sábado, 26 de julio de 2008

Invocación a los congresistas

Lima, 26 de julio del 2008

Señores parlamentarios:

Hoy es un día histórico. Hoy se separan las aguas. Por un lado, la anarquía y la sedición. Y por el otro, el crecimiento, el cambio responsable y la alianza entre las dos grandes fuerzas que han hecho y seguirán haciendo posible el milagro económico del Perú. Nos referimos, claro está, al Apra y al Fujimorismo.
Si el Apra y el Odriismo fueron, alguna vez, la barrera de contención de las fuerzas comunistoides, hoy el Apra y el Fujimorismo representan la seguridad de que no habrá desvío en el camino ni tregua en el crecimiento ni populismo repulsivo que saboteen las premisas del desarrollo conquistado.
El general Odría persiguió al Apra cuando el Apra representaba un peligro marxista y cuando su líder –hay que reconocerlo- no había hecho abandono explícito de sus primitivas ideas de subvertir el orden y amenazar a las Fuerzas Armadas de la patria.
El Apra, sin embargo, tuvo la grandeza de amnistiar simbólicamente al general Odría y en 1963, cuando Belaúnde y su reforma agraria pusieron en peligro a la Nación, dio los pasos necesarios para constituir la inolvidable “Coalición Apra-Unión Nacional Odriista (UNO)”.
Gracias a esa Coalición, refrendada por el pueblo aprista y por los miles de simpatizantes del general que hizo tanto por la infraestructura pública del Perú, las fuerzas del comunismo, irresponsablemente reclutadas por el belaundismo, tuvieron que dar marcha atrás en su propósito de ampliar la reforma agraria empezada tan temerariamente en el Cuzco.
Fue por esa Coalición histórica que las haciendas azucareras siguieron en las manos de sus dueños legítimos y que el latifundio, esa economía a escala que hace posible el incremento constante de la productividad, continuó siendo el faro del mundo rural en su ascenso inexorable a la justicia social.
Tuvo que venir el resentimiento y la traición del general Juan Velasco Alvarado, aliado de los comunistas peruanos y cubanos, para que la reforma agraria llegase con todo su odio de clases y la productividad de la tierra peruana alcanzase mínimos históricos en medio de un clima de despojo y saqueo de las fuerzas vivas.
Pero ahora son otros tiempos. Esa pesadilla socialista ha terminado. Las dudas del Excelentísimo Sr. Presidente de la República, doctor Alan García, ya no existen más. Y todo el Perú se felicita de que el camino trazado por don Alberto Fujimori Fujimori, interrumpido sin mayores daños por el paniaguato y continuado por don Alejandro Toledo, sea el que hoy recorre a paso firme el Apra moderna.
Por todo eso es importante, señores parlamentarios, que decidan cuidadosamente su voto el día de hoy. No se trata de dejarse impresionar por moralinas que la izquierda, herida de muerta pero no muerta todavía, suele lanzar para impactar en la mente de los dubitativos.
Votar por la lista de Javier Velázquez Quesquén, cuya primera vicepresidencia se ha destinado al compañero fujimorista Alejandro Aguinaga, es votar para que el Perú siga creciendo y para que el Ejecutivo siga contando con el apoyo de un Congreso que la izquierda, sumada otra vez al belaundismo resurrecto, quiere convertir en un Congreso petardista, alharaquiento y en la oposición sin ton ni son.
Acusan a la lista de los compañeros Velázquez Quesquén y Aguinaga de haberse fraguado a raíz de la visita que el señor Ministro del Interior, doctor Luis Alva Castro, hiciera hace dos noches al ex presidente Alberto Fujimori. En efecto, esa visita se produjo pero fue en el marco de la cortesía que debe reinar entre el Presidente en ejercicio y el hombre que fuera elegido, en tres oportunidades, Primer Mandatario de la Nación. Nada tiene que ver esa reunión estrictamente protocolar con la decisión de la bancada Fujimorista de seguir apoyando al Apra.
El compañero Velázquez Quesquén no necesitaba la ayuda del doctor Alva Castro para dar fe de su poder de convocatoria, como lo demostró en una reciente reunión que la prensa ha querido tergiversar.
La oposición comunista-belaundista quiere incendiar el país. Lo que los peruanos de buena fe queremos es que el doctor Alan García siga haciendo por todos, pero sobre todo los más pobres, la obra que nos hace cada día más grandes y más competitivos.
Votar por la plancha Velázquez Quesquén-Aguinaga es votar por el progreso. Votar por la oposición es votar por la parálisis y el cambio irresponsable. ¡No lo permitamos, señores parlamentarios! ¡De ustedes depende ahora la estabilidad del Perú!

Firman:

Aurelio Pastor, Carlos Manrique, Mariano Ignacio Prado, Gral. (r) Nicolás de Bari Hermoza, Víctor Joy Way, Enrique Venero, Héctor Neyra, Samuel y Méndel Winter, Luis Briones Dávila, Celestino Manchego, F. Tudela, Mayor EP (r) Martin Rivas, Agustín Mantilla, hermanos Picasso Peratta, hermanos Berckemeyer Pazos, Grupo Grace, Julio de la Piedra, Hacienda Tumán S.A., familia Larco Herrera, Susana Tudela, American Metal Climax, Isabel de Perón, Sindicato de Trabajadores del Ministerio de Fomento y Obras Públicas, Raúl Romero, Ernesto Schultz, Bunny Zavala, Cayo Mierda.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Y... al final tenemos el desastre en bandeja, la lista presidida por Velásquez Quesquén ha conseguido 66 votos y se hara cargo de la Mesa Directiva del Congreso.

La verdad es que este proceso ha venido sonando mal desde sus origenes , incluyendo la calateada de vedette como cortina de humo asi como la frase celebre del Congresista Espinoza: "Ninguno de los congresistas, incluído yo, pensamos en el Perú".

Pero minucias aparte, lo nauseabundo del asunto es el rol que ha terminado jugando la bancada fujimorista, la importancia que se han logrado atribuir, las coordinaciones con el reo Fujimori.... Francamente, el tener que depender de ellos y que se hayan convertido en el fiel de la balanza demuestra (como si no hubiera suficientes señales) la podredumbre del sistema politico peruano y reafirma que el Apra cuando se trata de asegurarse poder no le importa hacer alianzas con quienes lo persiguieron, lo hicieron con Odria quien habia perseguido a Haya, y ahora lo hacen con quien hizo que Alan Garcia tuviera que escaparse de su casa y pedir asilo.

En una de las conciliaciones políticas más siniestras y sucias que se recuerde en el Congreso, Keiko y Santiago Fujimori vendieron caro su apoyo al Apra, para salvarlo del descalabro: colocaron nada menos ¡¡que al médico de cabecera de Fujimori!!, Alejandro Aguinaga, un opaco congresista que no está para un cargo tan importante, en la lista oficialista. Pero aquí está la trampa. ¡¡El 'Chino' todos los días digitará al congresista en su labor como directivo, mientras le examina la lengüita!! ¿Dónde quedan las palabras de Alan García que prometía procesos y cárcel a los delincuentes de la dictadura fujimorista? ¿Qué unión programática, qué proyectos de ley pueden desarrollar el Apra con los fujimoristas, cuando los seguidores del 'Chino' reducen toda su plataforma a lograr sacar al ex dictador, prófugo y violador de derechos humanos de la cárcel?

Mencion aparte merece la posicion del partido de Castañeda Solidaridad Nacional, quien cuenta ahora con Fabiola Morales en la Mesa Directiva, se ve que Unidad Nacional ya no esta nada unida, y otro tanto para la franquicia electoral llamada UPP que tenia candidatos en ambas listas!!!! Alguien deberia hacerles recordar a estos oportunistas que la UPP justamente surgio como oposicion a Fujimori como para que ahora se termine siendo parte de esos pactos...

Anónimo dijo...

El congreso actual, representa fielmente a la actual sociedad peruana, pues de ésta surge la decisoria bancada fujimorista.

Anónimo dijo...

Algun tiempo atrás leí en un medio de comunicación que un periodista llamaba al Congreso de la Republica como el "Gran Pozo Séptico"... Como lo hicieron, hacen y harán muchos periodistas y legos de la blogosfera, dentro y fuera del Perú.

Y razón no le falta, pues la hediondez y el vaho fétido de miseria humana provoca arcadas a quien transite por las inmediaciones del Congreso... Además del espanto y miedo a ser "mordidos" por las alimañas coprófagas que pululan "Los Pasos Perdidos": ¿A cuánto la entrevista con el gran kahuna?. Corrupto y corruptor, identidad y reciprocidad, aun no he perdido mi facultad de asombro.

Pero ésta muestra perenne de coprocultivo tiene aún otra característica rayana con la esquizofrenia: la facilidad de hacer pactos y prebendas políticas con sus propios merodeadores y verdugos, a fin de mantener cautiva la facultad de fiscalización del Congreso de la República.

Sodomita es la primera palabra que me viene a la cabeza... Veo capitulaciones y masajes profundos, veo tráfico de influencias y espaldas sudadas, veo contrataciones del Estado y pantyhose de cabaret en pezuña de jumento, veo proyectos de Ley y dilatadores anales de jelly rigido con bolas.

Es muy probable que en algún tronco de los árboles que exsite en el trébol de Atocongo hayan tallado dos corazones, de los que se leen Augistin y Manuel, Alan y Alberto.

Y no causa asombro, pues de todos los Partidos Políticos y agrupaciones oportunistas recorren desagües que vierten sus deshechos a La Chira de la avenida Abancay.

Y ahora, sentado frente a mi computador, trato de recordar cual si fuera mi ángelus cotidiano, algunas ideas de un libro que escribió Herbert Spencer: tengo derecho de ignorar al Estado.