lunes, 31 de marzo de 2008

Achorado Castañeda Lossio

¿Ese matón que gritaba, histérico, era el alcalde de Lima? -Sí, era él. Y les gritaba a Juan Paredes Castro, es decir a Nadie, y a Raúl Vargas, que cada día cocina mejor. ¡En plena “Ampliación de los sábados”!
¿Y qué gritaba? Porque no tuve tiempo de acercarme al receptor. Sólo capté sus gritos de achorado.
Lo que gritan los farsantes, así de sencillo. Casi todas, puras mentiras. Gritaba, por ejemplo, que sus críticos eran “parásitos de la política que se cuelgan de Castañeda para figurar”.
¿O sea que Castañeda Lossio ya habla de Castañeda Lossio así, en tercera persona, como acostumbra hablar un entrenador de “fúlbol” apellidado Uribe?
Sí, ya habla como Julio César Uribe. Dice, por ejemplo, que “Castañeda Lossio sí enfrenta los problemas medulares”.
¿Cómo el del transporte público?
Sí. Y pone como ejemplo de su buena gestión la suspensión de la buena pro en relación al transporte público de la Vía Expresa.
¿Es tan sinvergüenza que dice que eso, que es una muestra de incompetencia y mañas dinerarias, es un ejemplo a seguir?
Sí, lo es. Y dice además que no ha habido alza del presupuesto original en las obras físicas del Zanjón, como si alguien pudiera creerle, y que la anulación de la licitación defectuosa (que él mismo convocó) “no retrasará el proyecto”. No sólo eso. Con un tono de carnicero déspota, de verdulero andropáusico y de engreído capaz de todo, Castañeda Lossio tuvo el desparpajo de alabarse por el resultado en el proceso de revisiones técnicas.
¿Qué? ¡Pero si no hay revisiones técnicas gracias a otra de sus licitaciones defectuosas!
Eso a él no le importa. Y como exigió tener a Paredes y a Vargas como “interlocutores” principales, su conchudez quedó impune. Ni Paredes, desde la ultratumba donde reina, ni Vargas, desde la comodidad en la que se jubila en vivo y en directo, le dijeron una pizca de esta verdad monda y lironda:
¿Cuál de ellas?
a) Que Castañeda hizo un contrato con una empresa que no tenía experiencia internacional (Lidercón), lo que se probó hasta la saciedad. ¿Cuánto dinero se trasegó? Algún día se sabrá. b) Que Castañeda admitió un monopolio ilegal, un cronograma de trabajo incumplible, unas condiciones de trabajo que jamás debieron ser avaladas y una capacidad inspectiva que habría significado que las revisiones técnicas del 2008 hubiesen terminado a finales del 2009. c) Que Castañeda permitió que todo se hiciera tan mal que no hubo parámetros nacionales para el sistema. Lo que significó que un auto aprobado para circular en Lima no hubiera podido hacerlo en Ica. d) Que Castañeda se burló o calló cuando alguien propuso que otros talleres, debidamente calificados, se sumaran a Lidercón. Parece que el asunto era mantener el monopolio. Y por último, e) Que sólo cuando la gente empezó a rebelarse y las colas de madrugada fueron noticia hasta para RPP, Castañeda Lossio decidió cancelar, después de decenas de miles de revisiones ya pagadas, la concesión que irresponsablemente había entregado.
Bueno, además todo indica que el arbitraje internacional al que Castañeda aceptó someterse fallará a favor de Lidercón, lo que se convertirá en una millonaria indemnización para la empresa española. ¿Algún día se sabrá cómo se concibió esta repartija?
Ojalá. Lo que da escalofríos es cómo habla ahora Castañeda. “¿Quién solucionó los problemas del Seguro Social? ¡Castañeda Lossio! Porque él sí va al centro de los problemas”, dijo Castañeda Lossio.
¿Está usted seguro de que eso no lo dijo Marco Parra, el segundo de Castañeda, el que se compró un BMW de 60,000 dólares con su sueldo de cinco mil ochocientos soles, el que tuvo que esconder el BMW y usar un utilitario coreano color rata?
Estoy seguro, hombre. ¿No lee usted los periódicos ni escucha la radio? Eso no lo dijo Marco Parra, que esta vez no fue el que se “enfrentó” al ingrávido Paredes y al apanado Vargas.
¡Fue Castañeda Lossio el que habló maravillas de Castañeda Lossio!
Así es. Se remontó hasta sus orígenes como funcionario nombrado por Fujimori y dijo que, después de su gestión, los asegurados tuvieron por fin de todo. Y en relación a la actualidad dijo que gracias a él Lima ya es otra y que sólo los parásitos no lo quieren reconocer.
¿Y este psicópata en progreso, este desdobladito gramatical, será el candidato con mayor opción en el 2011?
Así es. Ya tiene la bendición de Alan García. Aunque García no habla de sí mismo en tercera persona, todavía.
Todavía.

sábado, 29 de marzo de 2008

50 años de “Gente”

Ahora resulta que algunos celebran los 50 años de la revista “Gente”, “la revista de la gente inteligente”. Y pretenden esos algunos que “todo el mundo” se sume a la fiesta.
En este país donde lo que más acaece es el olvido, ya no se recuerda lo que hizo “Gente” en la época en que era el mingitorio de Montesinos, la uretra del SIN y el conducto seminal de Fujimori.
Bueno, “Gente” siempre había sido una revista que arrendaba sus páginas y vendía lo que podía vender de su contenido (o sea, todo, desde la carátula hasta sus sociales que hablaban de fiestas siempre ­inolvidables y damitas invariablemente bellas y matronas queridísimas y caballeros sin tacha y niñitos que eran el vivo retrato de su padre).
Más que revista, “Gente” era una industria transformadora: no había hijo de la guayaba que no apareciese en sus páginas mutado en padre ejemplar y empresario del año ni había jugadoraza de alto vuelo que no brillase, sobreentintada, luciendo la última moda de South Beach y con cara de monógama con candado. Tampoco había idiota que dejase de aparecer en sus cuchés diciendo con solemnidad lo que hubiera tenido que callar por consideración al cerebro ajeno. Y no hubo peluquero desparramado que no pagase sus publis con el sudor de sus secadoras. Todo lindo.
Y al frente de esa industria de la adulación viciosa, el columnismo leporino y la desvergüenza engrapada, estuvo y está, cómo no, Enrique Escardó Vallejo-Gallo, que se puso el guión porque creía que era nobiliario y debutó, con su primera mermelada, a la temprana edad de siete añitos, poniendo en su diario personal que los cromos de Fulanito eran una maravilla y cobrándole al aludido dos figuritas por tan valiosa mención.
Escardó habría sido encantador si hubiese sido gratis. Lo que pasa es que, con los años, adquirió un volumen tan florentinamente papal que se creyó el Papa de la burundanga y se dedicó a vender indulgencias. Y de allí a tarifar insultos, licitarse de cuerpo presente, calumniar por encargo, “descubrir” documentos notoriamente falsos por orden de Montesinos, prestarse a contratar comunicados de doce minutos para la TV fujimorista, jugar a la pega con Oscar Dufour, al parchís con Bressani y al toma y daca al vuelo con Fernando Zevallos, había un solo paso.
Un solo paso de león marino que Enriquito Escardó dio sin moverse, que era una de sus especialidades. La otra era lustrar todo tipo de calzado, como lo demostró durante el gobierno militar, cuando inventó la escupidita milagrosa sobre el trapo y el escobillazo al duco y a pulso redoblado. Y la tercera era hablar con voz quebrada del cáncer que tenía en la boca y que estaba a punto de matarlo, prólogo perfecto para llegar al tanto por ciento de las cobranzas sin factura y los premios del año que se repartían con matrícula. Felizmente, el cáncer no lo mató –más bien pareció huir de su boca– y la única enfermedad de la que no pudo librarse fue la que contrajo en África, con ocasión de uno de sus safaris por canje. Pero ese mal, que zumba en las moscas Tse Tse, fue una bendición para su santa y bellísima esposa, Morena, y sobre todo para sus contertulios, que sabían que cualquier monólogo de Escardó duraría tan sólo cinco minutos.
“Gente”, esa “Amauta” de Eisha, esa “Amaru” del Pigalle, esa “Colónida” de los Trocas, cumple 50 años de trayectoria. ¿Y hay que celebrarlo?
¿Qué pensarán los estudiantes de periodismo de los que festejan a “Gente”?
uizás piensan lo que muchos –empezando por los fujimoristas– quisieran convertir en la primera norma de un Perú supurado: que ­aquí ser decente o ser una basura da lo mismo. ¡Happy birthday!

viernes, 28 de marzo de 2008

Laura Bozzo y la hipocresía

Laura Bozzo es una incomodidad que la hipocresía quiere echar por la borda.
¿La estrella de la televisión fujimorista resulta ahora un anacronismo vergonzoso?
De ninguna manera. La Bozzo sigue siendo auténtica embajadora de nuestra caja ­idiota y, en muchos sentidos, del país que la endiosó.
Lo que pasa es que la TV ­arrodillada quiere aparentar estar haciendo una limpieza en sus establos. Y qué mejor que Laura Bozzo para hacer de cabra expiatoria. Total, con Fujimori en desgracia y Montesinos condenado, “la abogada de los pobres” les recuerda a muchos el pasado compartido que tanto molesta.
La misma gente que no protesta por la miseria intelectual de los noticieros de TV es la que ha convertido a Laura Bozzo en la alimaña que ensucia una pantalla presuntamente limpia.
Es el show del detergente que te deja el blanco más blanco. Porque con o sin Laura, la tele de señal abierta –la que ven las mayorías– seguirá siendo la de los grandes intereses, la del sistema que aspira a su perpetuación y la del régimen político que gerencia la acumulación sin chorreo.
Laura Bozzo está pagando el pato por su fujimorismo mercenario. Pero el fujimorismo, como atmósfera, modelo económico y malas costumbres, nos sigue gobernando. Y hay Lauras Bozzo farfullando en todas las antenas.
La acusan de exportar un país que no existe, unos desdentados de ficción. La señalan como la autora de la mala fama del Perú en muchos lados.
Cualquier turista recién ­aterrizado pensaría que el Perú es una suerte de paraíso calumniado a traición por una de sus hijas.
La Bozzo no necesitó huaquear para mostrarnos el Perú que le daba 30 puntos de rating. Ese país cariado y estropeado estaba allí, a flor de piel canela, embalado para que alguien lo convirtiera en negocio sadístico.
Y ese país no ha cambiado. Se diría que, en muchos aspectos, ha empeorado. La ciudad bestializada que es Lima ¿no parece un estudio de TV listo para que Laura Bozzo haga lo que sabe hacer?
¿O es que el estupro, el incesto, el machismo desenvainado, la vulgaridad que se jacta, la ignorancia que se premia, la anomia que cunde, la mentira que vuelve próspero a quien la dice, la falsificación sin castigo, el robo carretero, el hacinamiento en las cárceles, la violencia en las calles, los taxistas pestíferos, los microbuseros asesinos, las bandas desalmadas capitaneadas por policías, los escupidores desde el auto, los meadores de bermas, la podredumbre de las licitaciones, los negocios de rapiña, han disminuido?
¿Y han perdido preponderancia la prensa-basura, los periodistas limpiaparabrisas, la inmundicia chicha y la tele que se rasca el sobaco como gesto filial? ¿No es que Carlos Álvarez sigue haciendo lo mismo y por los mismos precios?
Como si fuéramos escandinavos, insultamos a Laura Bozzo porque “nos desfigura” pagando a panelistas para que “hagan una representación”. Bueno, lo mismo hacen los congresistas –sólo que con plata de nuestros impuestos–. Y lo mismo los ministros, cuando repiten el libreto presidencial. Y lo mismo el señor Marco Parra, cuando simoniza al alcalde de Lima. Y lo mismo el sonámbulo Jaime De Althaus, cuando de adular a la patronal se trata. En la tele no puede haber huelga de guionistas porque el guionista es uno solo y es mister Miedo.
Mister Miedo, por ejemplo, ejerce su autoridad en el programa de Jaime Bayly, el autor de la más documentada denuncia en contra de la Bozzo. ¿Pero se atrevería el brillante Jaime a invitar a Enrique Zileri a tocar el tema de la mentira en sus más amplios términos, incluyendo aquellas mentiras que tocan las puertas del Estado para obtener indebidos beneficios de identidad? Y es precisamente el canal del señor que se burló del Perú mintiendo y le cobró al Perú mintiendo por enésima vez, el que se yergue hoy en predicador deontológico. ¡Mejor que me cuenten uno de Jaimito!
Laura Bozzo no inventó el país que la hizo rica y famosa en los Telemundos de Miami. Lo convirtió en dosis, lo abrevió, lo compactó y lo exportó para asombro de la extranjería. Porque sólo afuera pudieron sorprenderse de lo que nosotros vemos (y padecemos) a diario: la barbarie que impone sus lepras frente a las asustadas minorías de una clase media que tiende a esfumarse, a desaparecer, como alguna vez, gozoso, dijo desear el doctor Alan García.

jueves, 27 de marzo de 2008

El odio del Dr. García

Me siguen preguntando en la calle, generalmente con buena fe: ¿Cuándo regresa usted a la tele?
Creen que de mí depende.
Y creen también que estoy desesperado por volver al asunto de las luces, los coordinadores, los reportajes recién terminados de editar.
No saben lo tranquilo que me siento escribiendo esta columna que Arturo Belaunde tuvo a bien devolverme hace unos días, volviendo a la radio desde el próximo martes, leyendo dos libros por semana, yendo a ver el cine que nos gusta –que no es el cine idiota norteamericano–, dedicado al tan desatendido arte de vivir.
Veo la tele peruana de señal abierta a veces y tengo la sensación de que es una casa matriz con distintas sucursales numéricas. Porque las sucursales dicen las mismas cosas, censuran a la misma gente, guardan los mismos silencios.
Y se callan sobre todo en torno a “la ley patriótica” que Alan García ha puesto en vigencia sin haberla promulgado. Esa ley que nadie ha escrito pero que casi todos acatan y que le permite al ambiguo juntacadáveres que hace de ministro del Interior seguir en su puesto y seguir dando náuseas. Esa ley que ha impuesto el fascismo balbuceante del jefe de la policía, que se atreve a acusar sin pruebas, condenar sin jueces y detener a militantes de izquierda que han decidido hacer política abierta. La ley que le permite a los cerdos del hortelano ver a las FARC en el norte, cruzando Aguas Verdes; en el Putumayo, yendo y viniendo de Colombia; en Iquitos, “exacerbando” los ánimos; en el sur, detrás del presidente regional de Puno, calumniado por el ex agente de la CIA Luis González Posada; en Pichanaki y en Andoas, alentando reclamos territoriales y comuneros. ¡Pero si parecemos gobernados por las FARC!
Ese facho con uniforme de general de la Policía ha decidido que pensar distinto es pasible de cárcel. Y ha metido presos a estudiantes que, hartos de este sistema que convierte en general a cualquiera, apuestan por una opción radical y desarmada.
Y nadie dice nada. Y la tele es la que más dice nada.
Claro, si yo volviera a la tele no me quedaría callado ni haría de gallinita ciega como la hija del Piojo ni me disfrazaría de idiota para hacer juego con Miyashiro, como tiene que hacer cada noche el muy talentoso Beto Ortiz (que ignora que su trabajo de fritanguista en Nueva York tenía muchísima dignidad, si de comparaciones se trata). Bueno, el asunto es que la tele noticiosa y periodística es hoy en el Perú el spá de Alan García, la adormidera perfecta, la lobotomía ambulatoria. Y no sólo respecto de lo que está pasando en el Perú. Su amarillismo es ecuménico y sus productores suponen que el mundo es el par de notas aparatosas que propalan cada vez que un diputado le pega a otro en el parlamento de Taiwán o cada vez que una niña como Madeleine desaparece de un centro turístico.
Se diría que la TV nacional es idiota por un imperativo de codicia. Si no lo fuera, entonces la SUNAT, que es chaira de Palacio, le cobraría a Ivcher los 54 millones de soles que se niega a pagar. Y Genaro dejaría de ser el ilegal administrador judicial que es. Y el Porfirio Díaz de la chingada antena no podría haberse apoderado de dos canales peruanos (el 9 y el 13). Y Canal 4, que es tan valiente con el personal de servicio del gobierno, quizás se saldría de la pesada gravedad del diario al que pertenece. Pero entonces tendríamos una TV sintonizada con algunos malestares sociales. Y eso es algo que el doctor García, que pregunta por mí cuando cree que ya no voy a regresar, jamás permitirá.
Un amigo más o menos común me ha dicho que el doctor García me odia visceralmente desde que puse bajo la luz pública a su encantador último hijo. Me parece muy bien: es su derecho odiar. Lo que no me parece tan bien es que ese odio trascienda los linderos de Palacio, los límites de su alcoba, y llegue hasta la gente que quisiera apoyarnos en radio San Borja y que no lo hace porque está asustada, porque le han dicho que si pone un auspicio le caerá la autoridad tributaria que no le cobra a Genaro ni un solo centavo, porque ha recibido una llamada telefónica de un amigo próximo a los altos niveles.
Hace días, Mirko Lauer tuvo a bien preguntarse por qué un empresario liberal no se animaba a ponerme en pantalla. Aquí va un ensayo de tardona respuesta: primero, porque no hay empresarios liberales cercanos a la TV; segundo, porque el odio presidencial de García resulta decisivo. Ni con Fujimori estuvo la TV peruana tan agachada y puta.
Posdata: Al cierre de esta columna me llega una noticia alentadora: Miguel del Castillo, hijo predilecto de don Jorge del Castillo, coanimará un programa político que Canal 11 transmitirá los domingos por la noche. ¡La TV nacional empieza a desapristizarse!

miércoles, 26 de marzo de 2008

Calores que matan

Cuatro mil oceanógrafos reunidos en los Estados Unidos han llegado a la conclusión de que, si todo sigue así, el polo norte habrá desaparecido en el año 2015.
El calor amenaza no sólo al planeta que hemos pisoteado. Amenaza a la inteligencia. No tengo la menor duda de que si los trópicos no produjeron filósofos es porque el sopor de la calentura menoscaba las sinapsis, apaga las luces del lóbulo frontal y excita, en cambio, el remanente mamífero del cerebro humano.
Alguna vez en Asunción, a las dos de la tarde, caminé por una ciudad fantasma de la que brotaban humos de asfalto y fumarolas que se elevaban de los charcos. No era la siesta del amor a plena luz sino la estupefacción yacente de los 40 grados centígrados. Era el desmayo generalizado de una ciudad derrotada por los vapores de Satán. Siempre supe, además, que Roa Bastos escribió lo que escribió gracias al aire acondicionado. Y que si no fuera por el gas freón a Castro no se le hubiera ocurrido que podía hacer de Kruschev un cajero automático.
Otra vez, al asomarme a la puerta de un avión que acababa de aterrizar, fui golpeado por un vaho embrutecedor que parecía venir de las calderas de un verano alienígena. Pero no. No era Mercurio. Era San Juan de Puerto Rico, la bella y ensopada ciudad que te puede matar con sus hervores. La ciudad que llama guiso de gandules a uno de sus platos más populares.
Y cómo odiaba Madrid en los veranos de mi autoexilio. Madrid que a las dos de la mañana ardía como si la luna hubiese adquirido los hábitos del sol. Y cómo me vengaba de Madrid pensando que con esas temperaturas España sólo podía aspirar a Ortega Gasset (sucedáneo verboso de un Kierkegaard, un Spinoza o un Kant) o a Gregorio Marañón (una versión de bolsillo de Jung). Y siempre estuve seguro de que en invierno escribieron Hernández, Salinas y Machado. Como que tampoco es casualidad que al canalla de Franco se le ocurriera dar el zarpazo en pleno julio: lagartija gallega.
Una de mis peores pesadillas consiste en que estoy perdido en un pueblo reventado por el calor buscando a alguien que sé que no encontraré. La gente no me habla pero me escucha y al final encuentro la salida. Pero la salida es una puerta ridícula que, una vez abierta, me pone ante la vista de un desierto chamuscado y unos matorrales que ninguna brisa mueve. Porque en el sueño me fijo bien: de pura inmovilidad, todo parece pintado. Entonces me despierto (aunque ha habido veces que el sueño se ha alargado un capítulo y es cuando camino sin rumbo por un camino humeante).
Lo que quiero decir es que amo el frío y sólo tolero el calor cuando el mar está a tiro de piedra. Lo que he querido decir es que en los trópicos no está Henry Miller (los escribió en París) sino el señor notario que suda en un terno gris, el señor Ríos Montt en traje de fajina, el señor Arana goteando esperma en medio de sus indios esclavizados. Asocio el calor gotoso de Lima con todas las derrotas. Para mí el verano es una epidemia de cólera, una federación de mosquitos, los olores que prueban que no somos hijos de Dios.
Y ahora me traen la noticia de que el polo norte desaparecerá en el 2015. Y me dicen que los espejismos del calor se verán en las carreteras donde antes nevaba siete meses al año. Y que habrá peyotes en las cercanías de Anchorage. Y que Marc Anthony cantará en bividí en un Wembley plagado de calatos. Lo único que falta que me digan es que alrededor de ese mismo año Alan García regresará, al calor de las masas y en olor a multitudes, a gobernar el país que tanto lo merece.

martes, 25 de marzo de 2008

Ayer fue el día de la TBC

Cada año, treinta mil peruanos se suman a la infausta legión de tuberculosos.
Y cada año mueren mil de esos enfermos.
Y no tenemos estadísticas fiables sobre la cantidad de tebecianos multidrogorresistentes que el Perú produce en series estadísticas anuales ni cuántos de ellos contrajeron esa malignidad en un hospital infectado o cuántos lo hicieron al interrumpir su tratamiento. Se supone que son unos 2,000, de los cuales algunas decenas padecen de un estadio superior del mal: la TBC no tratable, una mutación diabólica del bacilo que Robert Koch descubriera en 1882. Esta variedad es por ahora una condena a muerte del paciente.
Para quienes creen que la TBC es decimonónica y sólo tose en las novelas románticas o ahuesa a la bohemia del Palais Concert habría que recordarles que las cifras mundiales han escalado a ratios que preocupan a la Organización Mundial de la Salud: nueve millones de infectados cada año, dos millones de muertos en el mismo periodo, un millón de pacientes que recaen, 500,000 que son alcanzados por la nueva y letal variedad de la enfermedad.
Los países ricos no suelen tener tebecianos nativos. Muchos de sus esporádicos brotes vienen de la importación de mano de obra y de las condiciones de vida de muchos trabajadores migrantes, o del alcoholismo y la adicción a las drogas en su etapa terminal.
¿Y el Perú? El Perú del doctor García sigue siendo un país de cálida acogida para la TBC. Avanzamos tan rápido que somos el segundo país de América Latina en proliferación tebeciana. El primero es otro potentado: Brasil. En Lima, el distrito donde el mal bate todas las marcas es La Victoria, que reportó 670 casos sólo en el año 2007. Allí se dan todas las condiciones para la multiplicación de las penas: no hay salud pública competente, la desnutrición es crónica, el hacinamiento es frecuente, la renta familiar es de llorar, la suciedad cunde y las infecciones asociadas están a la orden del día.
El nuevo orden mundial del sálvese quien pueda y el darwinismo social que supone que los pobres son dinosaurios que sólo deben de esperar su meteorito ha replanteado algunos aspectos del Atlas tebeciano: el mayor índice mundial de casos de tuberculosis multidrogorresistente está en Baku, la capital de Azerbayán. Allí el agujero negro del mercado se ha tragado la salud pública y cualquier asomo de redistribución social: es el mundo que los economistas de la ultraderecha pregonan como el ideal.
¿Qué perro del hortelano impide que erradiquemos la tuberculosis? ¿No es que el oro está a más de mil dólares la onza? ¿No es que el cobre etcétera? ¿No es que las reservas internacionales blablablá? ¿No es que el doctor García uyuyuy? ¿No es que PPKK?
En este tigre casi asiático que es el Perú no es sorprendente que los hospitales infectados y las cárceles del infierno sean los mayores focos de contagio tuberculoso. Tanto hospitales como cárceles pertenecen al Estado, esa bruma que, según la ultraderecha en boga, hay que despejar. Esa cochinadita que hay que sacarse del zapato. Ese monstruo que alguna vez pretendió arbitrar los conflictos sociales y sacar la cara por los menos poderosos. Ese cáncer que nos impidió ser felices y que ahora, gracias a dieciocho años de quimio fujimorista, diablos azules toledistas y terapia alanista reforzada con la receta de la abuelita de Lourdes Flores, ha casi desaparecido. Alabado sea el Señor.

Posdata: Tuve que viajar en Aerocóndor el último fin de semana. La verdad es que si yo fuera chileno estaría feliz con esa clase de competencia: vuelos que invariablemente se retrasan o cambian de ciudad de partida, colaciones de orfanato de Dickens, aviones que podrían estar en el museo aéreo smithsoniano, sistemas de sonido averiados que impiden saber qué diablos dice el ayudante de cabina, personal sobreexplotado. Toda una joyita de línea aérea. “Aerobuitre” debería llamarse. ¿Y el ministerio de Transportes? ¿Espera que uno de estos días se caiga otro de esos vejestorios volantes para decir algo?

Corrupción en Banco de Materiales.- Involucrado el toledista "Chiquito" Aparicio Mosselli, hermanón y financiador de AGP

Jorge Aparicio Mosselli, alias "Chiquito", aportó 23,310 nuevos soles, en efectivo, para la Campaña del club electoral "Perú Posible". Sujeto oportunista que busca estar en buenas relaciones con todos los politicastros, Aparicio también financió la campaña de Alan. El muy pendenciero tuvo la conciencia de desfilar tres veces en el pasado “Día de la Fraternidad”. Hoy es gerente general del Banco de Materiales y responsable de la realización de diversos actos de corrupción institucional.
El empresario de la construcción "Chiquito" Aparicio llegó al Banco de Materiales en el año 2002 con la orden de cerrar el Banco. Sin embargo, terminó quedándose en el puesto seis años, gracias a los buenos negocios que pudo organizar.
Aparicio es uno de los tantos burócratas oportunistas que trajo el borrachín Toledo al Sector Vivienda. Por su intervención, los burócratas colocados por el Felipillo de Cabana siguen mamando la ubre fiscal. Setenta por ciento de los actuales empleados del BANMAT fueron recomendados como "hermanos" toledistas.
A pesar que el presidente del Banco de Materiales es el doctor Mario Valcárcel Aragón, un aprista reconocido de larga trayectoria política y profesional, quien realmente manda en el Banco es el "Chiquito". Aparicio dispone del BANMAT como si fuera su chacra. Por ejemplo, en septiembre de 2007 agredió verbalmente a funcionarios del Ministerio de Trabajo que realizaban una visita de inspección laboral. El “patrón” Aparicio condujo a los inspectores al ascensor y los desalojó con insultos incluidos. Por infracciones a la labor inspectiva, Aparicio fue multado por la suma de 38 mil nuevos soles. Afortunadamente para él, Pasco Cosmópolis, el cómplice alanista a cargo del Ministerio de Trabajo, dispuso se deje sin efecto la multa y quede en nada el agravio a los inspectores.
Aparicio y el entorno seguidor de Felipillo Toledo mantienen en funcionamiento las Brigadas Chakanas. A través de ellas se defienden y encubren mutuamente. Puede señalarse el caso de Remigio Medina de la Cruz, Secretario Departamental de Perú Posible en Ayacucho, cuya tarjeta de presentación para el puesto fue ser detenido antes de su llegada a Lima con la marcha de los cuatro suyos. El “hermano” toledista Medina ha sido constantemente denunciado por los administradores de la sucursal de Ayacucho. Sus delitos: apropiación de dinero en las cobranzas, utilización del vehículo de la sucursal fuera del horario de trabajo, agresiones físicas a los trabajadores, incluidos sus propios jefes, sin que las instancias administrativas del Banco hayan emitido siquiera una amonestación verbal. La razón es porque los llamados a sancionar los hechos (Aparicio, Guevara, Seminario, Gordón, López, Velásquez y Peña) son “hermanos toledistas”, que figuran como aportantes de la campaña electoral del año 2006. (No hay que olvidar que el Banco de Materiales fue el centro de operaciones del obeso Bruce.)
Rogamos a la Contraloría General de la República iniciar una severa auditoría en el Banco de Materiales, centrándose en la investigación de lo siguiente:
1) Otorgamiento irregular de préstamos;
2) Contrataciones "dirigidas" de obras y servicios que no soportarían una auditoría imparcial;
3) El jefe del Órgano de Control Institucional es el toledista Marco Peña Mesías, colocado en el cargo sin reunir los requisitos correspondientes y con la finalidad de cubrir las espaldas de los “hermanos” toledistas;
4) Incapacidad para recuperar los préstamos irregulares que aprobaron las administraciones fujimorista y toledista;
5) Sucursales con graves problemas operativos e incapaces de recuperar los créditos otorgados.

Tomado del blog "César Vasquez".
Autor: César Vasquez

lunes, 24 de marzo de 2008

Chicas de alquiler

Jean Cocteau pensaba que la demasía en el placer podía costarnos la felicidad. La frase parece una premonición si nos referimos al sepulto señor Eliot Spitzer, ex gobernador de Nueva York, puritano de boca para afuera, gran putero que se aliviaba cada vez que podía con la señorita Kristen –nombre de batalla de Ashley Youmans, nacida en realidad Ashley Alexandra Dupré–.
El señor Spitzer arremetía contra la señorita Kristen, de 22 años, en la habitación 871 del hotel Mayflower, en Washington al lado del Dupont Circle, y era el Cliente 9 de la corporación sexual “Emperor’s Club VIP”, una red que atrapaba busconas y las convertía en chicas de alquiler. Las instalaciones del “Mayflower” tienen una sonora reputación. Allí cenaron de vez en cuando el muy maricón director del FBI, J. Edgar Hoover, y su novio Clyde Thompson, el segundo de dicho cuerpo policial –en no pocos de esos encuentros se tramaron los operativos en contra de líderes negros, socialistones o del incipiente movimiento homosexual–. En una de sus habitaciones solía alojarse, años más tarde, Judith Campbell, una de las más conspicuas amantes del maníaco John F. Kennedy, y en otra de ellas durmió Mónica Lewinsky luego de su famosa noche oral con Bill Clinton. Y es que el “Mayflower” está a diez minutos de andar de la Casa Blanca.
Que el señor Spitzer tenga debilidad por el pay per view en deshabilé y por el polvo cronometrado es algo que debió quedar en su intimidad. El asunto es que en el muy liberal Estados Unidos la prostitución –la activa y la pasiva– es un delito que se castiga hasta con la cárcel. Tan sólo el estado de Rhode Island y once condados de Nevada la permiten, siempre y cuando no sea callejera y no esté regentada por proxenetas. El asunto, también, es que algunos de los ochenta mil dólares que Spitzer gastó en ocho encontronazos a mil dólares por hora procedieron, sin duda, de fondos de la gobernación. Y que la señorita Kristen tenga el sexo partisano y en subasta inversa hubiese sido un problema menor y evitable –la coartada más frecuente ante la policía pasa por el masajismo ampliamente entendido–. Lo que agravó las cosas es haber ejercido tan noble oficio en el marco de una mafia internacional de proxenetas que actuaba bajo la fachada de una simple empresa del entretenimiento.
Como se sabe, la señorita Kristen ha pasado de un cuarto del “Mayflower” a su cuarto de hora de fama. Y no es para menos: Kristen ha derribado, sin siquiera calatearse, a todo un gobernador y hoy la esperan el glamur sidosón de “Girls gone wild” o el cuché ajado de Larry Flint y su “Hustler” a todo meter. Por lo pronto, la rapidísima “Interviú” ya la convirtió en carnosa portada. De pronto, todos pretenden ser sus biógrafos y enterar a los demás de que alguna vez fue usada por el actor Martin Sheen, que su hermano Kyle es convicto de traficar con heroína, que alguna vez trabajó bajo las órdenes de Jason Itzler –chulo famoso hoy en prisión– y que la policía ha descubierto un tercer nombre empleado por ella para las entregas delivery de sí misma: Ashlei Rae Maika di Pietro.
Mientras tanto, la señora Silda Wall, la esposa de Spitzer, hace sus cálculos y piensa seguramente que hasta cuándo valdrá la pena fingir el estoicismo que le fotografiaron si lo que duerme a su lado es ahora un zombi prematuro de la política. En realidad, la señora Wall ha amanecido viuda. Lo que pasa es que hay muertes en directo y entierros en diferido.
¿Y todo por unos estirones en cama ajena y con mujer de hábitos comunitarios y orificios capitalistas? Quizás más que por eso, por la hipocresía de nivel patológico que Spitzer demostró. Tiene que tener mucho de canallita quien proclama su odio visceral por la corrupción, en general, y la prostitución de alto vuelo, en particular, y luego va al “Mayflower” a visitar a una especialista en falsetes de coloratura pagados con Visa (aunque él, es cierto, pagaba en efectivo). No sólo el Partido Demócrata ha perdido a un candidato del futuro: el lobby más poderoso del congreso norteamericano llora por el alma de quien pudo ser el primer presidente judío de los Estados Unidos.
Ahora bien, de todo esto surgen algunas preguntas: ¿en Estados Unidos fallecen los políticos que se van de putas y viven coleando los que mienten para hacer guerras y asesinar países? Si la hipocresía de Spitzer resulta patética, ¿qué podríamos decir de la hipocresía tamaño federal (e impune) de los Bush y los Cheney? ¿Qué zafarrancho de valores permite a los Estados Unidos castigar a un gobernador que mintió y, al mismo tiempo, tolerar a un Presidente que surgió de la manipulación electoral, mintió reiteradas veces para acudir al crimen y ensangrentó al mundo como pocos lo han hecho? ¿Ética protestante o cinismo de una Roma decadente?
En cuanto a la señorita Kristen, qué tanta alharaca. En el Perú algunas damitas de altos vuelos políticos –y no hablo de la también sepulta Laurita Bozzo– hacen lo mismo que ella pero lo hacen ante las cámaras de la TV de investigación, para contento de Fernando Vivas –aguatero del establecimiento– y sin que ningún FBI las esté acosando. Pura injusticia. Yo prefiero a Kristen.
Posdata: Tampoco soy amigo, ni admirador y ni siquiera simpatizante de Mirko Lauer. Por eso mismo le agradezco la generosidad de haber insinuado que alguna gente me ha echado de menos en la programación de la tele. Raro gesto en el paisaje Neanderthal de la prensa peruana. Raro y valiente. Al fin y al cabo, “La República” es hoy como el hijito adoptivo de “El Comercio”.

sábado, 22 de marzo de 2008

Dios y el doctor García

Cuando lo conocí, Alan García era un agnóstico, un cuasiblasfemo y un gonzalezpradista hasta la médula. O sea que era laico y pecador sin medias tintas.
Ahora lo veo disfrazado de morado, investido de ciprianismo lenguaraz, romano hasta el cuello y papal como un templario fundador.
¿Qué le ha pasado?
Creo que comprendió que él era el mejor de los hombres pero que, en materia celestial, debía aliarse con el que todo lo podía.
Sería, pensó, una yunta invencible: el Dios que doblegó a Roma y se hizo él mismo Roma junto al hombre que tan cerca está de la divinidad. Dios y el César de los Andes: todo sería posible.
García tiene un joint venture con Dios y por eso es que nada le pasa cuando se pone debajo de un edificio herido. Y por eso es que logra anunciar la existencia de un hijo supernumerario ante la presencia consentidora de su santa esposa. Y por eso es que se va a Pisco y promete que los escombros se moverán en menos de una semana –oh, milagro–, que en un año más todo estará reconstruido –milagro de San Hernán, pero ojalá que no de Santa Cutra–, y que la economía de la zona no padecerá ni siquiera en sus cifras de exportación –más que milagro: conjuro celestial–.
Enrique Chirinos Soto se pegaba una tranca cosaca y luego se confesaba. Apuñalaba políticamente a alguien y luego se engullía una hostia efervescente. Disolvía un tribunal Constitucional a pedido de Joy Way y de inmediato hacía gárgaras con diez avemarías. Para Chirinos, la religión católica no era sólo credo y fe: era una ducha española que lo desenmugraba.
Sospecho que la relación del doctor García con los poderes mayores es un poco parecida. O sea que después de cada mentira viene el padrenuestro y luego de una canallada las bienaventuranzas y al día siguiente de las altas cualidades una sesión de golpes de pecho. La religión como jabón carbónico.
Eso no quiere decir que el doctor García carezca de fe. La tiene de sobra y eso lo hace peligroso. Si los conversos tienden a la ortodoxia, se diría que el doctor García se está inclinando al fanatismo.
Me cuentan que es cada día más difícil discutir sus decisiones, matizar sus infalibilidades, añadir algo a sus sorprendentes decisiones. Como Bush cuando incendia a los infieles y extirpa a los países endemoniados, el doctor García cree ahora que Dios le da órdenes, que del cielo le bajan los memos que él sólo acata y que, al fin y al cabo, esa contigüidad con Dios lo exonera del banal juicio de sus ministros y del aún más banal escrutinio de los pobres diablos de la prensa.
Además, ¿no está Dios detrás de esa subida de 11 puntos en su popularidad? ¿No lo estuvo acaso en la evaporación de esos sesenta mil votos que le impidieron a Lourdes Flores ser Presidenta? Y en la multiplicación de esa diminuta hacienda original, multiplicación que le permitió tener ese piso en París, estas casas, aquellas cuentas, ¿no estuvo Dios, acaso?
De tanto interpretar a Dios el doctor García va a terminar pareciéndosele. Frente a esa colosal cercanía, ¿qué pueden importar los patrulleros que no se compran, los ministros que no renuncian, los fondos que no se gastan, los reclamos de los impacientes y las observaciones de quienes alegan haber sido traicionados? Y acaso Wilbert Bendezú, ¿no tiene la pinta de Judas?

¿Quién es el ex-profugo que derroto a la adversidad y ahora quiere reinventar su historia?

"He transcurrido diez años de mi vida como exiliado, como paria, perseguido por una dictadura y por gobiernos ignorantes y aquí estoy. Como político viejo, no me queda más que darle el consejo de la constancia y de la fortaleza"*(Alan Garcia en un "emotivo" discurso en España)
*¿Fue/será en realidad perseguido por sus fantasmas?*
*El ex- profugo da "consejos políticos"*
*¿Estamos ante un fabulador que quiere aparecer internacionalmente como un político que fue perseguido por sus "ideas" políticas?"
Un raro Exilio y Asilo "político" :
- El "asilado" y "exiliado" vivió en el distrito más caro de París.- El "asilado" y "perseguido" político tenía (o tuvó) juicios y/o acusaciones pendientes por actos de corrupción, enriquecimiento ilicito y violación de los Derechos Humanos entre otros por la matanza del frontón.- El "asilado" y "exiliado" espero que estos delitos prescribieran para volver al país a ser el candidato estrategico que los grandes empresarios y la derecha encontraron para enfrentar a Humala.
Spot donde se muestra un video de archivo. Aparece Alan García negando un enriquecimiento ilícito y acusando a aquellos que huyen y viven una vida acomodada en París. Alan García años después viajaría y se asentaría comodamente en Paris.




ALAN GARCIA 1985-1990 ( LOS ULTIMOS DÍAS DE SU DESASTROSO GOBIERNO)



Tomado del blog "Polysocial".
Autora: Dahlia

jueves, 20 de marzo de 2008

Pobre diablo

Hugo Chávez llama “diablo” a George W. Bush en el recinto de las Naciones Unidas. Se trata de una calumnia que el diablo no merece. Porque, en el principio, Satanás es el príncipe de las tinieblas, un noble de la oscuridad, un miembro de la realeza que se dedica a lo impuro.
¿Qué de aristócrata tiene el chusco Bush?Un poco más de respeto bolivariano, entonces, señor Chávez. Satanás es, en extremo, la prueba católica de que Dios existe, así como San Cipriano consideró que la herejía –palabra que viene de un término griego que significa convicción– era útil porque probaba la lozanía de la ortodoxia y la equivocación de los heréticos.
¿Qué se hubiera hecho la Iglesia sin la amenaza del diablo? ¿Con qué llamas habría cocinado nuestro miedo a ser celestialmente incorrecto? ¿A qué infiernos habría condenado a los paganos, o sea al resto de la humanidad que no tuvo la suerte de recibir a las misiones o a los ejércitos papales?
El infierno romano, como se sabe, es el sicosocial de más éxito en la historia de la humanidad. Su propósito fundamental es que los de abajo crean que hay algo peor que el infierno de la miseria y las brasas de la enfermedad. Como reverso del cielo resulta, por lo demás, imprescindible.
El éxito de este par dialéctico es tan grande que la mayoría de los católicos pobres están preparados para comer hasta hartarse en el reino de los bienaventurados, donde habrán de gozar sus calaveras y desde donde mirarán el pozo ardiente en el que los ricos pagarán sus hartazgos terrenales. ¡Pobres ricos que creen haberla pasado cojonudamente bien!
Por eso es que la fe católica no es sólo fe sino que es la argamasa del edificio social tal como lo conocemos. La Iglesia, por ello, es un asunto de seguridad nacional.
Y cuando Juan Pablo II se reunía a hablar en italiano con Vernon Walters, el enviado de Reagan con el que preparaba la insurrección católica en la Polonia estalinista, lo único que demostraba es cómo es de importante la cuestión de Dios en los negocios del hombre.
Pero, repito, no habría cielo redentor si no se diese por cierta la existencia del diablo, cuya santidad ancestral de ángel caído está probada por el hecho de que él vigila que los malos paguen por lo que han hecho. Con lo que demuestra ser, en realidad, un funcionario del complejo mecanismo eclesial, una ficción tan necesaria como la santidad de los patriarcas.
Según nos recuerda el antropólogo español Francisco Flores Arroyuelo, entre íncubos –demonios encarnados en forma de hombres– y súcubos –con apariencia de mujer–, el demonólogo Jean Wier llegó a calcular que los ejércitos de Lucifer tendrían 72 príncipes, con una infantería de 7’405,926 diablos distribuidos en 1,111 legiones de 6,666 integrantes cada una.
(El pobre Wier sería acusado por el inquisidor francés Pierre de Lancre de haber recibido información tan exacta del mismísimo Satanás. Otros demostraron que esa cifra provenía de la multiplicación por seis del número pitagórico 1’234,321).
El diablo, en suma, es demasiado importante para que el líder del Orinoco trajine su investidura en la ONU y llame a Bush, auténtico pobre diablo, con el nombre que tantas y tan seductoras variaciones ha conocido: Serpiente, Satán, Belcebú, Mammon, Príncipe de la Potencia del Aire, Abbadohn, el Impuro, el Inmundo, el Tentador.
Tan descomunal personaje, al que una calumnia papal atribuyó la erección del acueducto de Segovia en una sola noche, nada tiene que ver con el hombre que quebró tres empresas petroleras antes de terminar de hundir el orden internacional parapetado en lo único que hay de inteligente en su administración: sus misiles.
Bush no irá al infierno. Cuando muera, volverá a ser gerente general de Arbusto Corporation y recibirá, otra vez, órdenes directas de Dick Chenney. Y tendrá que encenderle el puro dominicano a su papi.

CONFESIONES SINCERAS (2)

“Para ser maestro de escuela pública hay que ser del tercio superior. Para ser ministro de la republica hay que ser del tercio inferior” (José Antonio Chang).
“Con el desafuero de Tula Benítez le demostraremos al gobierno que tenemos mucho poder. Así, a la hora de negociar nuestros contenidos, ya no seremos tan baratos como hasta ahora” (la prensa).
“El ALBA promueve el contrabando ideológico. Estados Unidos, por el contrario, promueve una ideología legal. La suya si pasa por ADUANAS” (Antero Flores Araos).
“Cómo pueden decir que el periódico que dirijo es un fracaso. ‘Correo’ es el diario más vendido del Perú. Pregúntenselo a los empresarios y al gobierno” (Aldo Mariategui).
“Vi una estrella en mi camino, entonces comprendí que mi destino era robar y robar, robar y robar” (Alan García).
“Le debo impuestos al estado, y no me embargan. Le debo a mis trabajadores, y no protestan. Le debo a medio mundo y no me quitan el canal ni ninguna empresa. Yo sí sé hacer negocios” (Genaro Delgado Parker).
“Abandono mi cargo pues deseo darle paso a la juventud. Por ello mi hermano Raúl será vuestro nuevo dictador” (Fidel Castro).
“Dirigir un programa periodístico es muy cansado. Por eso decidí cederle la dirección de mi programa al presidente García, quien con mucho gusto aceptó y no me cobra nada. Es un caballero” (Cecilia Valenzuela).
“Represento perfectamente a ‘TV Perú’. Debo ser la imagen de este medio. Cumplo con todas las características para serlo; soy sobón, humillado y arrastrado” (César Campos).
“Si invertimos en Bolivia nos cobraran 80% de impuesto a la renta y no podremos decir nada, pues allá el presidente sí tiene pantalones. Vamos a Perú. Encontraremos ‘cholos’ baratos, impuestos negociables y un gobierno que no gobierna nada” (los inversionistas extranjeros).
“Extraño mis épocas de juventud. Éramos tan felices con Alberto en palacio, Vladimiro repartiendo millones, y yo, como su aliado estratégico desde ‘El Comercio’. Teníamos algunas peleas, como en toda sociedad. Pero, bueno. Cuándo volverán esos viejos tiempos” (Alejandro Miró Quesada).
“Yo no tenia ninguna influencia sobre las fuerzas armadas, pero comandé el operativo ‘Chavin de Huantar’. Yo no sabia nada del grupo ‘Colina’, pero amnistié a todos sus miembros” (Alberto Fujimori).
“No comprendo esta nueva televisión. Antes recibíamos órdenes directas de palacio, ahora las órdenes nos la dan los dueños de los canales. Antes los favores se pagaban en efectivo, ahora se pagan con otros favores. No comprendo por qué tanto cambio” (Nicolás Lucar).
“Por qué me dicen ministra. Yo no soy ministra, yo soy lobbysta” (Verónica Zavala).
“Fuimos el sostén de la dictadura, pues con ‘el chino’, en palacio, nos iba bien. Ahora hay que disfrazarnos de demócratas pues con ‘el cholo’ nos fue mejor y con ‘el caballo’ estamos en el paraíso” (la CONFIEP).

Tomado del blog "Matices de Opinión".
Autor: Pedro Armando Rosario Ubarnes

miércoles, 19 de marzo de 2008

CONFESIONES SINCERAS

“Qué es eso de decir la verdad, si eso no se puede decir” (la prensa).
“Dios es una farsa, pero renta y renta muy bien. Pues la gente temerosa de irse al infierno, nos regala sus propiedades” (las iglesias).
“Vamos a luchar, y si es necesario a dar la vida, por contratar a César Hildebrandt. Pero cuando esté en nuestras filas, lo tendremos adentro para que nadie lo vea ni lo oiga” (los chicos del 11).
“Estos maestros de escuela pública son terroristas y fracasados. Por eso mi papi me mandará a estudiar al extranjero. Aunque no sé con qué dinero lo hará porque él sólo gana 16 mil soles. Ah, ya sé; con la beca ‘Haya de la Torre’” (Federico Danton).
“Tampoco dejé ningún documento firmado que autorizara los crímenes de los cuales se me acusa. Llamaré a Nakazaki, el más grande defensor de asesinos, para que vea mi caso” (Abimael Guzmán).
“Defenderé a mi Alan hasta quemar el último cartucho” (Cecilia Valenzuela).
“Invertir en el Perú ha sido un fracaso. Sólo ganamos, cada año y en promedio, la mitad de lo que ganan las mineras. Es muy poco” (Telefónica del Perú).
“Mi padre vive en condiciones infrahumanas. Su patio no tiene piscina, su televisor no es pantalla plana y sólo tiene 36 pulgadas, la comida que le dan está valorizada, apenas, en 1550 soles diarios” (Keiko Fujimori).
“Los dejaré mudos y en completo silencio con mi testimonio” (Martin Rivas).
“Mi color favorito es el rojo sangre” (Juan Luís Cipriani).
“Aló, Genaro. Tengo problemas con mis accionistas. Cómo era eso lo de las deudas viejas…” (Ricardo Belmont).
“Los testimonios que se ofrecen en mi programa son tan reales y verídicos, como honesto es mi ex jefe, presidente, amo y concejero moral, Alberto Fujimori” (Laura Bozzo).
“Si ministra, ya sé lo que le tengo que preguntar, la tratare bien. Y gracias por sugerirme en ‘TV Perú’” (Clorinda Velásquez).
“Hay que embrutecer más a la gente. Que si estos ‘cholos’ se avivan nos malogran el negocio” (los dueños de los canales de televisión).
“Hillary, si ganas las elecciones, no olvides seguir con la colonización del mundo” (Geore Bush).
“Soy el símbolo moral del ‘APRA’. En el partido todos son honestos, decentes y dignos como yo. Lo que no entiendo es por qué estuve tantos años en la cárcel, si yo estoy limpio” (Agustín Mantilla).
“Yo no soy ‘fujimontesinista’. Sólo voté por Fujimori en 1995, trabajé con Miller en el 98 y cobré 6 mil dólares procedentes de las arcas estatales” (Rosa Maria Palacios).
“Cómo esperan que combata a los delincuentes que pululan en la calle, si ni siquiera puedo combatir a los que pululan dentro de mi ministerio” (Luís Alva Castro).
“Este año creceremos 9%, triplicaremos nuestras exportaciones, seremos mejores que Finlandia en calidad educativa, compraremos tanto o más armamento que Chile. Perdón, disculpen. Eh olvidado tomar mi ración diaria de litio” (Alan García).

Tomado del blog "Matices de Opinión".
Autor: Pedro Armando Rosario Ubarnes

martes, 18 de marzo de 2008

¿Canal 7 privatizado?

Mi colega Federico Salazar quiere privatizar el Canal 7 y lo ha propuesto en su leída columna de Perú 21. Como se sabe, ya privados son todos los otros canales.
Si el siete se privatizara no habría una sola ventana verdaderamente distinta de las de ojo de buey por las que los ivcher y los genaros otean el horizonte, ordenan sus rutas, driblean a los guardacostas y se alegran cuando ven flamear, a lo lejos, las otras banderas de piratas de la flota hermana.
-Saludos, Francis –dice genaro.-Saludos, Morgan –reverbera ivcher.
Y ponen proa rumbo al mar de los sargazos, pasando por las islas guaneras de tanta inspiración, y luego al tour de Alcatraz para la melancolía, al mar negro de sus contabilidades, al muerto para rendirle homenaje a sus editores, al rojo para los acreedores, y de regreso, con cocinero egipcio a bordo, al mar de basura, de creación propia, que baña el balneario de sus noticieros y afines.
En fin, si por mi colega Salazar fuera habría que privatizarlo todo. Ahora bien, para Salazar y su club de liberales tipo Aldo –que no es una marca de carteras sino una patente de corso para decir cualquier idiotez– privatizar quiere decir entregarle al primer carroñero que pase por la esquina lo que quiera que fuese siempre y cuando sea del Estado, ese enemigo al que, sin embargo, le exijo policía y ejército para que ponga en su sitio a la cholería embravecida.
Porque si invertimos la lógica, la pregunta sería peliaguda para la patronal que Salazar encarna hasta en las publicidades a las que se ha prestado como si nada:
¿Por qué diablos la TV que ven nuestros hijos, que forma opiniones, que orienta conciencias, que embarra gustos y ensucia los colores está en manos todavía de los genaros y los ivcher?
¿Quiénes son los genaros y los ivcher –y todos los demás, incluyendo al tal gonzález que viene de algún cártel fronterizo– para tener más poder que todos los ministros de Educación que en el Perú han sido?
¿Y quiénes son para no dar cuenta de sus actos a nadie? Y, sobre todo, ¿quiénes son ellos para hablar de la libertad de expresión cuando todos sabemos que sus intereses no vuelan sino que reptan?
El gobierno “socialdemócrata” del doctor García se ha entendido perfectamente con esa pandilla, es cierto. Pero eso no quiere decir otra cosa que lo que es: que el gobierno del doctor García se sabe entender con las pandillas, las de Nueva York y las aborígenes. Y allí está el caso de la gavilla niponacional de los fujimoris como muestra.
El Canal 7 es, en serio, una magnífica opción para diversificar un poco la oferta de la pantalla con una programación en la que intervengan los productores cinematográficos y de videos, las universidades dignas de llamarse así, encargadas de investigaciones sociales, los periodistas como Gorriti que fueron excluidos de la TV privada por no dejarse pisar el poncho y, en general, el mundo de la inteligencia exiliado para siempre de la tele desde que se murió Pablo de Madalengoitia y Lima empezó a parecerse a un casino panameño regentado por la mafia coreana.
¡Al contrario! Si lo privado es genaro o ivcher, hay que alejar, hoy más que nunca, al 7 de esos cantos de raya con espolón. Hay que hacer una BBC chola, un PBS casado con lo mejor de La Católica; una televisión pública, en resumen, que demuestre a todo el mundo que la TV puede ser bastante más que lo de hoy.
Someter al único canal potencialmente distinto a la visión de los escarabajos coprófilos que producen para la tele privada sería un paso más del Apra hacia su regreso filogenético al Apra de los sesenta, esa versión degenerada que casó con Julio de la Piedra en las cavas pulguientas de un ron norteño.
Además, si yo fuera Federico Salazar no hablaría nunca de privatizar algún medio de comunicación. Porque alguien podría recordarme lo que pasó con el hiperprivatizado y privatizador diario La Prensa, que el fue el único periódico que, estatizado, prosperó y que, privatizado, quebró ruidosamente.
En el momento de aquel naufragio por incompetencia el capitán del barco tenía el nombre de nuestro ilustre colega, Arturo Salazar Larraín, o sea el daddy de Federico. ¡Habla, memoria!

domingo, 16 de marzo de 2008

MUR HABLANDO CASI A SOLAS

Este es un país gris. Aquí todo parece preferir la mediatinta. Aquí los énfasis tiemblan, los subrayados no se ven, los jueces eligen la tibieza, los fiscales apenas acusan y –como se dice – hasta las moscas se acojudan.
Y en este país de medias aguas y leches translúcidas no es de extrañar que un tal Martín Retamozo –Fiscal Especializado en Delitos de Corrupción de Funcionarios– exculpe a los chicos y chicas del difunto banco Wiese de toda responsabilidad en la quiebra con truco y la desgracia financiera que asoló a esa institución. Para no hablar del aval que no era tal y de la compra, por el Banco de la Nación, de 25 millones de dólares por un paquete de acciones que valían la modesta suma de cero soles con cero centavos (pero que valieron 25 millones de dólares porque estaban en manos de los Wiese, que seguían haciendo, aun después de ser declarados banqueros muertos, auténticos milagros con el dinero del Estado).
Para no cumplir con su papel de acusador, el fiscal Retamozo produjo un mamotreto enjundioso que es una obra maestra de la ciencia ficción. Y es que basa la exculpación en favor de los Wiese y parentela en un reglamento que no tiene existencia legal, que jamás se publicó oficialmente y que está en ese limbo legislativo donde mora lo que pudo ser pero no fue, donde moran casi los jamases (Vallejo again).
Es el mismo fiscal que expidió un informe deliberadamente zonzo sobre Laura Bozzo, el mismo que presentó una apelación “en contra de Hermoza Ríos” fuera de fecha (con un día de retraso, lo que la hizo inservible) y el que ahora se atreve a decir, para regocijo de la gran prensa, que no hay culpables, que qué ocurrencia, que no hay que acusar a nadie y qué es eso de pedir juicio oral cuando lo que corresponde es que todo se archive y que todo siga en orden, que lo contrario sería desestabilizar al sistema.
¿Y J. P. Morgan?
¡Inocentes!
¿Intesa?
Más castos que Lucchetti.
¿Sudameris?
¡A la hornacina respectiva!
Como dijo Jaime Mur: “devolvieron la bicicleta robada y entonces ya no hubo delito”.
¿Y eso lo dice un fiscal en un informe de 100 páginas y en un estilo que cualquiera sabe que ha sido tomado de algún “inspirador” borrador “donado” por un estudio de encopetados jurisconsultos?
¿Y nadie dice nada?
Nadie, excepto Jaime Mur y este escribidor que lo escucha y lo publica.
Es que cada día que pasa la gran prensa –con excepciones, una de las cuales es hasta ahora este digno periódico llamado La Primera y bastante de Perú 21– es cada vez más la gran Naná, la gran Nené, la gran Madame y, de una vez por todas, la tremenda puta del gran billetón que a casi todos desbrava y ensilla y convierte en caballo de paso, José Antonio.
En el caso Wiese nada fue más clamoroso y transparente que la ilegal colusión de funcionarios públicos y propietarios del banco Wiese con el propósito de socializar la crisis que ellos habían provocado y obtener, a través del fraude, el auxilio de los dineros públicos.
Pero aquí no pasa nada. Y como nada de esto sale en la tele de los MQ, y nada sale en la frecuencia del Ivcher que espera que el juez que se sacó la Tinka en 1997 resuelva su pedido de no pagar los 54 millones de soles que debe en impuestos, y nada sale en la radio del Delgado P. de las conversas en el SIN, y nada sale en las revistas especializadas de los NN bancados por el avisaje, nadie, entonces, se entera demasiado.
Porque sigue siendo ley no escrita que en el Perú, para no ir a la cárcel, no tienes que robar una sucursal ni un cajero automático ni un camión de valores y mucho menos un giro o un plástico de marras. Para no ir a la cárcel tienes que tirarte el banco entero.
Te lo llevas a tu casa, a pedazos y con secretarias, con bóveda y apoderados te lo llevas, con biombos y conserjes te lo furgoneas y luego te vas al club Nacional a beber un martini más seco que el corazón de Morgan. Y cuando estás bebiendo tu martini se aparece un Picasso del banco Latino y vienen los abrazos y van y vienen los martinis y el intercambio de experiencias y los chistes sobre los fiscales de la subasta inversa.
Y luego algunos se preguntan por qué el sur está agitado y muchísimos peruanos asqueados hasta la rabia de este pardismo interminable, de este pardismo que dura siglos, tan invencible como un herpes, asqueados de este pardismo mal parido y peor escrito en el Correo de los Aguá, esos que le deben a la Sunat lo que a otros ya habría hecho quebrar.

sábado, 15 de marzo de 2008

TULA BENÍTEZ (2)

El Miercoles, la señora Rosa Maria Palacios Mcbride, sumamente indignada, calificaba de actitud sinvergüenza la “salvación” de Tula Benítez. Afirmaba, también, que hechos así dañan la imagen del parlamento.
Pues, bien. Déjeme decirle señora Palacios, que la única sinvergüenza es usted, y que la única imagen dañada, por el “fujimontesinismo” –para el cual trabajó–, es la suya.
No sea tan hipócrita haciéndose la indignada porque una congresista no será –al menos, hasta anoche era así– desaforada del parlamento. Usted estaba indignada pues la prensa había sido derrotada. Prensa a la cual usted, tan bien, representa. Pues la prensa está como usted está; sometida al poder de la publicidad y al poder gubernamental que se ejerce a través de INDECOPI, SUNAT y el Poder Judicial.
Y lo mismo le digo al señor Alberto Kukin, “periodista estrella de CPN”. Quien hasta hace unas horas cuestionaba la democracia y decía que ésta estaba en peligro si se salva a congresistas como la señora Benítez.
Bueno. La prensa ya puede celebrar. Tantas han sido las presiones que Tula Benítez ha sido acusada constitucionalmente, por lo cual, se queda al filo del desafuero.
En este blog ya hemos narrado la verdadera historia de la cuestionada congresista, y no lo volveremos a hacer. Pues, mejor aun, es escuchar los audios del programa “Al día con Hildebrandt” del pasado 29 y 30 de Noviembre, fechas en las que se entrevistó a Luís Galarreta (presidente de la comisión de ética, en aquel entonces) y a Tula Benítez, respectivamente, y quedó claro que la acusación contra la parlamentaria aprista es una gran farsa.

(Entrevista a Luís Galarreta. Audio Número 5)




Más audios en: Al día con Hildebrandt


(Entrevista a Tula Benítez. Audio Número 4)




Más audios en: Al día con Hildebrandt



Tomado del blog "Matices de Opinión".
Autor: Pedro Armando Rosario Ubarnes

miércoles, 12 de marzo de 2008

PRENSA PARA PRENSAR

Durante el tiempo que viví en España, lo más sorprendente resultaba para mí que la prensa escrita española discutía de ideas y que los políticos españoles discutían sobre ideas –a pesar de los enconos visibles que algunos se tenían y que hasta en los cafés el asunto era hablar de ciertas ideas sobre la marcha de las cosas, el rumbo que debía tomar Europa, el destino de España tras su renuncia a ser un centro de poder ajeno a Bruselas, la subordinación excesiva – inclusive de los socialistas – a la política exterior de los Estados Unidos norteamericanos.
Y no sólo ideas de postín sino también ideas pendencieramente del corazón: si Maribel Verdú tenía que esforzarse mucho para ser la zorra que componía con su actuación, si la Pantoja era o no era, si el tal Gil moriría de apoplejía (como murió en efecto) o si los editores de Hola eran idiotas de diploma o de nacimiento.
Yo venía del Perú y del odio cainita, de los pistoleros de la prensa que habían pasado del vargallosismo reformista al golpismo chavetero de Fujimori, del callejón de las siete puñalas venía –ese callejón al que tanto había contribuido La República de Mohme papá y sus graciosos dibujantes por encargo y (hoy) por comprobante, esa República que había creado la leyenda de un Fujimori salvador y buena gente, esa República que era el equivalente moral del Guillermo Thorndike de Pájina Libre y del que más tarde sería guardaespaldas de los Winter–, yo venía de todo eso, estaba diciendo, y resulta que, de pronto, me sentí como un salvaje caminando por la Quinta Avenida del periodismo, un sudaca pintarrajeado para la lucha cuerpo a cuerpo y que estaba leyendo a los corresponsales de La Vanguardia en Nueva York, o a los de El País en Trípoli, o a los del ABC en el París afecto todavía a la grandeza de los viejos tiempos.
Qué notable cambio. La prensa española estaba hecha para gente que debía de leer sin murmurar y que podía pensar sin extenuarse y que podía vivir sin desayunar mierda en papel finlandés cada mañana.
Yo sigo leyendo la prensa internacional que el poco tiempo de mis asuntos me permite. Junto con leer libros, es el mejor de mis vicios y el más querido de mis defectos. ¿Qué haría sin prensa internacional y sin libros? No tengo dudas: me moriría de indigencia mental, de anemia informativa, de septicemia fujimórica, de marthachavismo prostático, de raffismo en metástasis, de alanismo larvado bajo las uñas de los pies. Me moriría, en suma, de 50 céntimos y mercurio cromo.
Porque la prensa peruana, por lo general, sirve para prensar gente, matar a domicilio, defender al que paga, ensuciar al que no se rinde. La prensa peruana es hoy el sicariato impreso más hipócrita de América Latina.
Lo acaba de demostrar el episodio de la violada en una orgía, la Fanny Hill en el convento, la lozana andaluza sin Francisco Delicado pero con Velásquez Quesquén, (a) “Teníanos”, la pirómana que denunció a las llamas, la dulce ebria amenazada por una botella en plena batalla de calzones.
Al gobierno le conviene que no se hable mucho del ministro Alva Castro: el que se robó los ahorros de la clase media hace 22 años y ahora permite que roben en el ministerio que García le ha dado en pago de no se sabe qué. Entonces usa a un patidifuso, a un upepo empollado en la basura, y lanza la historia de la violadita. La mayoría de la gente, por supuesto, no se traga la historia. Pero para eso está la prensa y su instinto de chacal a destajo.
Y cuando la cosa se desmorona porque es una orgía de pelotudeces, entonces sale el upepo que jamás sufrirá de jaquecas en el programa de la señora que jamás sufrirá de desempleo –la que trabaja para el israelí renacido en Boca Ratón, ya hablaremos de eso– y entrevista y edita a la violadita y le hace decir cositas que sólo ellos entienden pero que sirven para el farfullo y para los titulares de La Razón, el diario que la colonia judía también debería amonestar porque no sólo desacredita al periodismo sino que permite dudar sobre la identidad judía de Marx o Einstein (¿cómo pudieron ser descendientes de Moisés si los Wolfenson reclaman lo mismo, dígame usted?).
En todas partes hay barrios bajos y malandrines. Pero en el Perú los barrios bajos son los topónimos de la prensa y los malandrines son los que dictan el menú noticioso. Con lo que la prensa se convierte en un parte de la comisaría de Monserrate en día feriado, en el diario de un zoofílico y en la novela interminable que sólo podría ser auspiciada por Sedapal/ Sección Desagües.
El empobrecimiento de la prensa peruana es algo que no se enseña en las patéticas facultades de periodismo del Perú. Claro, como dice Lévano, qué pueden decir de verdadero en esos lugares si quienes enseñan, por lo general, son los que jamás aprendieron que el periodismo es también una manera de decir no.
Y la prensa peruana le dice –casi toda– sí señor al upepo, sí a los majaces, sí a la vaina. Y la chanfainita que sirve anemiza y pone triste. ¿Qué democracia saldrá de leer El Trome, escuchar miserias, memorizar estupideces, saber de la última argentina beneficiada en una pizzería? ¿Cómo se recordará este periodo de la prensa peruana? ¿Se recordará alguna vez? ¿Y no sabrá Alan García que cada día se parece más no al Haya ventrudo y genial de los sesenta sino al Odría pragmático de los 50? ¿Y no podrá decirle alguien que agitando lo de Chávez a través de sus mozos del trazo lo único que logra es la sonrisa ingrata del segundo secretario de la embajada norteamericana? ¿No sabe que los gringos no respetan a la servidumbre?

martes, 11 de marzo de 2008

La encuesta del poder

Hay tontos que se la creen. Hay tontas que piden un champancito, hermanita.
Eso de la encuesta del poder, que todos los años organizan los Apoyos, es un festival de egos supurados, una trampa para ratones, una humorada que los Ortiz de Zevallos organizan para distraer a la hinchada.
Como durante muchos años figuré, sin pedirlo, en la cima de todos los poderes de mentira –o sea de la prensa–, creo tener algo de autoridad moral para decir que eso de la encuesta anual de los que “importan” es un ensueño opiáceo en el que figuran los que parecen y un álbum de cromos que los niños más cojudos coleccionan con desesperación.
Ahora también, desde el exilio, figuro en “puesto honroso” entre los periodistas de la radio, de la prensa escrita y aun en el hit parade que consagra a los Emmy del burdelito televisual. Pura inercia, por supuesto. Condecoración de hojalata que uno no necesita. Suspirito limeño que siempre empalagó.
Porque los periodistas, sencilla y felizmente, nunca tuvimos poderes reales. Porque la prensa es la espuma de la ola, la invención sin patente, la marquesina pero no la película.
Los verdaderamente poderosos no salen en las encuestas de Semana Económica: salían en los libros de Carlos Malpica, aparecían una noche en una lista de la DEA, estornudaban suavemente en los directorios de los bancos. Lo que intenta hace años Semana Económica es que nos olvidemos del ranking del billetón y de la autoridad fáctica.
¿Alguien puede creer que Alan García es el hombre más poderoso del país? No me hagan reír. El hombre más poderoso del país se llama George Bush, que el otro día se fue a su provincia ultramarina de Irak. Es tan poderoso George Bush que hasta García ha logrado farfullar un inglés fronterizo sólo para intercambiar algunas palabras con el hombre en la cita de Apec.
¿Alguien puede creer que la señora Kuki Cheesmann no está en la lista de las personas que más influyen en el jefe de Estado, según Semana Económica?
¿Puede admitirse que Cecilia Valenzuela figure sólo en el puesto 22 de la lista de las 30 personas más poderosas del Perú, detrás de Fujimori y Pedro Brescia, cuando todos somos testigos del poder que irradia y cuando todos sabemos de sus desayunos en Palacio de Gobierno, entrando a la derecha, junto a la pérgola?
Además, nadie podría explicar por qué mezquinas razones no figura el doctor Alan García en la lista de las personas que mayor poder desestabilizador tienen. Ni por qué diablos no aparece don Jorge del Castillo como el abogado en activo más influyente de la subregión. Ni por qué Los Chistosos han sido cancelados en el rubro de funcionarios públicos que les correspondía. Ni mucho menos por qué Aldo Mariátegui aparece traspapelado y desaparecido entre los empresarios con más peso. Ni por qué Juan Paredes Castro, que sigue escribiendo en plomo de linotipo, sale con más punche que Mirko Lauer, que por lo menos tiene el plus de la literatura y la buena sintaxis. ¡Exijo una explicación!
Por otra parte, ¿cómo es que no figuran en esta encuesta de los poderosos del Perú, Luis M. Sánchez Cerro –cada vez más influyente–, Vladimiro Montesinos –inmortal intérprete criollo–, Víctor Joy Way –ahora encarnado en Alva Castro–, y, por supuesto, la inolvidable Tongolele, que también sale a escena a las 11 de la noche?

lunes, 10 de marzo de 2008

CARTA PÚBLICA A ALAN GARCÍA

Dr. Alan García Pérez
Presidente constitucional de la republica

No sé por qué no se lleva bien con el ex presidente Toledo. Si tiene tanto parecido a él.
El líder de “Perú Posible” alguna vez dijo; “el Perú es un país difícil de gobernar…la gente tiene baja autoestima” y ahora usted afirma que la población está conformada por “perros del hortelano” y que éstos están contra los pobres. Qué curioso. Usted llama perros del hortelano a los huelguistas. ¿No son ellos, también, pobres? ¿Y no es su pobreza la que los obliga a protestar? Tenga por seguro que en las marchas nunca hallará a alguno de sus amigos de la CONFIEP.
En fin. Nadie puede creer que “todo capital es un robo del trabajo ajeno y que la inversión siempre es explotación y dominación…”. Quien crea eso, efectivamente, está desconectado de la modernidad. Pero, lamentablemente, en nuestro país, al estar tan mal administrado, sea creado ese supuesto. El cual nace en la explotación que sufren los trabajadores de las empresas o la destrucción ecología que causan las mineras. Hechos frente a los cuales su gobierno no hace nada. Por eso la gente le teme a la inversión. Le han perdido la confianza. Así como se la pueden perder a usted, si sigue con mentiras como, por ejemplo, que nuestro “país crecerá al 9% anual”. Según muchos economistas, en el mejor de los casos, creceremos a 7%. No le siembre más falsas esperanzas a la gente. Ya bastante ha mentido en campaña como para seguir estafando a los peruanos.
Bueno. Del total de su artículo, el tercer bloque es el que más me ha sorprendido. Pues muestra en él un conformismo digno del “perro del hortelano”; ‘Tal como fue mi compromiso….las 2/3 partes de toda la inversión se hará por los gobiernos regionales y locales. Mas allá de sus problemas de eficacia, hay que mantener ese rumbo, que asegura mayor participación democrática….”
¿Debemos, entonces, de entender que no importa que el dinero se despilfarre (eso significa tener “problemas de eficacia”) pues no es el suyo, sino el de todos los peruanos?
Eso si es digno de un mediocre. De un antipatriota. De un “perro del hortelano”.
Pero, en fin. Hace, también, usted, una enumeración de miles de millones de soles que recibirán los municipios este año. Por esa parte, lo felicito. El estado cumple con entregar el canon minero, petrolero o según corresponda. Pero, bien digo; el estado entrega el canon. No lo hacen las empresas como debería de ser. Pues del 30% que los inversionistas pagan como impuesto a la renta, el estado deduce un porcentaje que es el que se convierte en canon. Es decir, quienes se llevan nuestros recursos naturales, pagan sólo por sus ganancias. No pagan por el mineral extraído, que nunca más estará en nuestro suelo.
Respecto a salud o educación, temas en los cuales pone tanto énfasis, le pregunto ¿cómo pretende mejorar ambos sectores, si no trabaja junto con quienes se encargan de impartirlos? Los médicos y maestros, han sido blanco constante de sus ataques, indignos de un presidente. Calificativos de “terroristas o comunistas” son los más mesurados. ¿Eso no enloda la banda presidencial que usted usa desde el 28 de Julio del 2006?
Sin otro particular, enviándole mis mejores deseos a nivel personal, pero sobretodo, a nivel profesional (pues el éxito de su gobierno es el éxito de 27 millones de peruanos), se despide este humilde ciudadano.

Pedro Armando Rosario Ubarnes.

Tomado del blog "Matices de Opinión".
Autor: Pedro Armando Rosario Ubarnes

domingo, 9 de marzo de 2008

LAS MENTIRAS DE UN PRESIDENTE

Esta es una noticia que no la verán en la tele de los Ivcher, en la radio del los Delgado o el los diarios de los Miró Quesada;
El señor García escribió, exactamente, lo siguiente, en su artículo “El perro del hortelano contra el pobre”, entregado el domingo pasado:
Pues, bien. Tan sólo 48 horas después, en el diario “EL Peruano” se publicaba el suplemento “Lo que hemos hecho en 18 meses”. En él se informaba sobre los avances de este gobierno. Consistía, principalmente, en la publicación de más cifras estadísticas. Las que nos importan son las siguientes:

Las diferencias, y por ende, las mentiras, son notorias. Mientras en “El perro del….” se afirma que se invirtió.497 millones de soles en el programa “Juntos”, el suplemento de “El peruano” dice que sólo se han dispuesto 319 millones para tal programa. Es decir casi 180 millones de soles de diferencia.
Respecto al PRONAA (Programa Nacional de Alimentos). En la columna presidencial, expuesta en “El Comercio”, se manifiesta que éste distribuyó alimentos a más de 6 millones de peruanos. Según el diario oficial, el PRONAA ha beneficiado a, a penas, poco más de medio millón de peruanos. Casi 5 millones y medio, menos, que la cifra dada por el presidente.
La pregunta lógica e inmediata es; ¿por qué miente tan descarada y tan desvergonzadamente el señor García? ¿Cómo es posible que tanta desfachatez emane de un sólo hombre?
Así es el señor García.
¡Litio para el presidente, por favor!

Tomado del blog "Matices de Opinión".
Autor: Pedro Armando Rosario Ubarnes

sábado, 8 de marzo de 2008

ESO ES LO QUE LE GUSTA A LA GENTE

Eso de los consejos psiquiátricos por la radio es algo parecido al hospital de la solidaridad que se monta sobre un vagón viejo, médicos nuevos, genéricos al paso y tratamientos mayoristas.El pionero en este campo ha sido el reconocido sicoanalista Fernando Maestre. Este caballero, que receta en megahertzios y tras un minuto de consulta, inventó el fast track freudiano y logró que la gente, que antes se avergonzaba de hacer el amor con las luces encendidas, hablara con total sencillez del sexo oral que el marido ya no valora, del herpes genital contagiado por un primo exhaustivo o del relumbrón de las multiorgásmicas de a ocho.En fin, que don Fernando Maestre convirtió las 4 de la tarde de RPP en diván de multitudes. Uno puede decir que, muchas veces, sus consejos fueron de vértigo, que debe ser remoto responsable de algunos homicidios de pareja y que su sentido de la tolerancia linda a veces con los parámetros papúas, pero lo cierto es que Maestre abrió trocha y creó el mercado de la información sexual y la consulta hecha fast food sin honorarios.Después le han seguido un montón de publicaciones y hemos venido a descubrir a esa señora gordísima que estoy seguro de que no es española porque se apellida Rampolla. Cuando la señorita Rampolla da un consejo no puede evitar parecerse a la mamá de una joven vedette de Puerto Rico, a la madame de una casa con farol y a la ex pupila de algún Pantaleón de Centroamérica. Lo que quiero decir es que a la señorita Rampolla la asiste la vulgaridad, la viste su suegra y la debe desvestir un elefante resignado. Como ustedes saben, la señorita Rampolla da consejos banales en La República y se sigue desgañitando en un canal de cable mientras hace gestos indescifrables con una vagina de plástico en la mano.Nadie, sin embargo, como el doctor Maestre, que sería impecable si no dijera “dijistes” y “oístes”, que es cuando Freud da un paso al costado y entra el Melcochita que muchos hombres cultos llevan dentro. Digamos que en un país como el nuestro, que habla muy mal el castellano –y no me refiero al bilingüismo atravesado de quechua–, decir “oístes” no es muy grave si te lo dice el médico de turno del Carrión. Pero que te lo diga un señor que te va a echar en su diván puede ser peligroso. Si a mí mi psicoanalista me dijera “qué mal lo que escribistes”, cojo mis cosas y me voy a plantear una queja al Indecopi. Y siempre me he preguntado de qué Edipo no absuelto le viene al doctor Maestre, tan carismático él, eso de “tuvistes” y “fuistes”. ¿A quien le sobran las eses, qué le está faltando? Le dejo la pregunta a intelectuales como Neira. Pero, en fin, de esto no es lo que quería escribir. Quería escribir de este turbomanicomio que es hoy un poco la radio, donde RPP tiene desde el 3 de septiembre, al doctor Maestre hablando de los genitales y sus daños colaterales; a su hija, Lupe Maestre, hurgando en el concolón de los sufrimientos en su programa “Confidencias”; y a la también psicoanalista Carmen González con sus consejos a veces compulsivos a las 9 de la noche.O sea que sólo falta el ministro de Salud hablando del cáncer (aunque ya tienen al doctor Huerta en la hora y media de salud corporal que transmiten por la mañana), a Poggi con sus especiales sobre técnicas del interrogatorio conductual y a un Bayly radial dando consejos sobre cómo hacer del closet el dormitorio principal de la casa.Lo que no es chiste es que RPP, de lejos la emisora más importante del país, haya decidido dedicarle tantas horas de su programación a la medicina de gorra y al descerraje psíquico con comba. Eso puede pasar –me atrevo a un diagnóstico por supuesto que falible– porque la salud es la más alta prioridad de los oyentes o porque la política está de mírame y no me toques con este gobierno que se pudre en plata y no ata ni desata (pero eso no hay que decirlo porque a la banca le va excepcionalmente bien, Bush está feliz, Kuczynski le toca la flauta a las ratas y Chile nos sigue comprando por pedazos). –Así que díganos, señora, ¿por qué cree que su marido ya no la quiere? –preguntó el psicoanalista.–Porque se fue de la casa hace treinta años –respondió la oyente.–¡Eso es lo que le gusta a la gente! –dijo Pocho más gordo que nunca.

viernes, 7 de marzo de 2008

Verdades sobre Colombia

Se calla en siete idiomas, cien dialectos, novecientos silencios la gran prensa de uniforme caqui.
Nos quiere hacer creer que en la computadora portátil de Raúl Reyes –una de las tres “que quedaron intactas” después de un bombardeo que mató a 22 personas y defolió 800 metros cuadrados de selva tupida– figuraban “las próximas citas clandestinas” (sic) con Hugo Chávez, el “agradecimiento” por “los 300 millones de dólares recibidos de Chávez” (sic) y la “posible compra de 50 kilos de uranio enriquecido” (sic). Esa gran prensa es estúpida y cree que todos somos estúpidos. Y la verdad es que la ignorancia y la desinformación producen miríadas de estúpidos creyéndose lo que leen, escuchan y ven. Pero no se puede estupidizar a todo un pueblo y menos a un continente entero.
La gran prensa latinoamericana y la prensa peruana en particular no les dicen a sus lectores algunas verdades de a puño.
No les dicen, por ejemplo, que el operativo en Sucum­bíos, Ecuador, fue un diseño de los asesores militares israelíes que actúan junto a los norteamericanos detrás de la inteligencia colombiana. El vínculo entre el Mossad y Colombia empezó con el agente israelí Yair Klein, entrenador de las primeras fuerzas paramilitares colombianas en el Magdalena Medio. Klein llegó a entrenar a los hermanos Fidel y Carlos Castaño y a Eduardo Rueda Rocha, uno de los ­asesinos del candidato Luis Carlos Galán. Ahora Klein está detenido en Moscú por una orden de Interpol. El gobierno de Colombia no hace muchos esfuerzos por extraditarlo, a pesar de una orden dictada al respecto por un tribunal de Manizales.
No les dice a sus lectores la gran prensa que esta provocación colombiana tiene como telón de fondo el intento de ­Uribe de reelegirse, contando como cuenta con el apoyo de la extrema derecha colombiana y del Estado terrorista que preside George Bush. Por eso es que incluir a Chávez “en los hallazgos de la computadora de Reyes” era imprescindible. Por eso es que evitar cualquier otra liberación coordinada por Chávez era un imperativo (y la liberación de Ingrid Betauncourt ya se insinuaba como posible después de las coordinaciones entre Sarkozy y Chávez). Matando al segundo de las FARC se daba un paso de gigante en el bloqueo de cualquier salida política o diplomática del conflicto y se ponía un punto final sanguinario a cualquier otra mediación de Chávez.
Tampoco les dice la gran prensa a sus desavisados oyentes y televidentes que el hecho de que la OEA no haya condenado la agresión colombiana es una de las peores vergüenzas de la historia de esta región. Hemos vuelto a la época en que la OEA era, como en 1960, la toallita higiénica superabsorbente de la Casa Blanca (y de su mequetrefe preferido, en este caso el señor Uribe).
Tampoco se puede leer en ­esa prensa que el operativo terrestre de Colombia estuvo destinado no sólo a llevarse los dos cadáveres que eran el botín principal –el de Reyes y el del guerrillero y cantautor de la emisora de las FARC Julián Conrado– sino a rematar a algunos heridos. Lo demuestra el hecho de que seis de ­esos cadáveres aparecieron ­apilados en una esquina del campamento y cuatro de ellos, por lo menos, tenían disparos en la espalda.
Y no se leerá en esas hojas surgidas del consenso conservador guerrerista, que está probado que no hubo combate ni persecución –tal como señaló el ministro de Defensa colombiano– y que sí, en cambio, está comprobado que el territorio ecuatoriano fue violado por segunda vez en la madrugada del 2 de marzo, cuando un comando de la Fuerza Aérea Colombiana, premunido de visores infrarrojos, sacó en helicópteros a todos los soldados que habían participado en el exterminio del frente 48 de las FARC.
También está probado que la incursión aérea penetró diez kilómetros en tierra ­ecuatoriana, dado que el ataque vino del sur –tal como no dijo el ministro de Defensa colombiano–. Eso lo prueban las marcas en la copiosa vegetación, la forma de los cráteres de las cuatro bombas lanzadas por la aviación colombiana y las marcas de fuego aéreo de metralla en los muchos árboles que ocultaban el campamento.
Colombia ha acusado al ­Ecuador, bajo el paraguas de la impunidad puesto por Bush, “de complicidad con las FARC”. Nada más irresponsable. Ecuador ha destruido, a lo largo de los últimos años, diecisiete bases de la guerrilla colombiana en territorio ecuatoriano y se prestó inclusive para la operación de captura de Simón Trinidad, el llamado canciller de las FARC, hecho ocurrido en pleno Quito y con la colaboración de agentes de la CIA. Como se recuerda, el gobierno títere de Colombia permitió que Trinidad fuese llevado por agentes de la CIA a los Estados Unidos, donde purga una condena de 60 años de cárcel.
No sólo eso: durante el régimen de Alfredo Palacios, la inteligencia colombiana, autorizada por el ejército del ­Ecuador, capturó a una decena de guerrilleros de las FARC que estaban internados en una clínica en Quito. Y es más: a pesar de las venenosas fumigaciones realizadas por Colombia en amplias zonas fronterizas con Ecuador –descocalización pagada por los Estados Unidos para Colombia pero que el viento convertía en binacional–, la diplomacia de Quito trató el asunto con ­una serenidad tan profesional como poco eficaz (Colombia continuó con sus vuelos tóxicos hasta que la experiencia empezó a desaconsejarlos).
Colombia es un peón de los Estados Unidos. Uribe quiere reelegirse. Estados Unidos aspira a un conflicto regional que termine con Chávez y, si se puede, con Correa. Uribe debe destruir cualquier salida pacífica al endémico problema de una izquierda que se fue al monte porque en las ciudades, sencillamente, la asesinaban. Y como si todo esto fuera poco, el 31 de diciembre de este año termina el acuerdo que le permite al gobierno estadounidense tener una base militar en Manta, Ecuador. Correa ya ha dicho que ese acuerdo no será prorrogado. Algunas azafatas de la prensa peruana ya han dicho que Tumbes podría reemplazar a Manta, pero si se mira el mapa se verá por qué Manta importa tanto para el llamado Plan Colombia, un diseño abiertamente militarista que sólo ahora empezamos a conocer en la peor de sus vertientes.

miércoles, 5 de marzo de 2008

Impertinencias (IV)

- Dos bandos colombianos se pelean a muerte en territorio ecuatoriano. Sólo falta el coronel Aureliano Buendía.
- Uribe es un estadista de baja intensidad.
- Y la Gran Colombia se volvió a desintegrar.
- ¡Rescatemos a Uribe de su cautiverio en Washington!
- Al ambiguo García lo que le falta es Correa.
- A Hugo Neira lo hubieran tratado en Cuba como trataron a Reynaldo Arenas.
- Hasta el uranio, cuando se enriquece, se vuelve implacable.
- La vida es lo que se esfuma mientras preguntas por qué.
- Ayrton Senna se autoeli­minó.
- En Asia están muchos de los que se arrodillaron ante el Chino.
- Gonzales Posada terminará de cabecilla.
- En los laboratorios del Viagra alistan un paro indefi­nido.
- El sur, el oriente y el centro-este están contra García. El norte lo apoya. A eso le dicen el carácter unitario del Perú.
- Bryce le está echando el ojo a la Wikipedia.
- La madurez de las mujeres es un viaje a las estrías.
- No hay que prestarle oídos a García. Se los queda.
- “Laura paga para mentir”, dicen los panelistas. ¿Y qué hacen los dueños de los canales?
- La justicia militar es el incesto del Derecho.
- Habría sido imposible hacer “Taxi driver” en un Tico.
- En este mundo astuto hasta los riñones hacen cálculos.
- El Derecho de Asilo debería ser el de los viejos.
- A María Callas le salió un gallo. Onassis se llamaba.
- Dado que no hay reelección, la próxima banda se la pondrá García en el estómago.
- Mercedes Cabanillas tiene una comisión permanente en el peinado.
- “Papá lo sabe todo”. (Federico Danton).
- Condolencia Rice visitará a los palestinos.
- “¡Viva el shock de la inversión!” (Zumaeta)
- Valenzuela terminó defenestrada.
- Hay gente que se entretiene aburriéndonos.
- Los pericotes siguen al flautista PPK. Le solicitan su parte.
- A Juan Paredes lo compraron como útil escolar en “La Familia”.
- ¡Que aprueben el arresto ciudadano! Así podremos meter preso a Alva Castro.
- Hay un humorista que le costó un Ojo de la cara a ­Epensa.
- Lo que dice Cipriani sobre el control de natalidad es un aborto.
- Y el sodálite pedófilo que hace poco arrestaron, ¿viajará a Disneylandia a relajarse?
- Raúl Romero ya no necesita hacerse el cojudo. Ha logrado serlo.
- Si Goyo Martínez no fuera genial escribiría como Eloy Jáuregui.
- El tenis peruano se queda en la puerta del Horna.
- Las palabras cruzadas son ­una discusión con la memoria.
- El Perú es un montón de cosas.
- Todos los adolescentes sueñan con profundizar sus relaciones.
- Hay tablistas tan feas que dan ganas de correrlas.
- Gonzalo Prialé es el Michael Jackson del algodón.
- La sintaxis de Neira se suicidó en 1966. Neira siempre la trató muy mal.
- Es cierto: hay que rehacer La Marina.
- “Como no pudimos vengarnos de los alemanes todavía, ensayamos con los palestinos”. (Ehud Olmert).
- Torre Tagle está llena de alcohólicos homónimos.
- Las mariposas monarcas son apristas.
- “Fidel es el Gran Hermano”. (Raúl).
- La aristocracia de los ricos no existe. Eso se llama derecha nomás.
- En el caso de Lady Bardales, ¿buscar el cuerpo del delito no es redundar?

martes, 4 de marzo de 2008

Impertinencias (III)

- Uribe dice que no violó ninguna soberanía. Ese sí que es un argumento fronterizo.
- Con eso de vender la selva a toda costa García ya es un loco de remate.
- “Yo sí que conozco el secreto de la montaña”. (Zumaeta).
- Gonzalo Prialé tiene un pasado negro.
- Hasta la ética tiene su comisión en el Congreso.
- García colabora cada vez más con el comercio.
- El Perú es pionero en la clonación de ovejas.
- “¿No es cierto que el gas natural es una cochinada?” (Kenji Fujimori).
- Algunas locas perdidas se encontraron en el Congreso.
- García y Kouri se devuelven elogios. Mejor que devuelvan lo que no es suyo.
- Hay mujeres que toman medidas drásticas cuando están con la regla.
- No entiendo: las FARC están en guerra pero no quieren que los militares se les acerquen.
- El cura Romaña le dio la extremaunción a la decencia.
- Martin Rivas era tan estúpido que hacía ensayos sobre cómo inculparse siendo inocente.
- Los Babasónicos tocarán en Torre Tagle.
- Los homosexuales podrían ser acusados de falsedad genérica.
- La escritora ninfómana que siempre parecía un libro ­abierto.
- La corte de San José absolvió a María.
- “¿Y las islas Barbados no son de Cuba?” (Kenji Fujimori)
- Carlos Bruce es un gran promotor de inversiones.
- Estudiantes de la Plata es ­una consultora de riesgos.
- En los Caminos del Señor también cobran peaje.
- El verdadero estrés laboral es el de los desempleados.
- “Agua para todos”. (El molino de Alan García).
- Jack el destripador cortaba por lo sano.
- La solución es rellenar los baches con la basura regada en las calles.
- A esa violista de gamba habría que ponerla contra las cuerdas.
- La verdad es que ante la inminente condena Rivas se hace la pichilingüe.
- “¿En qué quedamos? ¿Es el río hablador o es el río chillón?” (Kenji Fujimori)
- ¡Si en esa Casa Blanca estuviera Ingrid Bergman por lo menos!
- Nueva dirección electrónica: “ServiciosespecialespuntoG”.
- La esperanza de García es que el perro del hortelano vaya donde el doctor Rondón.
- Agustín Mantilla sigue siendo recepcionista del ­Apra.
- No es que la inflación se dispare. Es que el dólar está encañonado.
- Los calatos han desnudado su alanismo.
- Yale le puso candado a lo que Bingham robó.
- “A mí sólo me pueden acusar de haber contaminado con plomo a algunas personas”. (Martin Rivas).
- “Mañana te cuento 2”. (Alva Castro).
- Ver a García es entender la inflación.
- La que anda muy bien es la industria de los secuestros al paso.
- “¡Viva el putinismo!” (Alejandro Toledo).
- Con razón se llama Sucumbios.
- El próximo debate de García con el perro del hortelano será en Animal Planet.
- ¿Y la gallina de los huevos de oro no será el Perú?
- A Mick Jagger lo quisieron matar mientras se pegaba tiros.
- “¿Y por qué el Regatas nunca ha ganado el festival de San Remo?” (Kenji Fujimori)
- Hace tiempo que Martha Hildebrandt se expresa en chino mandarín.
- “No necesito colgarme de nadie para demostrar autoridad”. (El presidente de Irak).
- “El Día D fue el día del desembarco de Norman Díaz”. (Frances Crousillat).
- Uno le miraba el escote y pensaba en una cita cumbre.
- El Gran Israel llega hasta donde sus bombas se lo permitan.
- La primera novela policial fue la Biblia.
- Si no conociéramos a su mamá diríamos que Bush es un hijo de puta.

lunes, 3 de marzo de 2008

Impertinencias (II)

- ¡Cómo va a hablar Martin Rivas si siempre usó silenciador!
- “Yo quiero ver ese programa que se llama Presa Libre”. (Malú Costa).
- “Quiero ir a ese país donde gobiernan los Mulas”. (Kenji Fujimori).
- Francisco Tutela quiere ser el Fujimori de su padre.
- “Sí se puede tapar el sol con un dedo”. (Dios).
- Martha Hildebrandt ama la fuerza porque no le queda otra.
- García quiere vender la selva. Hay que tocar madera.
- El ministerio del Interior es una casa de Alva.
- Ese equipo empataba tanto que lo habían cogido de punto.
- Es lógico que Manco viva de sus piernas.
- El artista plástico Genaro Delgado Parker piensa que al Gernika de Picasso le faltó un perro muerto.
- Los últimos presidentes ecuatorianos terminaron diciendo “yo me Quito”.
- La TV de hoy es una pantalla.
- En el Perú Hansel y Gretel no habrían dejado un reguero de migas.
- Lo de García conmigo es un lío padre.
- El marqués de Valero de Palma brinda con Concha y Toro.
- El presidente de Confiep creyó que Abracadabra era una inauguración.
- La derecha boliviana quiere expulsar a Evo del paraíso.
- No es que Martin Rivas se esté hundiendo. Es que está regresando.
- A más aprismo, más calumnias.
- El sueño de Jack el destripador era empezar por el tercio superior.
- Los pueblos jóvenes tienen como sesenta años.
- Habría que plantearle un hábeas corpus a Scarlett Johansson.
- Karen Dejo es parte del ministerio púbico.
- “Primero Kosovo. Después la República de Puno”. (El bobo de Torre Tagle).
- “Que el sol siga en alza es parte del calentamiento global”. (Presidente de la Confiep).
- En el dólar, hermanos.
- Lo del príncipe Henry en Afganistán no fue servicio militar. Fue pura nostalgia.
- No era ajedrecista pero siempre jugaba con las blancas.
- De tanto engordar García terminará haciendo de campana.
- Esta vez sí va en serio: ¡Benavides Correa no ha muerto!
- Se llama TV digital pero no deja huella.
- Era tan coquera que terminó jalándose la cara.
- No fue un terremoto. Fue un experimento para probar la ley de la gravedad.
- Las peores maniobras dilatorias ocurren en los dormitorios.
- “La teta asustada” se está rodando en el Congreso.
- A Lucecita habría que verla en un apagón.
- Lo logró: Michael Jackson es el blanco de todas las miradas.
- Lo que queda del Apra es la fijación oral.
- El libro que me llevaría a una isla desierta es “Robinson Crusoe”.
- “Con el ruego de su difusión”. (El virus del Sida).
- Quienes deciden quiénes son geniales son los mediocres.
- Sería más interesante todavía si en vez de Casós fuera Karla Casos.
- …“O los heraldos negros que nos manda la muerte”. (Comunicado de la “U”).
- Chile quiere robarse ahora nuestros libros de contabilidad.
- Hay caviares a los que les falta huevos.
- El nuevo estafilococo dorado es una jugada de laboratorio.
- En todos los triángulos amorosos siempre hay un cateto.
- “¡Las mujeres y los niños primero!”. (Jefe del ejército israelí).
- Hay quienes creen que la autoestima tiene que ver con el carro.
- Los tenistas pueden ganar con un revés.
- La familia Wong está cada día más rota.

domingo, 2 de marzo de 2008

UN EPITAFIO PARA EL PERIODISMO INDEPENDIENTE (2)

Odio las ocasiones en las que no me equivoco. Y con “Fuego Cruzado” no me equivoque: “…no será un espacio de debate político –como el nombre nos podría sugerir– sino, más bien, será un burdel abierto a la charla barata, donde las putas y sus clientes se pasearan….”. Y eso es, exactamente –al menos, en su primera edición–, el programa conducido por Mariela Patriau y Álamo Pérez Luna.
“Que una enfermedad asecha y que las autoridades no hacen nada.”
¡Qué tal periodismo! Sobre todo cuando responsabilizan al ministro –que es la escala máxima hasta donde la prensa emputecida puede golpear a un gobierno– de toda culpa. Lejos de decir que el presupuesto otorgado para el sector salud es miserable. Y que por eso ésta, así como la educación, es una estafa nacional. Aunque, claro, eso no se puede decir. Pues García acaba de promulgar una ley que permite que los extranjeros sean dueños de medios de comunicación. Con lo que Ángel Gonzáles tiene luz verde para hacer sus inversiones y le debe un favor al gobierno. Por supuesto, favor con favor se paga: tú me dejas invertir y yo no te maltrato.
¡Qué linda vida! Cómo se nota que estamos en el Perú.
En fin. Ivcher también ha de estar muy agradecido con el regalo gubernamental. El dueño de los colchones paraíso –aquellos que con su publicidad compraron el silencio de toda la prensa respecto al informe de “Caretas”– ya no tendrá que preocuparse por su nacionalidad, y menos por perder su frecuencia televisiva.
Entonces, ya sabemos que la señora Valenzuela –que regresa el 3 de Octubre y saldrá sólo los Lunes– volverá muy motivada y lista para defender a su presidente. La misma línea informativa, muy probablemente, seguirá el programa “Enemigos íntimos” que cubrirá el resto del la semana. Beto Ortiz y Aldo Miyashiro serán los conductores. (Aunque en lo que refiere a Miyashiro, tengo la duda si será él el conductor o su personaje “Tony Blades” de la serie “La gran sangre”. El comercial con el cual se promociona el programa siembra la duda.) ¿Qué se puede esperar de este par? No mucho. Uno es un periodista fracasado, una especie de ex Magaly con visos de arrepentimiento por el mal causado y el otro es un actor que empieza ha sentirse viejo y sabe que la actuación no le durara mucho, más aun en un país donde el arte es la última rueda del tren.
Pero, bueno. Si alguien que debe haber festejado con bombos y platillos la aprobación de la ley que permite que extranjeros inviertan en medios de comunicación, ese es Chile. País que nos seguirá comprando a pedazos y al crédito, con grandes facilidades de pago y bajo intereses. Ya el comercio es de Chile, las finanzas también, ahora lo podrán ser las televisoras. Y con el poder que la opinión tiene en esta nación, pronto, la población, en su totalidad, será de Chile. Viviremos en un país –que no es país sino una suma de individualidades– que se llamara Perú, que será ocupado por peruanos con mente chilenizada. Es decir, peruanos que no son peruanos, sino, que son chilenos.

Tomado del blog "Matices de Opinión".
Autor: Pedro Armando Rosario Ubarnes