viernes, 11 de julio de 2008

Carta a Wong

Señores de Cencosud en el Hinterland

Señores:

Me entero quie han conseguío quie los peruanos les autoricen el corso del 13 y no quería pasar esta oportunidad sin decirles quie ustedes son la avanzaá de la patria y lo mejor de toó el empresariau quie espera repetir, en nombre de Portales, las hazañas de Arica y Tarapacá.
Claro quie ya no será por la vía anticuaá de la guierra sino por los caminos del comercio y la compra de toó lo comprable en ese espacio vital chileno que empieza en Moquegua y termina en Tumbes, donde empieza nuestro aliao el Ecuador.
¿Recuerdan ustedes cuando les decía quie fueran a comprar Perú, quie estaba barato, y quie ustedes, remolones, no me creyeron al comienzo y se hicieron los retrecheros?
Me imagino que ahora me agradecerán quie haya sido tan perspicaz. Porque ahora tenemos algunas cosas de nuestros anexaos muy claritas.
En primer lugar, tienemo ese triángulo isóscele del mar de Prat, quie ninguna Haya ni la puta que lo parió nos va a quitar pero ni una onza. Porque al mar de Prat no me lo toca nadie sin pasar antes por los procedimientos de Contreras, quie después de esos procedimientos ya no se te ocurre naá con qué joder porque, por propia experiencia, puedo decirles que los muertos no joden.
En segundo lugar, sin ninguna Covadonga ni Esmeralda ni lanchita, oiga usté, tenemos su marina mercante y nos vamos a la conquista pacífica de sus puertos, siguiendo el ejiemplo de Matarani.
En tercer lugar, tenemo, como se dice en el lenguaje inmobiliario destos cabrones, sus aires pú, es decir que nuestra LAN está en nuestro patio delantero como nuestros Hawker Hunter el día glorioso en quie extirpamos el cáncer del marxismo.
En cuarto lugar, estamo a punto de comprar millones de sus hectáreas en la selva, quie es algo que nos faltó tener pero estamos compensándolo. Y en esos millones de hectáreas podremos agrandar la riqueza forestal y superar la fatiga de muchos suelos, quie de eso se trata cuando se hace patria, de ampliarnos por la razón y por la fuerza, que no es quie sea una o lo’tra sino quie son las dos conjuntas.
En quinto lugar, tenemos a medio gobierno del país derrotau metío en el bolsillo, empezando por la ministra del ramo que ya saben y terminando por todo lo alto (no sé si me dejo entender). O sea quie esta vez sin ningún Lynch quie ponga orden, los que nos tocaron como allegaus por el norte aceptarán quie les ocupiemos la geografía que ellos han despilfarrau nomás pú.
Por eso y todo eso es importante quie ustedes, ilustres señores de Cencosud, parte de nuestra avanzada sin pólvora esta vez, hayan volteau la tortilla y puedan ahora desfilar por las calles de Lima. Es un acto simbólico quie le va pegando en la mente a la indiaá que, como decía ese poeta comunista que a veces escribía de lo más bien, “lo mío es tuyo, lo tuyo es mío, toda la sangre formando un río...” Claro quie aquí no va a haber sangre sino cobranzas y si hay un río será el Bío Bío, que todo ya me suena a cueca nortina.
Lo único que tengo que confesar es quie me cuesta mucho decirles que son dueños de “Wong” –perdónenme, pero no puedo escribir eso de “Wong” junto a su nombre, porque me suena a mapuche mezclau con esquimal-. Dicho con toó el respeto.
Adelante mijos, quie así se hace patria grande (más grande) y se difunde la bravura de nuestros antepasados. Hay que empernar la mayor cantidad de mestizas a ver si de ese marrón agitau sale algo mijor.
Un comentario final, quie espero que no les moleste: aunque su corso es estratégicamente importante, la verdad es quie el verdadero corso soy yo, que fui, sin falsas modestias, el Napoleón del 11 de septiembre.

Desde el infierno y para siempre vuestro,

Augusto Pinochet Ugarte,
Comandante en Jiefe.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Vamos a ver...¿Porqué tanta gente en el Perú se rasga las vestiduras porque Wong ha sido comprado por Cencosud?
En realidad, también se podría decir: Wong se ha vendido a Cencosud.

Esto último suena un poquito mal, no? Pero es lo mismo; sólo que visto desde el ángulo opuesto. Se compra lo que se puede vender. Que yo sepa, Cencosud ha ofrecido más dinero que todos los demás interesados en comprar Wong. Porque Wong, simplemente se puso en venta.

Wong no era mío. Ni de nadie más que de sus dueños. Como en su día lo era Backus y la Inca Kola. Y por lo visto, todas estas peruanísimas empresas (había que ver sus patrióticos comerciales en la tele cada Julio) tenían su precio. Me molestaría que Wong cerrara, porque dejaría en el paro a muchos peruanos. Pero no va a cerrar.

O sea que, personalmente, me da igual que Wong se venda –a quien sea- si con ello sigue operando y brindando servicio y sobre todo, empleo.

Pero eso no es lo que molesta a mucha gente. Molesta que Cencosud sea chileno.

¡Chilenos! ¡Nos invaden! ¡A las barricadas!

¿Porqué nadie se pregunta porqué tantas empresas de origen nacional se venden tan fácilmente? ¿Qué nos pasa? ¿Dónde está el amor a la camiseta, el “Te Amo, Perú”, la “P de Patria, la E del Ejemplo?"

Los Wong no se han portado de distinta manera que muchos –y mira que son muchos como para que no nos sorprenda a estas alturas- empresarios peruanos a lo largo de la historia. Han sido fieles a su autóctona naturaleza: En cuanto puedas, vende, chochera (y arranca).

Esta frase la podríamos poner en el CADE como lema. En serio.

Los empresarios chilenos, ambiciosos, arriesgados y con dinero extra, no tienen la culpa. La tenemos nosotros. Somos fáciles, baratos, a la primera nos regalamos (Vladimiro Montesinos puede dar fe de lo que digo). Bancos, Financieras, Cervecerías, Aerolíneas, Gasolineras, Tiendas y ahora, Supermercados. Y decían que Wong era una marca “de bandera”.Por favor.


¿Cuándo hemos tenido una clase empresarial que piense en el interés nacional antes que en el suyo propio? (Este post me ha salido con muchas preguntas sin respuesta, pero ésta si la puedo responder: Nunca). Somos lo que somos. Reconozcámoslo. La culpa es sólo nuestra.

Anónimo dijo...

Quijano vs Bernales

A Quijano, por una caricatura contra el ejercito peruano le clausuraron su exposición. Todo el mundo salió a protestar: que cómo era posible, que era un atentado a la libertad de expresión, que qué barbaridad, que no estamos en dictadura, etc.

Entre los que protestaron por esta "censura", así lo clamaron: censura, estuvieron varios blogs y hasta el mismo Hildebrandt. Ahora, vuelve a ocurrir lo mismo, pero esta vez con Bernales. A este caricaturista lo expectoraron de su diario ("La Primera") por una caricatura, en donde, no era el ejército esta vez quien salía mal parado, sino el mismo Hildebrandt.

Ante esa censura (?), Hildebrandt salvó responsabilidad aclarando que él no tuvo nada que ver con que lo despidieran. Si bien Hildebradnt se había quejado --a escrita voz-- por la caricatura que mencionaba a "la Hildebrandt", en alusión a Martha, éste nunca había pedido la cabeza del caricaturista, la que, dicho sea de paso, de todas maneras rodó por los suelos de "La Primera", como castigo ejemplarizador para todo aquel que moleste a Hildebrandt o a algún otro privilegiado colaborador del diario dirigido por Lévano.

Ha pasado casi una semana desde que ocurrió este incidente y sobre este asunto nadie se ha manifestado. ¿Por qué? Pues se trata de un "don nadie", un "desconocido", una "anécdota más" de esas que ocurren todos los días en los medios abusivos (pero impensable de "La Primera").

Beto Ortiz, el paladín de la lucha contra la discriminación y otras grandes causas, ni siquiera ha dicho pío; los blogs que más se arañaron con el caso Quijano (tanto el blog que se hace desde un tercer piso así como todos sus links amigos) no han levantado esta vez su varonil voz de protesta por el abuso contra Bernales.

Por el lado de la televisión, esta es ajena a lo ocurrido; tiene otras cosas más importantes de qué ocuparse (por ejemplo: la "gatita" Beltrán y que qué poses le hacía el "Doc"; o el bailetón ese con tufo a antro de mala muerte de la "periodista" ahora payasa; o "Chespirito" hablando con una Prensa que se dice Libre, etc.). Es decir, más cobertura ha tenido la teta de la Jibaja, el poto de David o las piernas abiertas de Lucecita, que la censura contra Bernales.

¿Y no era que esta gentita "politicamente correcta" se rasgaba las vestiduras por Quijano porque el ejército, "esos gorilas que huelen a Humala", querían imponer su sucia bota y censurar a un gran caricaturista que nadie hasta ese momento conocía? ¿Dónde están ahora esos defensores de la libertad de expresión que chillan por unos y callan por otros?

Todo eso no me hace más que pensar que lo único que guía a estos "vozudos" es pura pose y nada más. Salvo excepciones de uno que otro blog, la gran mayoría desconoce supinamente --o ha tirado al tacho del olvido-- este asunto, rochoso totalmente para "La Primera", para César Lévano, para César Hildebrandt, y de ahí para abajo.

¿O sea que la censura es mala cuando va contra mis intereses, mas no cuando me favorece? Esta postura hace que a muchos blogs, periodistas y medios en general, se les vea el fustán como a cualquier posera que va por ahí con aires de una decencia que dice tener y defender pero que nadie le cree.

Gisel dijo...

y al final ya no es peruano U.U

Anónimo dijo...

Gracias al anónimo de las 19:26 por traer este vergonzoso capítulo de hipocresía y cobardía mediática "del caso Bernales" a la discusión.

Literalmente César Hildebrandt no pidió que LA PRIMERA expulsara al joven y desconocido caricaturista.

Tampoco la antigua administración del diario LA PRIMERA del 'compañero' Wong, "despidió" a Hildebrandt, pero "literalmente" le dijo "mentiroso". Nuestro buen periodista, como la dignidad indicaba, se largó. Yo lo aplaudí.

En esta oportunidad, después del exorbitante berrinche de Hildebrandt, el caricaturista Bernales salió de las páginas del diario por las patas de los caballos.

Luego del incidente supimos del gran esfuerzo que le costaba al amigo Bernales, vive en Nueva York, colaborar con la nueva empresa periodistica. Lo saludo por su empeño.

Hildebrandt, lejos de lavarse las manos y hacerse el desentendido, como hizo mostrando en su columna la "carta" de la víctima y "explicando" que él no tenía nada que ver con el roche armado por el dueño del diario, debió, -y aún debe- rectificar.

Es decir, humilde caballero, llamar al director de La Primera, disculparse por su exagerada queja, e invitarle a Bernales, con todos los "sorries" que vengan al caso, a seguir colaborando en la publicación, porque lo hacía muy bien.

Un error lo comete cualquiera. Podría nombrar varias metidas de pata del amigo Hildebrandt que seguramente hoy él se avergonzaría. Pero de eso no se trata.

Se trata de la conducta de la prensa RABONA que a nadie sorprende: la metida de lengua al .... que hace, no es algo ajeno a ella, es la costumbre.

Hipócritas.

Lennon dijo...

Y en que quedo la propuesta de negarle el Corso a Wong?

Paradojico que sean capitales chilenos los que financias una tradicional demostracion de peruanidad...

:(