se como encontré su página, como Ud. es un periodista hiperfamoso, se lo cuento. Es bella su ciudad señor Hildebrandt, endiabladamente hermosa y atrayente.
atte.
Mario Fuenzalida
Calama, Chile
El problema de Cesar H. no es que la jibaja escriba libros buenos o malos o se los escriban por ella, si no que puede vender mas libros que el, pero claro como el se cree el termómetro rectal de la cultura nacional, no le cuadra que la chica le gane en su disque terreno. Total si a la jaibaja es misma Bukowski solo que mas achori y tatuada.
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